Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Despedida y cierre.

Sras. ministras, srs. ministros, dignísimas autoridades, estimadas amigas y estimados amigos, desconocidos y desconocidas varias. Los cambios de trabajo, unidos a los estudios que inicié en octubre, me están imposibilitando el mantenerme al día con el blog pajareandosantamaria. Las entradas han ido cayendo en cantidad y calidad. Antes de que se muera, prefiero matarlo. Así que esta es la última entrada. "Me llena de legítimo orgullo y satisfacción" el comunicaros que hemos pasado recientemente de las 45.000 visitas, por lo que pienso que estas entradas interesaban a alguien. Con esa responsabilidad no puedo consentir que baje la calidad del blog. En consecuencia tengo que dejarlo. Me duele hacerlo precisamente ahora, momento en el que las sombras de la pérdida de biodiversidad y de cambio global se extienden por el Planeta: Fracaso radical de la Cumbre de Durban; Canadá se retira del compromiso de Kioto; se incrementa la caza de ballenas por las culturas "tradicionales" de Europa y Asia; la mayor manada de renos de ártico canadiense (caribúes) ha perdido el ¡80 %! de sus efectivos; los dugongos siguen siendo cazados (hembras y crías sobre todo), con la disculpa de "tradición cultural", en las islas de Nueva Zelanda; el útimo ejemplar de la subespecie vietnamita del rinoceronte de Java ha sido abatido por furtivos (esta subespecie se ha extinguido);... Por otro lado, sin embargo, ahora que me estaba preparando para acometer la biología de la conservación desde un punto de vista más científico y eficiente, me da pena dejarlo. Pero bueno está lo que bien acaba; así que aquí lo dejo. Saludos a todas y todos, y gracias por los aplausos. Salud, compañer@s. Cambio y cierro.

lunes, 26 de diciembre de 2011

sábado, 3 de diciembre de 2011

¿Tiene Al Gore la culpa de la deforestación de las selvas tropicales?

Tengo dudas de que este sea así, pero la duda me corroe. Ayer estuve comiendo con un amigo y me insistió en que la culpa de la desaparición de las selvas tropicales es de Al Gore. Yo no estoy seguro, así que te cuento aquí sus argumentos y tú decidirás lo que te parezca. La insistencia de Al Gore sobre el cambio climático, el calentamiento global provocado por la emisión antrópica de gases de efectos invernadero, ha llevado a los países desarrollados, a las Comunidades Europeas, a volcar sus esfuerzos y exigencias en la utilización de biocombustibles. Esta exigencia intensiva, está haciendo que las grandes selvas tropicales sean desmontadas, destruyendo el hábitat de gran cantidad de especies de vertebrados e invertebrados, para sustituirlas por cultivos de aceite de palma, de soja y de caña de azúcar. Plantas necesarias para fabricar los biocombustibles. La expansión de las plantaciones industriales, muchas de ellas para la fabricación de biocombustibles, es la primera causa de fragmentación y destrucción del hábitat. Los hogares del orangután, de multitud de aves, de anfibios y reptiles, están siendo destruidos para plantar plantas industriales. Lo mismo está sucediendo con la eliminación de selvas tropicales para la plantación de biomasa, árboles de crecimiento rápido, para con su combustión mantener el funcionamiento de centrales eléctricas de ciclo combinado o de biomasa. Detrás de esta sustitución está también presente la amenaza de cambio climático, pronosticada por Al Gore. El impacto de la película de Al Gore Una verdad incómoda, fue extraordinario. Por esta película Al Gore recibió un Oscar en el año 2006 al mejor documental. Y en el año 2007 recibió el Nobel, y en el mismo año 2007 recibió el premio Príncipe de Asturias a la cooperación. Con este enorme impacto, la película hizo cambiar la opinión de muchos dirigentes mundiales sobre el calentamiento global. Como consecuencia se exigió la utilización de biocombustibles. La selvas de arrancan para plantar caña de azúcar. Las consecuencias son dramáticas. La biodiversidad está en peligro. ¿Tiene Al Gore la culpa de la deforestación de las selvas tropicales? Ya me dirás. Podría ser el mayor delincuente del mundo.

El bosque mediterráneo lo salvó la bombona de butano.

El consumo de carbón vegetal para calefacción, hasta los años 60's podemos cifrarlo en unos 120kg./persona y año. Teniendo en cuenta que el peso del carbón vegetal es entre el 16 y el 30% inferior al de la leña, para obtener 120 kg. de carbón vegetal, eran necesarios 276 kg. de leña. Ello hace un consumo de 276 kg. de leña anuales por persona.
Vivían en aquel momento en España 30.590.000 habitantes. Un simple cálculo nos permite calcular que el consumo de leña equivalente era de 8.500 millones de kilos de leña. O lo que es lo mismo de 8.500.000 Toneladas métricas de leña.
Básicamente, la leña se extraía de encinas y robles. Si bien también se hacía carbón vegetal con otras maderas, las de encina y roble eran las más apreciadas por ser el crabón de más alto poder calorífico-. Además del carbón, utilizado especialmente para la calefacción, también se usaba el carbón vegetal para algunos procesos industriales, fabricación de absorbe gases, etc. Es decir, el uso de carbón vegetal formaba parte de la vida cotidiana de nuestros antepasados. Su consumo dió lugar a la existencia del carbonero. Persona encargada de su fabricación y reparto. Para hacer carbón vegetal se aprovechaban especialmente las ramas de los árboles, y arbustos de madera dura. Una vez agotadas las existencias de leña menuda, se talaban los árboles para hacer carbón vegetal desmontando el tronco y reduciéndolo a fragmentos manejables, en un proceso largo, costoso y que precisaba de mucha energía.
¿Cuántos árboles de los que constituyen el bosque mediterráneo (encinas, quejigos, robles, etc.) tuvieron que sucumbir al hacha del leñador y del carbonero para subvenir a las necesidades caloríficas de una población creciente? Es muy difícil de calcular, pero es imaginable que se habrían ido ensanchando hasta liquidar el bosque, los claros creados por los carboneros. Pero en esto apareció la bombona de butano. Manejable, asequible y de gran poder calorífico. Gracias a ella, la cocina de las casas se transformó. Se hicieron más limpias. Las estufas a gas permitieron calentar las casas de una manera cómoda, segura y eficaz.
La entresaca de carbón vegetal quedó reducida a la marginal para su dedicación a las barbacoas. El bosque mediterráneo se salvó, y con él, el águila imperial, y tantas y tantas especies animales de España. La bombona de butano salvó al bosque mediterráneo.

