domingo, 21 de febrero de 2010
30 años de la desaparición de Félix Rodríguez de la Fuente III.
La profunda cultura natural de los cazadores superiores hizo posible la aparición del ciclo neolítico de la domesticación de animales y plantas. El hombre ya no tuvo que emplear todo su tiempo en rastrear y acosar piezas de captura siempre aventurada. El crecimiento de las fuentes de alimento, le permitieron dedicar más tiempo al arte, a la investigación y al desarrollo de la técnica. Hoy, ese tiempo precioso -el mayor tesoro de la humanidad- ha sido aprovechado para volver al estudio del animal salvaje. Las películas, las publicaciones ilustradas, los libros, están poniendo al alcance del hombre, lo que hasta hace sólo unos años eran llamados "los misterios del mundo animal". Y el hombre, al conocer al animal lo ama. Lo ve muy próximo a sí mismo, encuentra en él un factor de equilibrio, un compañero en la larga historia de la vida, un tripulante más en esta nave de roca y agua en que surcamos el espacio. El hombre ha descubierto en el animal un hermano menor al que hay que proteger a toda costa. Aunque este hermano, como el lobo, necesite carne para alimentarse. Porque sería tan triste que nos fuéramos quedando solos en un mundo de hierro, cemento, asfalto...FRF.1967
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