El lunes pasado, después de la charla que di en el paraninfo de la facultad de Veterinaria de la Universidad de León (España), nos fuimos al "Húmedo" (barrio antiguo de León) a tomar unos "cortos" (vasitos de cerveza) con "tapas" (comidas breves que acompañan al hecho de beber). En el grupo íbamos trece personas. De ellas tres chicos y el resto mujeres. A mi lado iba la profesora responsable de estos cursos, la cual me contó que cuando ella terminó la carrera, recién licenciada, al ir a inscribirse para hacer sustituciones a personal fijo, en bajas, vacaciones, etc. el responsable veterinario de la zona le dijo textualmente que "él no quería mujeres en su partido (haciendo referencia a la zona veterinaria que le correspondía gestionar)". Y no le contrató ni le permitió inscribirse en esas listas para ser convocada cuando fueran necesarias sustituciones. Y no era un tipo mayor, ella tenía 22 o 23 años y él 32. No hace tanto tiempo. No sé cuántas personas de las que estudian veterinaria en León son mujeres y cuántas son hombres. Pero me da la impresión de que el porcentaje (10 a 3) en nuestro grupo de joviales bebedores debe ser representativo del existente en la Facultad. ¿Todavía habrá quien impida el paso a las recién tituladas o Belén, María, Judith, Graciela, etc. son una fuerza de la Naturaleza que arrasará con todo y, especialmente, con todos?
lunes, 28 de febrero de 2011
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