120 kg/persona/año.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Me marché en verano y he vuelto en invierno.

Los nogales americanos que se ven desde mi ventana, cubiertos de hojas verdes cuando me fir de vacaciones, están ahora secos y sin una sola hoja. Sus ramas desnudas dejan ver los líquenes que las cubren. Pero ahí siguen los mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita), rebuscando entre las ramas los insectos de los que se alimentan. Ahí están, revolviendo entre las ramas más finas. A veces se les une un herrerillo (Cyanistes caeruleus) o algún gorrión (Passer domesticus). El gorrión es como un B-52 comparado con los herrerillos y los mosquiteros. Precisamente es eso lo que me sorprende. Con el frío que hace (esta mañana he venido a trabajar con 2ºC) ¡cómo pueden sobrevivir al invierno unos animalillos que pesarán entre 7 y 10 gramos! Son duros, pero están siempre en el filo de la navaja de la supervivencia. Una noche muy fría, después de un día con poca comida puede dar al traste con ellos y matarlos. Pero ahí están, buscando su comida y peleando contra el frío desde hace muchos miles de años, quizás más de 30.000, y las especies y las poblaciones siguen superando el difícil problema de vivir.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Fotografías de parásitos de ungulados silvestres.

El pasado día 25 por la tarde la pasamos observando por el microscopio diferentes agentes parásitos presentes en las heces de Cabra montés (Capra pyrenaica) y de vaca común. Los excrementos procedían de una recolecta por la Sierra madrileña realizada con ocasión de una investigación parasitológica en marcha y que no voy a destripar aquí.
Sin embargo, no me resisto a traer a colación las fotografías que hice a través de los oculares del microscopio con una simple cámara doméstica.
Creo que han quedado muy bien. Las traigo aquí para disfrute. Es una especie de digiscoping al revés. No me voy a meter en honduras de clasificación, pero se trata de huevos de parásitos. Y cosas así.
¡Que tengáis buen día!

La importancia que para la conservación tienen los parques urbanos.

Dice Michael L. Rosenzweig, ecólogo, apóstol de la Ecología de la Reconciliación, en su libro Win, Win Ecology (Oxford University Press, 2003) que el futuro de la conservación requiere de una nueva manera de relacionarse con el medio. Esa nueva manera de reconciliarse con el medio es, precisamente, lo que él llama Ecología de la Reconciliación. La define como la "ciencia de inventar, establecer y mantener nuevos hábitats para conservar una diversidad de especies en los sitios en donde la gente vive, trabaja o se divierte". Se conservarán los espacios que el ser humano respete porque tienen utilidad para él y las especies que sean capaces de vivir con ellos. Es una manera muy pragmática de concebir la conservación de la biodiversidad, pero creo que muy realista. Creo que tiene razón. Veo muy difícil seguir conservando inmensos espacios vacíos para la mera conservación de la biodiversidad, espacios sin seres humanos, vetados a los seres humanos, sometidos a la tremenda presión de un crecimiento desmesurado de la población y, sobre todo, de la economía de mercado.
Podríamos definir la ecología de la reconciliación como el arte de crear o conservar nuevos hábitats para conservar la diversidad de especies en donde la gente vive. "Debemos tener la sabiduría de incorporar a nuestras ciudades a todos los seres silvestres y no de negarlos".
Dentro de estas reflexiones, podemos decir que solo el 6% de las investigaciones sobre conservación de la biodiversidad se realizan en áreas urbanas. Sin embargo, tengo la impresión de que la biodiversidad se salvará cuando seamos capaces de conciliar la vida urbana con la Naturaleza.
Los pasados días 10 y 18 de noviembre pasé un buen rato al mediodía, de 14:30 a 16:30 sentado tranquilamente en un pequeño parque urbano junto a la Facultad de Ciencias Biológicas (que es ese edificio que asoma sobre los árboles en la primera fotografía). Por las imágenes que tomé, podéis imaginaros que es un pequeño espacio verde rodeado de vida urbana: coches, estudiantes, campos de deportes, semáforos, cruces de calles (Avenida de la Complutense con Jose Antonio Novais). El otoño se había hecho presente. Ambas tardes tuvieron sus ratos de sol y nubes, si bien el día 10 brilló el sol mayoritariamente. Los hinchas de los equipos femeninos de rugby que competían en las cercanas canchas de juego atronaban el aire con sus estentóreos aullidos. Como puedes suponer había ratos de silencio, en los que aquello parecía un remanso de paz, alternados con momentos de un ruido infernal de tráfico y ánimo a los contendientes.
Tomé nota de bandos de más de cuarenta palomas torcaces (Columba palumbus) posadas sobre los árboles que bajaban a la hierba en momentos de tranquilidad. Ocho grajillas (Corvus monedula) que parecían surgir del edificio de la facultad y bajaban a buscar su alimento en las zonas de césped. Una docena de gorriones (Passer domesticus) entre los matorrales y las zonas despejadas. Un par de gorriones molineros (Passer montanus) en un arbusto, justo a mi lado. Una pareja de cotorras argentinas (Myiopsitta monachus) pastando por el suelo y reclamando desde los árboles, Una pareja de pito real (Picus viridis) con sus brillantes obispillos dorados, volando entre árboles, de árbol a árbol, reclamando con su conspicuo relincho, y buscando alimento bajo los matorrales sobre el suelo. Una lavandera blanca (Motacilla alba), media docena de las sempiternas urracas (Pica pica), y varios mirlos (Turdus merula) completaban la fauna ornítica. Por el cielo surcaban grandes bandadas de más de doscientas gaviotas cada una. Por los troncos corrían agateadores comunes (Certhia brachydactyla). No pude ver más pues no llevaba prismáticos, pero había tres o cuatro especies más de paseriformes entre los árboles y los matorrales.
El segundo día la riqueza de especies era parecida. Un sabio profesor me dijo que alguno de los principales bosques está dentro de la ciudad. Parece ser que tanto el Retiro como los jardines de la Escuela Técnica Superior de Forestales y Medio Natural, mantienen unas importantísimas colonias de picogordo (Coccothraustes coccothraustes).
No cabe duda de que para todas las personas interesadas en la conservación, la investigación de la importancia que para la conservación tienen los parques urbanos y periurbanos (los paisajes humanizados en general) ha de ser motivo de reflexión. Así devolveremos a la Naturaleza algo de lo que nunca debimos arrebatarle. De esa manera quizás pueda hacerse realidad el título del libro fundacional de la ecología de la reconciliación Win-Win Ecology (Ecología del ganar-ganar): ecología en la que todos ganamos, la naturaleza y los seres humanos. Tengo la impresión de que debemos volver la vista sobre nuestras ciudades. E investigar. Creo que descubriremos que algunas especies silvestres se han instalado en ellas para no abandonarlas, porque les está yendo muy bien.

