martes, 26 de enero de 2010
El factor humano I
La gente que vive en el Parque Nacional de los pájaros de Djoudj así como en la zona de protección y zonas tampón se gana la vida mediante la pesca, la ganadería, una agricultura de subsistencia y, cada vez más gente, con los pequeños negocios que ha generado el propio Parque. Hay un pequeño hotel de una cooperativa, paseos en piragua organizados por el hotel y por los habitantes de un poblado cercano, guías, guardas, pequeñas tiendas de artesanía y poca cosa más. En el poblado hay una pequeña tienda que vende alimentos, agua, etc. a los visitantes. Sin embargo, inmensas excavadoras están todo el día reforzando diques, arrasando espacios de carrizal, rellenando brazos del río. ¿Para qué todo esta obra pública? Mucho nos tememos que la idea de desarrollar una gran agricultura intensiva de arroz y caña de azúcar esté detrás de estas actuaciones. Pero esa agricultura industrial presenta dos graves inconvenientes. Por una lado requiere de grandes capitales, lo que dejará fuera de juego a todos los habitantes de la zona y por el otro disminuirá aún más la superficie del Parque dedicada a la vida salvaje y a las aves. La vida de los habitantes del Parque pasa porque las actividades generadas por éste supongan una inyección de ingresos que eleve la renta de la zona. La Naturaleza sólo será respetada y podrá mantenerse si los habitantes locales pueden encontrar en ella su sustento y una vida digna. La mejora de lavida de los animales y la biodiversidad requiere que las condiciones de vida de las personas mejoren. Por eso es tan importante desplazarse a zonas de interés naturalístico, para dejar allí algunos de los recursos económicos generados en el Norte rico.
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