jueves, 13 de mayo de 2010
Félix Rodríguez de la Fuente.
Ayer por la tarde, claro, como no se puede salir a pasear por el campo ni a anillar ni a nada por este largo invierno, (hoy otra vez estamos a 7 grados y ha vuelto el frío), terminé de leer varios de los libros pendientes. Entre ellos la biografía de Félix Rodríguez de la Fuente escrita por Benigno Varillas y publicada en abril. Superrecomendable. Al terminar de leerla, entre otras muchas cosas, hay dos que me han llamado la atención y que quiero comentarte. La primera es que no lo tuvo nada fácil. Tuvo que luchar constantemente contra las opiniones de la gente tradicionalista y de la Universidad, pero sobre todo, me ha llamado la atención lo difícil que se lo puso el régimen de Franco. Yo siempre había creído que todo fueron facilidades para que fuera la voz naturalística del régimen pero qué va, ni mucho menos. Fue boicoteado, envidiado y ninguneado por el ICONA, los directivos de TVE, los ingenieros de Montes, la Universidad, Valverde, los nuevos ecologistas, etc. Pero jamás se alejó de lo que decidió era su misión. Y lo segundo es que me he quedado boquiabierto con la absoluta vigencia de su mensaje, de sus valores ecologistas. Su llamada a cambiar la relación del ser humano con la Naturaleza, su llamamiento a un nuevo paradigma de respeto e integración, no pueden ser más actuales y necesarios. ¡Y qué decir de su percepción inmediata de la importancia de los medios audiovisuales para llegar a toda la gente! Lo vió claro aún cuando al empezar no había ni 100.000 televisores en España. Un genio irrepetible.
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