Científicos, gestores, políticos y ciudadanos.

He pasado unos días en Madrid en la Facultad de Biología de la Universidad Complutense. Las fotografías que ilustran esta entrada son del edificio de la citada Facultad. Están sacadas desde la ventana de mi habitación. O sea que vivía cerca, vamos. La convivencia cercana con profesores, investigadores y alumnos me ha sugerido algunas impresiones, una de las cuales quiero compartir contigo. Los científicos investigadores en Biología de la Conservación, están llevando sus investigaciones hasta alturas jamás vistas para estos temas en España. Están llegando a conclusiones con diagnósticos muy acertados mediante investigaciones verdaderamente sutiles y complejas. Algunas bellísimas pero difíciles de explicar.
El problema es que quienes tienen que poner remedio a la crisis de la biodiversidad, utilizando esos diagnósticos, no son los propios científicos, en general, sino los políticos y los gestores. Cuando las investigaciones de los científicos llegan a las manos y a los despachos de estos responsables, han de ser comprendidas en su totalidad y en su gravedad; pero quizás no hay personas que puedan traducir el complejo lenguaje técnico en el que están escritas en fórmulas, sencillas, ciertas pero comprensibles para gestores y políticos. Muchos gestors son buenos profesionales, bien formados, que entienden esas investigaciones. Entonces ¿por qué se hacen algunos de los destrozos que se hacen? Sería demasiado fácil de responder que por culpa de los políticos, pero ¿es esto cierto? Una buena investigación médica llega a los médicos, que se encargan ellos mismos de aplicar en su nuevos diagnósticos todo lo aprendido. En el caso de la gestión de la fauna y de la naturaleza, en la gestión de la biología de la conservación, son los políticos los que deben aplicar las medidas oportunas y los tratamientos curativos. ¿Comprenden los artículos científicos? ¿Les interesan? Es como si los que tuvieran que aplicar una nueva cirugía recién descubierta, mejorada al compás de los últimos descubrimientos, fueran los políticos. ¿Cánto se incrementaría la mortalidad en nuestros hospitales? ¡No les dejaríamos! Pues algo así es lo que sucede con la biología de la conservación. Tienen que ser los políticos los que pongan las medidas y los cataplasmas.
Tengo la impresión de que en este entramado falta un peldaño. Un nivel conformado por científicos con capacidad de gestión, con capacidad de divulgación, con capacidad de convicción. Que entiendan perfectamente el idioma de los supermegacientíficos, y sean capaces a su vez de hacérselo llegar a los responsables. En mi opinión, una de las características más imprtantes de un científico de este nivel ha de ser la de la divulgación rigurosa.
Porque finalmente, quienes van a conseguir que los políticos y los gestores hagan lo correcto para conservar la biodiversidad van a ser los ciudadanos y las ciudadanas. Ellos van a ser los que comprendan la enorme importancia que tiene el cambiar nuestra forma de relacionarnos con la Naturaleza y los espacios naturales. Necesitamos grandes divulgadores que enseñen y motiven a la ciudadanía. ¿Necesitamos un nuevo Rodriguez de la Fuente? Seguro que está formándose, ahora mismo, entre los muros de alguna facultad como ésta. Porque hacer falta, hacen falta, eso seguro.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Comiendo 30 gramos de sashimi de atún en Madrid.

La acción conservacionista internacional, mundo en el que me estoy introduciendo estos días en los que estoy de vacaciones en Madrid (España), reclama la participación de todos. Propone esfuerzos a las instituciones, desde las Grandes Instituciones Internacionales (ONU, UNESCO, FAO, etc.) hasta los gobiernos nacionales, Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, hasta a las organizaciones no gubernamentales (ONG's), a las empresas, a las comunidades locales y a los individuos. Cada esfuerzo individual, cada esfuerzo diminuto (gota a gota) se suma para cambiar el mundo. Las tareas parecen sencillas y claras: Informarnos, necesitar menos para vivir mejor, comunicar nuestras inquietudes, llevar un estilo de vida coherente, apoyar a grupos conservacionistas locales, formar parte de Asociaciones Internacionales, etc. En el año 2002, en Estados Unidos, las asociaciones voluntarias recaudaron ciento ochenta y cinco mil millones de dólares (185.000,000.000 USD). El 35% para organizaciones religiosas, el 15% para Asociaciones relacionadas con la salud, el 13% para Asociaciones de carácter educativo. Únicamente algo menos del 5% a Asociaciones conservacionistas. El compromiso parece claro y las tareas sencillas, pero no es tan fácil. El mismo sábado por la mañana me encontré a un grupo de GreenPeace que estaba difundiendo su mensaje en contra de la adquisición de pescado procedente de pesca de arrastre y, en general, de cualquier arte de pesca poco respetuosa con el Medio. Una de las especies que más riesgo de extinción corre es el atún rojo, pues los japoneses lo utilizan para el sushi y el sashimi, se considera un artículo de alto estatus y todo el personal se ha puesto en Japón a comer atún rojo crudo, como expresión de su triunfo en la vida. Ninguno consume mucho, son muchos consumiendo un poquito cada uno. Pues bien, después de saludar a los compañeros de GreenPeace, una de las Asociaciones internacionales con las que colaboro, me fui a comer a un restaurante japonés. Y allí, como aperitivo, nos sirvieron un sashimi consistente en dos pequeños trozos de atún rojo crudo. ¿Cuántas toneladas de atún rojo se consumirían el pasado sábado en el mundo, si hasta en un pequeño restaurante japonés de Madrid nos sirvieron 25 o 30 gramos de atún rojo? ¿Cuántos atunes son comidos en forma de sashimi en Madrid, Tokio, Londrés, Moscú, Nueva York, cada sábado? Me quedé pensativo. Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero. Son gestos así, sin importancia cada uno de ellos aisladamente, los que están poniendo al atún rojo contra las cuerdas de la extinción.¡Y hay gente que dice que uno solo puede hacer nada!

