miércoles, 2 de junio de 2010
Montes Altos de Vitoria.
O ir a por lana y volver con trigo (o algo así). Ayer por la tarde fuimos a los Montes Altos de Vitoria a anillar pollos de Busardo ratonero (Buteo buteo), que en la zona denominan "guarrillas". No fue posible porque los árboles en los que estaban medían 28 o 30 metros y nuestra escalera todo terreno 6, el resto había que hacerlo escalando pero los árboles eran muy anchos. El esfuerzo fue enorme pero sin ningún éxito. Después de pasar un buen rato mirando al cielo miramos al suelo y, en las rodadas de los vehículos llenas de agua, encontramos una de las auténticas riquezas de los Montes Altos: el mundo de lo pequeño, los anfibios. En uno de los barrizales encontramos un juvenil de sapo corredor (Bufo calamita) y una docena de hembras de tritón palmeado (Lissotriton helveticus). En otros charcos más arriba en el monte encontramos una rana verde (Pelophylax perezi) , otra media docena de hembras de tritón palmeado y cuatro o cinco inmaduros (o larvas) de salamandra (Salamandra salamandra). A ver si tienen suerte y pueden salir adelante antes de que se sequen los charcos o algún enegúmeno con quad o moto atraviese a toda velocidad los charcos arrasando con toda la riqueza y biodiversidad biológica que hay alli. Hay decenas de descerebrados; quizás alguno de los que van a toda leche por el monte en moto matando todo y haciendo ruido, tenga ese vehículo llevado de su amor por la Naturaleza. Hay amores que matan.
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