Los naturalistas no podemos limitarnos a actuar de notarios levantando acta de la pérdida de biodiversidad. El Parque de las Aves de Djoudj en Senegal es el tercer lugar del mundo en importancia para las aves. Hay allí más de tres millones de aves grandes (pelicaniformes, anátidas, ardeidas, cormoranes, moritos, águilas pescadoras...). A ellos se une una cantidad enorme, e incalculable por el momento, pero de varios millones de paseriformes procedentes de Europa que pasan allí nuestro invierno. Es una zona de enorme importancia para Europa. Está aquí mismo. Pero está muy abandonada.
Si no se mantienen las condiciones del Parque puede estropearse una zona "hot point" de l avifauna europea y mundial. Para evitarlo lo que hay que hacer es cooperar para mejorar las condiciones de vida de las personas que allí viven y que encuentren en la gestión del Parque todo lo que necesiten para vivir. Si no, puede llegarse a recortar su superficie, gestionar inadecuadamente el agua, industrializar la agricultura,... No basta con ser notarios, es preciso cooperar en su mejora. Pasar de las palabras a la acción.
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