jueves, 3 de noviembre de 2011

Ética ambiental II

Aldo Leopold (1887-1948) aportó argumentos científicos a la conservación y éticos a la relación con la tierra. Era un ingeniero de montes y naturalista que acabó de profesor de Ecología de las Restauraciones en la Universidad de Winsconsin. En 1933 creó la sociedad naturalista Wilderness Society. Pero lo traigo aquí porque defendió una ética de nuestra relación con la Naturaleza, que creo muy avanzada. De hecho responde perfectamente a las posturas más actuales que recomiendan necesario cambiar la relación depredadora de explotación de los recursos naturales a una relación de integración del ser humano en la diversidad biológica como un ser natural más. Sugirió que había que cambiar nuestra relación con ella. Había que superar el paradigma (de raíces judeocristianas) de que la Naturaleza está ahí para que la explotemos y nos aprovechemos de ella. Lo resumía en dos frases:
"Una cosa es buena cuando tiende a preservar la integridad, estabilidad y belleza de la comunidad de seres vivos; es mala cuando tiende a lo contrario". "Una ética de la tierra cambia el papel del Homo sapiens de conquistador de la Tierra por el de mero miembro y ciudadano de la misma".

De la ética de la propiedad a la ética de la pertenencia... No me digáis que no es actual.

Ética ambiental.

Uno se va haciendo muy mayor y llega a ciertas conclusiones. Para mí, una de las más importantes ha sido legar a comprender que no vale luchar por cualquier cosa. Quizás es que soy tan mayor que creo que el ser humano debe luchar para mejorar la vida de los demás, pero eso ya sé que es difícil de entender. El hecho es que, una vez dada por supuesto esa premisa de que por algo hay que luchar, a estas alturas yo he llegado a una conclusión diferente a la Woody Allen y quiero contárosla. Él decía que solo creía en dos cosas: el sexo y la muerte. Yo no creo en ninguna de las dos. La una porque creas o no en ella llegará un buen día (al fin y al cabo la Naturaleza es así de madrastrona) y el otro porque, en mi opinión, está sobre valorado. En mi opinión el sexo puede complicar, incluso matar, una buena relación. Así pues, descartadas estas dos verdades vitales (o entimemas) de Allen, tan extendidos por otra parte, a mí me quedan otros dos: la familia (pero esa familia, la de los cachorros y los compañeros de manada) y el medio ambiente. Las únicas cosas por las que creo que es obligatorio luchar. Quizás, si hubiera más tiempo, un poco de sexo..., no sé. El hecho es que no hay tiempo para más y hay que priorizar. Las dos únicas cosas por las que creo que es razonable luchar son esas dos: la familia y la Naturaleza. Por eso, en estos días que paso en Madrid reflexionando sobre estos temas, cuando he encontrado unos argumentos de ética ambiental, me han gustado y paso a compartirlos con vosotros. Tengo la impresión de estar llegando a entender "la cosa".
Ética ambiental.
* Todas las especies tienen derecho a existir.
* Todas las especies son interdependientes.
* La Humanidad es responsable de la custodia de la Tierra.
* Hay una responsabilidad frente a las futuras generaciones.
* El respeto por la vida humana y la preocupación por los intereses humanos son compatibles con el respeto a la diversidad biológica.
* La Naturaleza tiene un valor espiritual y estético que va más allá de su valor económico.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

La refinería de petróleo de Santos de Maimona (Badajoz) al borde del abismo.

El Cuaderno 309 de la revista Quercus,correspondiente al mes de noviembre 2011, trae, entre otras, dos buenas, muy buenas, noticias para la conservación. La primera de ellas es que la Junta de Extremadura se retira como accionista de la gamberrada esa de refinería petrolífera en Santos de Maimona (Badajoz). La refinería, a la que todavía le faltaba cierto recorrido para iniciar su construcción, tiene un presupuesto previsto de 2.500 millones de euros. Tenía que construir un oleoducto desde Huelva para subir el petróleo de los petroleros hasta Badajoz, y una vez refinado, tenía que mandar la gasolina otra vez hasta Huelva. Digo, casi ná. Para ello, independientemente del impacto brutal de la refinería en Tierra de Barros, el oleoducto debía atravesar todas las tierras de las sierras de Huelva, paisajes estupendamente conservados por los que campean un montón de especies de vertebrados. La idea era de un tal Gallardo, que debe ser un prócer de las gasolineras extremeñas. Tenía en el bolsillo absolutamente a todos los políticos del PSOE de la Junta de Extremadura y de los ayuntamientos de la zona. La Junta iba a txutar ¡500 millones de euros! Ahora que se ha retirado la Junta, como también se retiró Iberdrola (que iba a poner 250 "kilos"), ya no quedan como inversores de referencia más que el BBVA y BANKIA (además de Caja Extremadura y la Sociedad de Fomento Industrial de Extremadura). Debemos animarles a que lo dejen. Parece mentira que el "progresista" PSOE apoyara una salvajada que iba a afectar desde el Guadiana hasta Doñana y que sea el "conservador" PP el que dé la puntilla al proyecto. En ese sentido es crucial la Declaración de Impacto Ambiental que tiene que aprobar o rechazar el Ministerio del Medio Ambiente (MARM). Si la informan después del 20N, a lo mejor la decisión la tiene que tomar una persona ministra del PP. De ello dependerá el jaque mate. A mí ya me gustaría que el BBVA se retirara antes ¿por qué no escribimos a Francisco González y se lo pedimos? Ese muy socialista me parece a mí que no es. (La siguiente buena noticia es que el aeropuerto de Ciudad Real, ese al que llamaban el de Don Quijote, ha dejado de operar. ¿Será posible recuperar la zona de hábitat estepario que destruyó? De esta noticia hablaremos más adelante.). Salud2, compañeros.

Postulados de la Biología de la Conservación.

