Foto 3.- Una vez se llega a lo alto de la escalera (en este caso 6 metros), se empieza a escalar por el tronco.
Foto 2.- La primera parte del árbol se sube con la escalera, asegurada por un compañero.
Foto 1.- Oteando los nidos situados en las copas de los árboles.
Ayer por la tarde se abrió una nueva ventana de buen tiempo. Hoy ya está lloviendo así que paso la tarde en casa escribiendo esta entrada. Nos fuimos al bosque a anillar pollos de garza real (Ardea cinerea). Hacía sol y la temperatura era agradable. Teníamos los árboles con nido señalados, de manera que fuimos a por los nidos árbol a árbol, pero la mala climatología de las semanas pasadas nos volvió a mostrar su peor cara. Si el sábado encontramos pollos muertos, ayer identificamos por lo menos cuatro nidos derribados días pasados, alguno de ellos con los huevos todavía dentro pero muertos. A pesar de subir y no encontrar nada en otros, nuestro escalador de cabecera consiguió, poco a poco, bajar cinco pollos de dos nidos. Preciosos, algunos con unas patas tan largas y unos dedos tan finos y con unas uñas tan afiladas como garras de bruja de cuento infantil. Anillamos durante un par de horas y a las siete y media nos retiramos para que los adultos pudiesen entrar a los nidos con la última ceba del día. Fue una tarde perfecta. Tranquila, trabajando a carril, charlando de nuestras cosas. En bosque estaba lleno de pájaros y trabajamos todo el tiempo rodeados de los reclamos del mosquitero musical, el pinzón, el pito real, el reyezuelo listado, y una decena más de aves forestales. Una bonito marco sonoro (aunque invisible) para una tarde laboriosa y feliz. Mañana os pongo las fotografías que saqué. 801811
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