Lo que ya se iba observando en los últimos tiempos ha sido ratificado una vez más por un estudio de investigadores del CSIC. Recientemente han publicado un paper' en la revista Conservation Biology en el que demuestran la importancia crítica que tiene la presencia del exótico e invasor cangrejo americano (cangrejo rojo o cangrejo de las marismas Procambarus clarkii), oriundo del golfo de Méjico, en el mantenimiento de la buena salud de las especies orníticas del entorno de las Marismas de Doñana. Pero es que ya lo íbamos sabiendo. Hay alguna investigación más que incide en esa misma opinión (hace más o menos un año la revista Quercus publicaba el resumen de una investigación que llegaba a la misma conclusión). Yo mismo he observado la abundancia de estos cangrejos en la marisma onubense; pero es que, en los embalses alaveses, hasta a la focha común (Fulica atra), por lo demás herbívora, la he visto alimentarse de estos cangrejos. Y no digamos las garzas (Ardea sp.), garcetas (Egretta sp.), gaviotas (Larus sp.), zampullines (Tachybaptus ruficollis), somormujos (Podiceps cristatus), cigüeñas (Ciconia sp.), martinetes (Nycticorax nycticorax), etc. Y no hablemos únicamente de la avifauna. Visones, turones, nutiras y comadrejas también predan sobre el cangrejo rojo. En Doñana, el 60% de los depredadores del ecosistema han incluído a este invertebrado en su dieta. Según el estudio, citado por el periódico español El Mundo, de donde hemos extraído la noticia y las fotografías de esta entrada, las aves depredadoras del entorno de Doñana ha multiplicado su población por 300. Actualmente unas 20 especies basan más del 50% de su dieta en este cangrejo.
Sin embargo, el cangrejo de las marismas es una especie exótica, invasora, que ha contaminado, y después desplazado, a los cangrejos autóctonos; y que, por su característica biología oportunista, es un duro rival para el cangrejo señal, con el que las administraciones quieren compensar a los pescadores de retel por la pérdida del cangrejo autóctono. Así pues, una especie exótica e invasora, culpable de la desaparición de especies autóctonas, está siendo la clave de la recuperación de la fauna ornítica en todos nuestros humedales. Tengo la impresión de que hay dogmas en la biología de la conservación que deben ser revisados. De ahí el título de esta entrada.
Sin embargo, el cangrejo de las marismas es una especie exótica, invasora, que ha contaminado, y después desplazado, a los cangrejos autóctonos; y que, por su característica biología oportunista, es un duro rival para el cangrejo señal, con el que las administraciones quieren compensar a los pescadores de retel por la pérdida del cangrejo autóctono. Así pues, una especie exótica e invasora, culpable de la desaparición de especies autóctonas, está siendo la clave de la recuperación de la fauna ornítica en todos nuestros humedales. Tengo la impresión de que hay dogmas en la biología de la conservación que deben ser revisados. De ahí el título de esta entrada.
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