La diversidad de organismos es buena.
La complejidad ecológica es buena.
La evolución es buena.
La diversidad biótica tiene un valor intrínseco.
(Michael E. Soulé, 1985)

A Michael E. Soulé se le suele considerar fundador de la Biología de la Conservación. En 1987 actuó como editor de las Actas de la Conservation Biology Conference, que él mismo había convocado. Esa publicación señala el punto de partida. A diferencia de otras Ciencias, la Biología de la Conservación es una disciplina orientada a una misión: la conservación de la diversidad biológica. Para ello engloba a otras Ciencias, tanto puras como aplicadas. Trata de agrupar y dar un estatus nuevo a las investigaciones de conservación de la biodiversidad. Trata de diagnosticar las causas de su deterioro con el fin de atenuarlas o eliminarlas. Esa es su misión. Por ello digo que es una Ciencia que tiene una misión y unos postulados de tipo ético.

Tus decisiones en el supermercado afectan al oso panda.

(Cualquier día de estos, después del día 25, completaré esta entrada. Hasta entonces. ¡Mira lo que compras! Hablaremos. El pasado día 4 completé esta entrada, pero no se me publicó porque se colgó internet. Hoy día 7 de noviembre va la tercera. Si a la tercera no va la vencida lo dejaré una temporada como estaba previsto).




Hace de esto muchos años, tantos que era el año 1833, un oscuro economista inglés publicaba un opúsculo al que titulaba "La tragedia de los comunes". Narraba en él una especie de dilema en el que situaba la acción en los pastos comunales de una ciudad imaginaria. En aquellos pastos, ganaderos y pastores locales apacentaban sus ovejas. No eran muchas así que sobraba espacio y hierba para muchas más. Cada uno de ellos fue pensando, razonablemente, que podía añadir una más a su rebaño. Y así lo hizo. Como seguía sobrando espacio, cada uno, actuando razonablemente, sin pretender un gran beneficio económico, sino aprovechar mejor los campos y aumentar algo su rebaño, fue añadiendo ovejas. Hasta que se superó la capacidad de carga y los prados se arruinaron, las ovejas murieron de inanición y los ganaderos y pastores que pudieron tuvieron que empezar de nuevo. Ninguno de ellos había tomado ninguna decisión extrema, ninguno de ellos se había extralimitado. A ninguno de ellos, ya sea como individuos o conjunto, les convenía tal destrucción. Por el contrario, los arruinó. En 1968, Garret Hardin, escribe en Science, en el número 162, páginas 1243-48, un artículo que titula precisamente así "La tragedia de los Comunes". En él amplía esa idea del deterioro imperceptible ejercido por cada uno, realizando acciones razonables, nada extremas. El subtítulo que pone llama la atención: "El (problema) del incremento de la población no tiene solución técnica, requiere una extensión de la moralidad". Se refiere al efecto sobre la Naturaleza del mero incremento de la población mundial. Él, como muchos años antes el economista inglés, consideran que decisiones razonables, acciones individuales, no concertadas, pueden acabar, sin grandes escándalos, sin grandes catástrofes, con la Naturaleza. Simplemente porque cada uno ejercemos una pequeña presión; cada una de ellas casi imperceptible, pero que acaba teniendo su efecto. Es como el pie de San Pedro en Roma. Tantas mano lo han acariciado, tantas bocas lo han besado, que el bronce del que está construída ha desaparecido. Suavemente, poco a poco. O el pilar central en el pórtico de la gloria de la catedral de Santiago. Tanto manos se han apoyado en él que han grabado allí mismo una mano. Poco a poco, nadie más que otro. Nadie utilizando un cincel y un martillo. "Entre todos la mataron y ella sola se murió". Persona a persona se puede hundir el mundo. Persona a persona se puede salvar el mundo. Gota a gota perfora el agua la roca. Las consecuencias positivas o negativas de nuestras acciones, por muy diminutas que sean, por muy intrascendentes que nos parezcan, son tremendamente importantes. Las acciones individuales, repetidas de una manera natural y con apenas esfuerzo por miles de millones de personas, son moralmente importantes, porque tienen un tremendo efecto sobre el medio ambiente. Incluso aunque nadie se extralimite, simplemente haciendo las cosas comunes racionalmente. ¿Ves ahora la relación entre el osito panda y el supermercado? Las decisiones que tomamos en nuestras compras, afectan a toda la humanidad. Algo así como el efecto mariposa.

jueves, 27 de octubre de 2011

¡Alucina, vecina! No os lo vais a creer.

Llevo en Madrid desde el día 16 de octubre, de vacaciones, y hoy es el primer día que consigo conectarme por internés. Estoy matriculado en el Máster de Biología de la Conservación de la Universidad Complutense. Las clases empezaron el día 17 de octubre y finalizan por este año el día 25 de noviembre. Así que, con las vacaciones de este año, me llega justo para asistir a clase. Estoy emocionado. No es que me sienta de nuevo como en la universidad, pues en estudios anteriores eran más importantes las actividades "extraescolares" que las propias clases, y ahora es exactamente al contrario. Únicamente me interesan las clases, los apuntes, los profesores, y nada o casi nada las actividades fuera de la facultad. Tengo un grupo de profesores expertos y esto va muy bien. Espero ir aprobando todo. Os iré informando. Esta es una entrada de prueba para ver cómo funcionan las conexiones. No me lo puedo creer (no estoy muy seguro de cómo he podido llegar a conectarme). Vale chicas y chicos, ¡la biblioteca me llama! Hoy no tengo clases por la mañana así que a estudiar.

jueves, 13 de octubre de 2011

Rincones semiocultos de la campiña alavesa (Alava. Basque Country. Spain).

Es el mismo sitio que la segunda fotografía, pero aguas arriba y por la tarde del martes 11 de octubre. La litrona flotante del ángulo inferior izquierdo permite comprobar a simple vista que la foto no está sacada en Copenhague. Había fochas (Fulica atra) y pollas de agua (Gallinula chloropus) pero imagino que no son noticia, tampoco lo serían las lentejas de agua si no fuese porque estaban en un tramo de río en el que supongo que debería correr el agua.


En el National Geographic he visto una portada similar, pero en Minesota y esto es Gobeo (Vitoria. Provincia de Álava. España). La foto es de este domingo (9 de octubre 2011).


