Este ha sido un fin de semana totalmente naturalístico. El sábado completo, mañana y tarde, y parte del domingo, cursillo de introducción a la entomología y estudio de los lepidópteros (mariposas). El domingo por la mañana participación en el "supertesting" nacional de la biodiversidad "conmemoración 30 aniversario fallecimiento Félix Rodriguez de la Fuente".
El cursillo fue muy interesante. Dictado por un superexperto, se desarrolló muy bien hasta que se puso encima de la mesa la discusión de porqué se han de matar a las mariposas para proceder a su estudio. Hubo un intercambio de opiniones; lo que parece claro es que a las mariposas se las caza generalmente una vez que han completado su ciclo reproductivo. Se cogen ejemplares que ya se han reproducido. En ese momento, a los lepidópteros les quedan pocas horas de vida en la Naturaleza. El entomógo sólo hace acelerar un poco ese proceso. Hay incluso insectos adultos que carecen de órganos alimentadores pues, nada más llegar a la fase adulta, se reproducen y mueren sin necesidad de alimentarse. No sé, no sé. No creo ni que se les pida el carnet de identidad ni que se les vigile para ver a ver si han puesto ya los huevos o han copulado. Es un debate interesante que quedó completamente abierto: ¿legitima el estudio para el mejor conocimiento y conservación de las especies el que se maten algunos ejemplares? Es un debate de aplicación no sólo a los insectos sino también a aves y mamíferos y en general a cualquier ser vivo.
En el "supertesting" la aproximación a la biodiversidad es a través de las fotografías. Se trata de soltar a una docena de personas en un cierto hábitat para que fotografíen todo ser vivo que les llame la atención: animal, planta o fungi. Luego se ponen en común las fotografías y con la colaboración de expertos se procede a identificar todos los seres fotografiados. De esta manera se pretende conseguir documentación gráfica de todas las especies presentes en un cierto lugar. Siempre se esperan sorpresas de que alguien fotografíe un ser visto ahí por primera vez. Hoy la sorpresa ha sido ver la cantidad de orquídeas que habitan en las proderas de nuestros espacios naturales. En una pasada hemos localizado y fotografiado más de siete especies de orquídeas. La compañía de expertos ha convertido el "supertesting" en una excursión naturalística, ya que todo el tiempo nos estuvieron asesorando y explicando todo lo que veíamos. Finalmente no tuvimos tiempo de descargar las fotografías, pero lo haremos el lunes o martes. ¡El campo se abre como un libro abierto para quien sabe leerlo! De ver un campo lleno de yerbas y florecillas, acabamos identificando con su nombre y apellidos a un buen montón de plantas y animalillos. Uno de los expertos era especialista de "lo pequeño" y eso nos permitió observar avispillas parásitas, mosquitas picadoras, granos de polen, formas de fecundación de las orquídeas, etc. Cuando terminó la mañana, el grupo se había convertido en una docena de adoradores de lo pequeño. Otro día, más.
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