Querida amiga: hoy vamos a ver en qué se han fijado los científicos para poner su nombre a varias aves de las que esta tarde he visto por primera vez. En primer lugar la buscarla pintoja (Locustella naevia). Un ave pequeña, discreta, críptica, difícil de ver. Su canto, parecido al sonido de la chicharra, como un agudo zumbido continuo y persistente, puede oirse al atardecer. La duración máxima registrada para un canto ininterrumpido ha sido de ¡110 minutos! Ave migradora, se encuentra en España de abril a septiembre. El genérico Locustella lo han tomado los científicos del latín, en el que significaba "saltamontes". Precisamente se han fijado en sus sonidos, como de insecto, para darle este nombre. Naevia también lo han tomado del latín, de naevius que quiere decir "con el cuerpo manchado", por su cuerpo rayado y tachonado. Así pues el nombre que le han puesto los científicos a la buscarla pintoja querría decir "ave cuyo canto recuerda al de una cigarra, con el cuerpo manchado". El ejemplar de macho de colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) que he visto esta tarde era precioso. Con brillantes colores naranjas y rojizos en el vientre y obispillo, y unos contrastados negro y blanco en la cabeza. Se trata de un ave migratoria que es visible en España de abril a septiembre. Sus colores más brillantes los tiene en primavera, y se le van apagando hacia el otoño. El macho que he visto esta tarde conservaba todavía con mucha fuerza sus colores de cortejo. Es insectívora y selecciona para vivir y hacer su nido las zonas boscosas. Tiene unas largas y delgadas patas negras. Su nombre científico Phoenicurus lo han construido tomando dos palabras griegas: phinix que significa rojo, púrpura, y oura que significa cola. Así pues su nombre científico quiere decir "el de la cola roja el de la cola roja".
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