(Tanto las fotografías como los textos son de EAR. Un amigo para el que "será un honor que una foto mía aparezca en un blog tan erudito como pajareando". El honor es mío. Gracias.).

domingo, 9 de octubre de 2011

Azolla filiculoides


Eran las ocho y cuarto de la mañana cuando llegamos al aparcamiento. El anticiclón había subido hacia el nordeste y había cerrado la brecha por la que el viernes entraron los fríos vientos del norte y la lluvia. Era sábado por la mañana y hacía frío pero no llovía. Poco a poco nos fuimos juntando todos los del grupo. A las ocho y media se repartieron las azadas y las palas con las que íbamos a trabajar. Estábamos allí como voluntarios ambientalistas convocados por la SEO/BirdLife (Sociedad Española de Ornitología) y el Centro de Estudios Ambientales del Ayuntamiento de Vitoria (CEA) para una jornada de erradicación mecánica de la planta invasora Azolla filiculoides.
La Azolla filiculoides es un helecho acuático flotante de crecimiento muy rápido. Se trata de una planta originaria de las regiones templadas y tropicales de América que está naturalizada en zonas templadas y tropicales de todo el planeta. En Europa se comporta como una planta invasora que se extiende cubriendo las aguas de ríos y humedales. En España se ha detectado, ya desde el año 2000, y se ha ido extendiendo por Cataluña, Castilla La Mancha, Extremadura (río Guadiana en Badajoz) y Andalucía occidental (Sierra de Aracena, litoral onubense). Ha llegado hasta los arrozales de las marismas del Guadalquivir y, por ahí, hasta el Parque Nacional de Doñana.
Su rápida expansión ha estado favorecida por su capacidad de multiplicación a partir de cualquier pequeño fragmento de la planta original. Su reproducción habitual es, como en todos los helechos, a través de esporas. Pero esta forma de reproducción es muy poco significativa en comparación a sus posibilidades de multiplicación masiva por esquejes. Su proliferación conlleva una cobertura total de las láminas de agua lo que causa una severa disminución de la luz en los fondos que implica una pérdida de productividad vegetal y las consecuencias tróficas de la misma. Es una planta muy nitrófila que además tiene la capacidad, gracias a su simbiosis con la bacteria Anabaena azollae, de fijar nitrógeno atmosférico. Cuando muere y cae al fondo, su abundante provisión de nitrógeno se disuelve en el agua y prepara las condiciones para la eutrofización y la anoxia de los alrededores, causando el empobrecimiento de la diversidad vegetal y faunística de la zona. Por lo tanto no es una planta bienvenida en los humedales europeos. Su utilización como fertilizante en cultivos acuáticos, como el arroz, precisamente por su alto contenido en nitrógeno, y como planta decorativa de agua fría en acuariofilia, ha posibilitado su rápida expansión por todo el planeta.
Parece ser que no es tolerante con las bajas temperaturas, por lo que en las regiones templadas gran parte muere durante el invierno. Sin embargo, los largos inviernos templados de los que disfrutamos actualmente ha favorecido su continuidad estacional. Cuando después de su crecimiento primaveral y estival desmesurado, los humedales se van secando, la planta va descendiendo hasta depositarse sobre el sustrato y cubrir con una capa verde densa y espesa, con un verde tapiz asesino, suelos, troncos, ramas, abrazándolas con una continuidad ininterrumpida (como puede verse en la primera fotografía). Es especialmente densa en zonas desprovistas de vegetación natural y alejadas de las zonas de paso de animales, cuyas pezuñas la hunden en barro del sustrato y la eliminan. Pero al mismo tiempo que la hunden, trasladan entre sus pezuñas pequeños fragmentos por todos los rincones del humedal infectado. Frente a esta proliferación vegetativa y estacional, no cabe más que la acción humana para frenar la invasión de la pequeña planta multiplicativa. Las posibilidades disponibles son la utilización de herbicidas orgánicos de síntesis, totalmente fuera de lugar en una gestión científica y razonable de los humedales; la acción biológica aprovechando algunos insectos barrenadores que se alimentan de esta planta y que son sus enemigos naturales en su América natal, pero que no son recomendables por si acaso además de este helecho llegan a encontrar jugosas nuestras espadañas y lirios acuáticos y crean un mayor problema generalizando su destrucción; por último, la retirada mecánica. Con nuestras manitas y nuestros brazitos de rosa.
A pesar de que el viento soplaba entre los árboles con una sutileza afilada y congelaba sobre la piel el sudor recién transpirado, nos dispusimos a la tareas como los amiguitos de Blancanieves. No eran enanitos, no, eran personas de crecimiento reducido. En Doñana se combate para su erradicación con voluntarios ambientales (por cierto también convocados por SEO/BirdLife) aunque con pocos resultados. Nosotros intentamos hacer lo mismo armados de azadas y palas. La idea es que, aprovechando la situación estacional de planta, depositada sobre el sustrato, retiráramos las plantas con un poco del sustrato húmedo en el que hunden sus raicillas en este momento. Nos habíamos juntado casi veinte personas. Había de todo, desde trabajadores de la industria, parados, funcionarios, personal sanitario y profesores, hasta alumnos de instituto (high school) animados a participar por su profesora de Ciencias, socia de la SEO. Aquí no hay diferencias. ¡Todos p'alante!
Empezamos levantando las capas de helecho y sustrato con la azada. El movimiento era arrancar "el tapiz", reunirlo, insacularlo, transportarlo y arrojarlo en montones para su compostaje. Posteriormente, cubriríamos los montones con una capa de plástico negro bastante gruesa. Se cree que esos montones, precisamente por el alto contenido en nitrógeno de la planta, fermentarán rápidamente y la planta morirá. Una vez inertes, los montones compostados podrán ser redistribuidos por el sustrato. El levantar la capa vegetal y el sustrato con la azada no era muy eficiente, el esfuerzo era muy grande y los resultados (medidos en m2 despejados) escasos. Además había que meter con pala los montones en los sacos y después transportarlos para arrojarlos a los montones de compostaje. Un proceso complejo, muy fatigoso y poco eficaz.
Hacían inquietante la mañana los berridos de los machos de ciervo (Cervus elaphus), de las manadas que pastan en el humedal, atacados del mal de amores. Conforme avanzaba la mañana, el sol se hacía presente y templaba, siquiera sea levemente, la atmósfera. Los ciervos se iban retirando a las espesuras y, aunque seguían berreando, el sonido salía lejano, del fondo de los bosques. El sol sacó de sus refugios a la avifauna local. Vimos decenas de cigüeñas blancas (Ciconia ciconia) y garzas comunes (Ardea cinerea). De hecho, el bosquete en el que trabajamos tenía muchos de sus viejos árboles ocupados por los nidos primaverales de garza y de cigüeña. Entre las ramas podíamos ver a familias enteras de mitos (Aegithalus caudatus) y oir sus reclamos atiplados. El pito real (Picus viridis) "relinchaba" y su voz se trasladaba de un bosque a otro. En los viejos árboles que nos rodeaban, en los de más edad, se apreciaban las marcas de su pico dejadas al excavar su nido o buscar comida. También se oyó varias veces el reclamo del pico menor (Dendrocopos minor), habitante de antiguo en estos bosques húmedos. Los humedales son auténticos reservorios de diversidad biológica. Por eso estamos obligados a su manejo, por ejemplo erradicando las especies invasoras.
Llegué a una pequeña conclusión técnica. Si la retirada mediante azada suponía un gran esfuerzo y era poco eficiente, especialmente por constar de cinco pasos (retirada, amontonamiento provisonal, insaculación, transporte y amontonamiento para compostaje) y arrastrar sustrato de una manera bastante irregular. Era preciso encontrar un sistema de mayor eficiencia. En mi opinión, la retirada con pala reúne las características exigibles para ello. En efecto, manejando una pala de punta, se puede levantar el tapiz continuo de helecho y una capa de sustrato muy medida, de forma cómoda y controlada. La pala va cortando el sustrato inmediatamente debajo de la capa verdosa. Los movimientos se reducen. Puede llegar a hacerse en solo dos: recogida y amontonamiento para compost. Quizás en alguno más, pero en todo caso eliminando el amontonamiento provisional. En el peor de los casos puede procederse a la insaculación directamente con la pala, tras de la recogida. La reducción de tiempos y de esfuerzo es notable. A ello hemos de unir que con la pala se puede recoger la capa verdosa a un ritmo de 3m2 cada cinco minutos.
Tengo la impresión de que la pala más apropiada es la pala de punta con mango muleta Ref. 5501 - MM de Industrias Bellota (Basque Country. Spain), como la que se ve en la fotografía. También podrían ser eficaces las palas con referencias 3103-MFVA y 5605-MA, de la misma empresa. No tengo dudas de que la retirada mecánica del helecho y su sustrato es la forma correcta de acometer su erradicación y creo que la herramienta de mejor rendimiento es la pala con punta. Interrumpimos el trabajo a las 11:30 horas para zamparnos (creo que es la palabra apropiada para describir la forma en la que los atacamos por el apetito que se nos había abierto) unos gloriosos bocadillos de tortilla de patata y de jamón y pimiento verde. Pero reanudamos enseguida el trabajo. El vientecillo, que no cesaba, nos enfriaba los lomos si permanecíamos quietos. Seguimos trabajando hasta las una y media, momento en el que cerramos con lámina de plástico negro los montones para compostar, y nos marchamos a limpiarnos y recoger los coches. El anticiclón resbaladizo nos dió un día de tregua al cerrar el boquete atmosférico que traía viento frío y lluvia del norte y pudimos trabajar muy bien; de forma relativamente cómoda Hoy llueve a mares, pero parece que a partir de mañana definitivamente, el anticiclón cerrará para unos cuantos días el boquete del nordeste. Volverá el sol e iluminará algunos rincones del humedal, ahora sin parte de su cobertura de muerte verde.

viernes, 7 de octubre de 2011

El anticiclón resbaladizo.

El anticiclón otoñal ha resbalado hacia el noroeste y ha abierto una puerta al este que permite la entrada de vientos del norte. Las temperaturas han bajado. Está lloviendo y hemos entrado, por fin, en el otoño. Los árboles, que permanecían quietos y como deshidratados, han empezado a desprenderse de las hojas y los frutos. Se han puesto amarillos en veinticuatro horas. Como esperábamos la caída es masiva. El anticiclón sigue ahí, por lo que puede volver a resbalar hacia el este y cerrar las puertas al otoño. Todo parece indicar que las cerrará mañana. La lluvia, el viento del oeste y las nubes han alejado a toda la fauna ornítica que se había ido sedimentando en días anteriores. Han desaparecido todas las aves de paso y hoy están solas las residentes. El ave urbana más abundante en estos momentos es la urraca (Pica pica) (pega, picaza, picaraza, burraca, mika, garsa, marica, etc.). No se ve ningún ave más. Me consta que hay palomas comunes, grajillas (Corvus monedula), gorriones (Passer domesticus), estorninos pintos (Sturnus vulgaris) y jilgueros (Carduelis carduelis), pero no se ven hoy. Están fuera o están escondidos. La semana pasada vi a la pareja de cogujadas comunes (Galerida cristata) que se han reproducido en mi barrio con un juvenil. Estaban bebiendo agua en un charco formado por la fuga de una fuente. En los árboles que se asoman a la ventana de la cocina todos los días pasados gorgeaban los jilgueros sus cantos líquidos y se refugiada una numerosa familia de pardillos (Carduelis cannabina). Incluso los carboneros (Parus major) se atrevían a tomar comida a los pies de los transeúntes. Era un magnífico muestrario de fauna urbana residente. Hoy solo quedan las urracas. Muchas, calculo más de cien parejas en la ciudad. Han de suponer una carga depredadora tremenda para los pequeños pajarillos cuando están los huevos recién puestos o las crías en los nidos arbóreos. Pero eso será en primavera.
Para primavera la que se está viviendo en casa de unos amigos. Han tenido dos niños a la vez. Fue el día 30 de septiembre, día de mi cumpleaños. Y del cumpleaños de su abuela. No olvidaremos la fecha. Dos pollicos pequeñicos, en el nido, con su madre. Enhorabuena y ¡¡¡bienvenidos!!! A ver si somos capaces de dejaros un mundo mejor que el que nos acogió hace algunos años.
El anticiclón puede resbalar esta noche hacia el este y bloquear el agujero atmosférico que da paso a los vientos del nordeste y a la lluvia. Y nos vendría bien, porque mañana por la mañana hemos quedado para arrancar la planta alóctona invasora Azolla filiculoides (una de las más agresivas) de unos humedales próximos a la ciudad. La cita es a las 08:30 horas y como esté lloviendo... Pero bueno ¡siempre p'alante! Luego dirán que la ciudad no es un ecosistema. ¡Si está llena de vida! Solo hay que saber mirar. Las estaciones, el anticiclón resbaladizo, las aves urbanas, la vegetación autóctona e invasora... todo ello forma parte de ese gran ecosistema urbano. La Naturaleza está llamando continuamente a la puerta de la ciudad. En cuanto se deja de usar herbicida, las plantas se asoman vivaces por entre las grietas del asfalto. ¡No somos más que campesinos viviendo en un decorado de cartón piedra. Nuestras raíces siguen en la tierra!

