Ni me apetece escribir sobre esta Conferencia, la COP 16 y CMP 6, sobre el Clima. Otro estrepitoso fracaso. Después del relativo fracaso de la Cumbre por el Clima en Copenhague, se pusieron muchas esperanzas en la que en Cancún (Méjico) se iba a celebrar entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre del 2010. No sé lo que dirán las agencias de prensa esta tarde (la Conferencia se ha prolongado hasta este sábado día 11 para intentar configurar algún acuerdo), pero es evidente su fracaso. Es sumamente meritorio el esfuerzo de las grandes organizaciones conservacionistas, como Greenpeace, pero la incapacidad de los gobiernos para poner límites a las ansias expansivas de sus grupos económicos, deja palmariamente al descubierto la imposibilidad de evitar la emisión salvaje de gases de efectos invernadero a la atmósfera. En el año 2012 finaliza la vigencia del Protocolo de Kioto -ciudad en la que una parte sustancial de los países desarrollados y algunos emergentes firmaron un convenio por el que ponían fechas y cantidades a la reducción de emisión de gases de efecto invernadero- por lo que desde la ONU intentan cerrar un gran acuerdo mundial que permita la permanencia de límites a la emisión de los gases, de generación antrópica, que están provocando el cambio climático. Ha sido imposible concitar el acuerdo de los grandes contaminadores. ¿Qué mundo vamos a dejar a las generaciones futuras? Es una pregunta que me golpea el pecho como un puño. Quizás todos debamos tomarnos la problemática del cambio climático con mucho más rigor y exigencia. Las grandes asociaciones conservacionistas de ámbito mundial pueden, si cuentan con el respaldo civil suficiente, llegar a convertirse en el necesario contrapoder social frente al capitalismo de la economía de libre mercado. ¿O quizás, como afirma el admirado ecólogo Carlos Montes, no es posible resolver los grandes problemas medioambientales, entre ellos el del cambio climático, en tanto no se cambie el modelo económico mundial? Tengo la impresión de que este nuevo fracaso de la cumbre por el clima, una vez más, y van... parece darle la razón. ¡¡¡A las armas de la Paz, ciudadanos!!!
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