La foto del busardo es de Carmen Azahara Prieto (a. "ambientologuilla").
Ayer miércoles 10 de marzo, por la tarde, salimos a buscar rapaces para anillar. Hacía frío, pero no había viento. El campo estaba precioso. Silencioso y vacío. Recorrimos la Llanada oriental alavesa. Llevaríamos una media hora cuando vimos un busardo ratonero en su atalaya. Echamos la balchatri con Estrella y Luna y el rato se tiró en un segundo. En ese momento pasó un coche cerca, el rato levantó el vuelo de junto a la jaula y se posó en un árbol seco junto a una carretera. Recogimos la jaula, nos acercamos a él un par de veces pero no hubo manera de volversela a echar. En estas estábamos cuando cruzaron por delante de nosotros un mirlo perseguido por un gavilán. El gavilán bandeaba sobre el eje central y a la vista de su espalda gris se sucedía la vista de su inferior blanquecino. Dos o tres movimientos en un segundo. El mirlo recto como una flecha. No sé cómo acabaría el lance porque se perdieron de vista tras de unos arbustos. ¡Fue como ver un manchón de vida en la soledad turbia de la tarde! Al rato vimos una pareja de cernícales perchados en unos cables. Ya están emparejados. Aquí todavía hace muy mal tiempo, pero los calores de los cortejos empiezan a verse en muchas especies. Dispusimos la balchatri y cayó la hembra. Preciosa, adulta, con unas patas que parecían fosforescentes de puro amarillas. Acababa de comer y tenía en el pico todavía restos de carne. Estrella y Luna estupendas, se durmieron nada más terminar su labor. Anillada, se fue volando lentamente. Se mantuvo a nuestra vista un buen rato. Iba como a cámara lenta. Bellezón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario