Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

lunes, 17 de enero de 2011

Nunca segundas partes fueron buenas.

El viernes por la noche volví para censar el dormidero de Milanos reales (Milvus milvus) cuya visita en la tarde de la Nochevieja me produjo impresiones pajareras tan estupendas, que ya te comenté en una Entrada de este blog. Ella accedió a acompañarme. Soplaba un viento fuerte, seco, frío. Del sur. Llegamos a las cinco y media y por allí no había ni sombra viva. Revisamos más de mil metros lineales de chopera y no pudimos ver más que un pico picapinos (Dendrocopos major), tres carboneros (Parus major) y un herrerillo (Cyanistes caeruleus), despeinado por el viento entre las ramas del nogal en el que la tarde del 31 un pico picapinos nos dió un recital de posturitas. Ahora bien, eso sí, bandadas de estorninos (Sturnus sp.), cornejas (Corvus corone) y picazas (Pica pica) pasaron toda la tarde volando apresuradas de árbol en árbol. Más de cien estorninos, ocho urracas y un buen grupo de cornejas, todos vestidos del más riguroso luto, o medio luto, como en el caso de las picarazas, cubrieron de negro las rutas del cielo. Tengo la impresión de que son los únicos pájaros que van a quedar. Oportunistas, eurifagos, resistentes. Sólo se oía el ruido que hacían los vehículos que zumbaban por las carreteras y el carraspeo de las urracas. Aquel ruido de carraca que, de pequeños, imitábamos con media docena de perdigones de plomo agitados en una caja de cerillas. Hay días buenos y días malos, y hoy ha sido un día malo. Frío, las nubes oscuras corriendo por el cielo empujadas muy rápido por un viento del sur seco y frío. Nunca segundas partes fueron buenas, tampoco en la observación de las aves. Y aunque se repita el mismo sitio y la misma hora, a menudo no se repiten las mismas impresiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario