Abandonando el lugar. Los árboles, cargados de nidos de milanos negros, se elevan hacia el azul del cielo. Es tanta la tranquilidad del lugar que despertamos a una pareja de jabalíes los cuales salieron resoplando y nos dieron un susto genial.
No se puede entrar fácilmente porque barreras formadas por troncos abandonados por las corrientes bloquean todos los accesos.
No se puede entrar fácilmente porque barreras formadas por troncos abandonados por las corrientes bloquean todos los accesos.
Hace un tiempo publiqué una entrada en la que presentaba, casi en secreto, un paraíso natural que habíamos descubierto. El secretismo venía justificado porque, dada su pequeña superficie, apenas cinco o seis hectáreas, una máquina de las "destrozatodo" podía deshacerlo en un par de jornadas de trabajo. Las excavadoras son la principal arma de destrucción masiva contra los hábitats y los espacios naturales. Parafraseando un conocido refrán, podemos decir que cuando una excavadora entra por la puerta, la civilización y la cultura escapan por la ventana. Los conductores de las excavadoras son los sicarios de la sociedad del "progreso". Así pues he de mantener totalmente oculta la ubicación del lugar, al que definí como un paraíso secreto, por la belleza primigenia de sus rincones. Hoy, para completar aquella entrada, publico varias fotografías tomadas por un compañero, con la esperanza de que puedan ser admiradas por ti, principal seguidora de este blog, pero que no sean suficientes para identificar el lugar.
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