Lo que es un verdadero milagro es que todavía queden animales silvestres. Desde hace más de trescientos años, el ser humano ha ido perfeccionando los métodos de caza y ha atacado toda clase de animales que le interesaban. Bien por ser trofeos de caza, bien porque los consideraba sus rivales, el hombre ha seguido un sistemático conjunto de acciones buscando la eliminación de muchas especies animales.
Bubo bubo. Búho real.
Es un milagro que todavía haya búhos (Bubo bubo), jinetas (Genetta genetta), lobos (Canis lupus signatus) o zorros (Vulpes vulpes) en España. De una manera sistemática, programada y retribuida, desde 1902 se han estado cazando estas y otras especies con el único fin de eliminarlas. Miles de lobos, decenas de miles de zorros, y de milanos (Milvus sp.), linces (Lynx pardina), jinetas, nutrias (Lutra lutra), tejones (Meles meles), turones (Mustela putorius), garduñas (Martes foina), han sido eliminados.
Genetta genetta. Jineta.
A partir de los años 40's se da un paso más. El 11 de agosto de de 1953 se da carta de naturaleza a las Juntas de Extinción de Animales Dañinos y Protección de la Caza, algunas de las cuales ya venían funcionando en España desde hacía más de diez años; incluso alguna, como la de Santander, desde hacía más de cuarenta años. ¿Qué escabechina no harían que hasta a los mismos responsables del Servicio, ya bien entrados los años 60's les pareció que había que frenar?
Vulpes vulpes. Zorro.
De 1954 a 1962, las Juntas abonaron premios a alimañeros por haber cazado, por lo menos, 14.470 lobos, 53.754 zorros, 3.479 gatos monteses, 4.256 jinetas, 153 linces, 4.216 alcotanes, 10.161 milanos, 2.044 halcones, 1.034 búhos, 1.207 águilas reales,... Cada vez que vayamos al campo y veamos un milano, un zorro, una jineta, un halcón o un búho hemos de mirarlos con respeto. Son unos supervivientes. Y ¿qué me diréis de la semana pasada en la que vi, en la misma tarde, zorros y milanos?
Genetta genetta. Jineta.
A partir de los años 40's se da un paso más. El 11 de agosto de de 1953 se da carta de naturaleza a las Juntas de Extinción de Animales Dañinos y Protección de la Caza, algunas de las cuales ya venían funcionando en España desde hacía más de diez años; incluso alguna, como la de Santander, desde hacía más de cuarenta años. ¿Qué escabechina no harían que hasta a los mismos responsables del Servicio, ya bien entrados los años 60's les pareció que había que frenar?
Vulpes vulpes. Zorro.
De 1954 a 1962, las Juntas abonaron premios a alimañeros por haber cazado, por lo menos, 14.470 lobos, 53.754 zorros, 3.479 gatos monteses, 4.256 jinetas, 153 linces, 4.216 alcotanes, 10.161 milanos, 2.044 halcones, 1.034 búhos, 1.207 águilas reales,... Cada vez que vayamos al campo y veamos un milano, un zorro, una jineta, un halcón o un búho hemos de mirarlos con respeto. Son unos supervivientes. Y ¿qué me diréis de la semana pasada en la que vi, en la misma tarde, zorros y milanos?
Canis lupus signatus. Lobo ibérico.
Esto sí que es un milagro. El que haya un sólo animal silvetre es el mayor milagro de la vida, pero es que han sido masacrados, perseguidos y se ha buscado su eliminación. Pues bien todavían quedan miles de ellos, afortunadamente, y ahora que cuentan con la protección oficial no debemos dejar que desaparezca ninguno. La situación es engañosa. Antes caían bajo el disparo, en el lazo, bajo el veneno de los alimañeros, con el apoyo oficial. Ahora desaparecen al compás de la desaparición de sus hábitats y áreas de campeo a impulsos de las excavadoras del progreso. Las urbanizaciones van a poner contra las cuerdas a nuestros animales. Tengo la impresión de que el riesgo es mayor, la amenaza más eficiente. La eliminación que no se consiguió durante decenas de años de ataque directo, puede llegar ser una realidad en aras al progreso.
Esto sí que es un milagro. El que haya un sólo animal silvetre es el mayor milagro de la vida, pero es que han sido masacrados, perseguidos y se ha buscado su eliminación. Pues bien todavían quedan miles de ellos, afortunadamente, y ahora que cuentan con la protección oficial no debemos dejar que desaparezca ninguno. La situación es engañosa. Antes caían bajo el disparo, en el lazo, bajo el veneno de los alimañeros, con el apoyo oficial. Ahora desaparecen al compás de la desaparición de sus hábitats y áreas de campeo a impulsos de las excavadoras del progreso. Las urbanizaciones van a poner contra las cuerdas a nuestros animales. Tengo la impresión de que el riesgo es mayor, la amenaza más eficiente. La eliminación que no se consiguió durante decenas de años de ataque directo, puede llegar ser una realidad en aras al progreso.
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