Todos hemos de suponer, otra cosa sería completamente incomprensible, que las infraestructuras se han planificado. Hemos de suponer también que se han tenido en cuenta variables como seguridad, riesgo, conectividad. El pasado martes, volvía yo de León hacia Burgos después de la conferencia que di en la noche del lunes en el paraninfo de la facultad de Veterinaria de la Universidad de León y, mientras a la izquierda, a lo lejos se veían las espectaculares crestas de los Picos de Europa cubiertas de nieve, en ciertos tramos no se podía ver el imponente cresterío porque un montículo artificial de quince o veinte metros de altura lo impedía. El paisaje de Tierra de Campos ha sido transformado en aras al progreso y al desarrollo. Bueno, bien, vale pero ¿será el desarrollo de todos? Se ha consituido en una barrera entre las tierras llanas de León y Palencia y las tierras altas de la lejanía. La mostruosa espina dorsal del desarrollo es la construcción artificial de elevación de la plataforma del AVE Palencia -León. Las grandes infraestructuras, la conexión, son obviamente unas características del desarrollo. Sin embargo, por la carretera, durante hora y media, apenas nos cruzamos con diez o doce coches y otros tantos camiones. (Un Audi con aspecto de coche oficial nos adelantó a unos 200 km/h, por cierto). Pienso, por lo tanto, que esos datos de la demanda y el número de usuarios se habrán tenido en cuenta a la hora de planificar esa monstruosidad. El desarrollo por sí mismo no es nada. El desarrollo a corto plazo -número de mano de obra durante las obras- a menudo dificulta el desarrollo real a medio y largo plazo. Han de ser componentes del desarrollo real a largo plazo el confort, el bienestar, la búsqueda de mayor equilibrio territorial y de mayor integración social. Es aquí en donde tengo dudas de que este tipo de infraestructuras gigantescas verdaderamente supongan desarrollo y progreso, o son meramente empresas sumamente rentables en su construcción (privada) pero ruinosas en su mantenimiento (público). ¿Interés general? Ya hemos comentado aquí alguna vez que el AVE no integra territorios ni contribuye al equilibrio territorial; el AVE únicamente enlaza extremos dejando desatendida toda la zona intermedia. Pero sigamos suponiendo que las infraestructuras se planifican con criterios de interés público y no sólo atendiendo a los intereses privados de las constructoras. No sólo eso, sino que en la página web oficial de ADIF (gestora de las construcciones del AVE, del ferrocarril, de las estaciones, etc.) se dice expresamente que la obra del AVE entre León y Palencia "busca minimizar su impacto visual, sonoro y paisajístico", y añade: se trata de conseguir un medio de transporte "auténticamente sostenible y respetuoso con la naturaleza". ¿Sostenible? ¿Se podrán retirar esos millones de toneladas de tierra si algún día no hacen falta?¿Producirá el tren la propia energía que lo impulsa? ¿La tierra arrancada de otros lugares para construir esos inmensos terraplenes será sustituida por algo o se habrán limitado a dejar un gran agujero? ¡Sostenibilidad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre!
Para conseguir que la construcción de las grandes infraestructuras se conviertan en un buen elemento, al servicio del interés común, para incrementar el bienestar de las personas, su planificación ha de ser el resultado de una visión multidisciplinar y dialogante. Dialogante entre las personas pero también dialogante con el medio natural, las características visuales, las características culturales de la zona. La llanura de la Tierra de Campos era un problema para darle caña al tren, así que han levantado todo el recorrido quince o veinte metros por medio de esa mostruosa cordal. Sin la condición de ser resultado de una visión multidisciplinar y dialogante; sin la participación de todos los agentes interesados, las infraestructuras quizás sean un buen elemento pero no tan satisfactorio como pudieran ser.
Para conseguir que la construcción de las grandes infraestructuras se conviertan en un buen elemento, al servicio del interés común, para incrementar el bienestar de las personas, su planificación ha de ser el resultado de una visión multidisciplinar y dialogante. Dialogante entre las personas pero también dialogante con el medio natural, las características visuales, las características culturales de la zona. La llanura de la Tierra de Campos era un problema para darle caña al tren, así que han levantado todo el recorrido quince o veinte metros por medio de esa mostruosa cordal. Sin la condición de ser resultado de una visión multidisciplinar y dialogante; sin la participación de todos los agentes interesados, las infraestructuras quizás sean un buen elemento pero no tan satisfactorio como pudieran ser.
Si se produce mucho diálogo entre los agentes, se obtienen resultados que integran muchos intereses. El resultado no es únicamente conservacionista, sino que se integran muchos intereses distintos. Es fundamental que se pongan encima de la mesa los factores que juegan en la resolución final del contexto espacial integrando todos los elementos. ¿Se ha tenido en cuenta el paisaje para diseñar y planificar esa vía férrea? ¿Se ha dejado participar al paisaje? No a un paisaje como resultado de acciones, sino al paisaje como desarrollo, el paisaje como lo que construimos entre todos porque a todos nos afecta, al paisaje como agente activo. Una visión integral del paisaje, en sus diversas perspectivas, debería haber tenido su papel en la planificación: perspectiva ecológica, cultural, visual, económica, urbanística. ¿Se han tenido en cuenta estos puntos de vista? Tengo la impresión de que no. De que entre todos los puntos de vista posibles para actuar sobre el medio y construir nuevos paisajes, únicamente se ha tenido en cuenta la perspectiva económica cortoplacista. Se ha construido un nuevo paisaje, como no puede ser de otra manera, el paisaje cambia y se modifica, para atender exclusivamente a los constructores. Hay muchos otros requerimientos democráticos exigibles para transformar el paisaje común. Y si no, lo veremos. Veleile velequilo.
Está claro que no podemos pensar que el avance tecnológico como son las líneas de alta velocidad, no van a afectar en parte a aspectos tan delicados como el medio ambiente.
ResponderEliminar