viernes, 12 de marzo de 2010
30 años de la muerte de Félix Rodriguez de la Fuente. VII
Hoy no me podía despertar, es que ayer por la noche estuve pegado al televisor hasta las doce menos diez viendo el reportaje que TVE hizo como homenaje a Félix cuando se conmemoraron los 25 años de su muerte (los de TVE son tan cutres que no han hecho un reportaje nuevo para el trigésimo aniversario sino que han pasado otra vez el que hicieron hace cinco años). Volvieron a desfilar los que le conocieron, los que vivieron con él. Imágenes bellísimas y siempre su voz. Lo que echo en falta es que todas aquellas personas que tanto aprendieron de él, a los que ayudó a definir su vocación, no estén volcados en la Educación Ambiental. El imperativo ético que él señaló, la obligación de establecer una relación de entrega a la Naturaleza, no encuentran dignos sucesores; tan necesarios ahora cuando las agresiones medioambientales se multiplican por todas partes. No va a haber otro Félix, hay hechos que sólo ocurren una vez, pero deberíamos esforzarnos en intentar, entre todos, conseguir lo mismo que él consiguió. Nos señaló un camino que yo creo que todavía se puede recorrer. Si él no hubiera vivido y luchado, hoy no habría ni una rapaz, ni un lobo, ni un lince en España. Doñana estaría plantada de eucaliptus y el sonido de sus hojas al viento serían la muestra viva de que la naturaleza libre habría desaparecido.
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