viernes, 30 de septiembre de 2011

Este extraño anticiclón otoñal.

En el décimo álbum de las aventuras de Tintín, La estrella misteriosa, las primeras páginas están dedicadas a un meteorito que se acerca a la Tierra. Conforme se acerca, cada vez hace más calor en nuestro planeta. La gente por la calle se cubre la cabeza, aunque sea con un pañuelo con cuatro nudos, pero, a pesar de todo no pueden hacer nada para evitar el tremendo calor que aumenta y aumenta. Son muy expresivas las viñetas de la gente sudando, el asfalto derritiéndose y los metales ardientes. Cuanquier "tintinólogo", y cualquier aficionado a los cómics. lo recordará. No se puede sentir, pero puedo asegurar que el aire, en la historieta, es ardiente y el olor a calor es veraniego. No lo saco de las propias historietas, pero puedo asegurarlo porque ahora mismo, está ocurriendo lo mismo en Vitoria, pequeña ciudad del norte de España. Aquí no se debe a un meteorito errante, sino a un extraño anticiclon otoñal. El resultado es el mismo: el sol ardiente, el aire como de fuego, los metales dejados al sol ardiendo, los coches convertidos en hornos. Hace tres o cuatro semanas se ha instalado sobre la Península Ibérica un anticiclón que impide la entrada de las borrascas atlánticas, con sus vientos del norte, a las que desvía hacia las islas británicas. El calor es tremendo ¡en Vitoria!, ciudad a la que los naturales de las capitales próximas denominan "Siberia"por sus bajas temperaturas. Los árboles están perdiendo sus hojas por un tremendo estrés hídrico, el suelo está cubierto de castañas desde hace un mes. Están como paralizados. Aunque muchas caen todos los días, están cubiertos de hojas amarillentas y castañas secas. En cuanto empiece a soplar el viento, van a caer en masa. Si algo de viento sopla es del sur, tórrido. La hierba está seca. No es como cuando las gramíneas se agostan, porque ha terminado su ciclo, amarillean y cambia su fisonomía. No, la fisonomía de la hierba se mantiene, incluso el color, pero está como deshidratada. Cruje cuando la pisas. Como si se tratara de hojas secas. Está siendo un proceso muy curioso, que no puede de dejar de causar impresión en este naturalista aficionado. La historieta de Tintín acaba bien. El meteorito acaba pasando cerca de la Tierra, pero no se estampa contra ella. La vida sigue. Solo un pequeño fragmento impacta a la altura de las costas de Escocia. Ahí empieza la aventura. ¿Cómo acabaremos nosotros? De momento la previsión meteorológica de la Agencia Vasca de Meteorología, Euskalmet, prevé para hoy en el País Vasco "cielos despejados e incremento del viento de componente sur. Las temperaturas no experimentarán cambios significativos y volverán a llegar hasta los 30º C en las horas de más calor. Las mínimas subirán hasta los 15ºC". Uno no puede dejar de pensar si estará llegando hacia nosotros un meteorito gigante, como en la historieta de Tintín, o serán heraldos del calentamiento global. Esa es ya otra historia...

lunes, 26 de septiembre de 2011

Wangari Maathai ha muerto.

Wangari Maathai ha muerto a los 71 años este 25 de septiembre del 2011, domingo, en Nairobi a causa de un cáncer, según ha informado hoy el movimiento que ella fundó Green Belt" (Cinturón Verde). Según la nota que este Movimiento ha hecho pública, la muerte de Maathai es "una gran pérdida para todos los que la conocían y admiraban su determinación para hacer un mundo más pacífico, más sano y un lugar mejor". STTL. Wangari Maathai, la primera mujer africana Premio Nobel de la Paz, nació en Ihithe, en el distrito de Nyeri, en Kenia, el 1 de abril de 1940. Este año había cumplido pues 71 años. En el año 2004 recibía el Premio Nobel de la Paz por sus permanentes campañas en pro de la Paz en África a través de la plantación de árboles. Después de años de persecución y lucha en la calle, esta doctora en Biología fue elegida miembro del Parlamento keniano, con un resultado arrollador, en el año 2003. Con ello sus ideas y su activismo medioambiental adquirió una dimensión extraordinaria y su voz fue escuchada en todo el mundo. Actualmente era Diputada del Parlamento y Ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno keniano. En 2005 se convirtió en la primera presidenta del Consejo Económico, Social y Cultural de la Unión Africana.

A partir de la concesión del Premio Nobel manifestaba que "también plantando árboles se puede allegar la Paz. La Paz duradera, la de la Justicia. La Paz en la Tierra depende de nuestra capacidad de extender nuestro entorno habitable. La disponibilidad de árboles mejora las posibilidades de vivir de una manera digna de las comunidades rurales".

Agotadas por la esquilmación constante de sus recursos naturales, hay zonas enteras de África que literalmente se mueren de hambre después de haber sido arrasadas. La Naturaleza se muere, arrastrada la tierra fértil por las aguas, a las que la vegetación eliminada ya no retiene. Ella decía que conservando la Naturaleza y ampliando los bosques, era posible sacar de la pobreza a los grupos más desfavorecidos. Ella identificó como una causa de la pobreza de las mujeres africanas la deforestación y la consiguiente desertización. "Cuando era niña me impresionaba una enorme higuera que había cerca de nuestra casa. Mi madre me había dicho que no se podía cortar. No lejos de ese árbol estaba el nacimiento de un arroyo, al que yo iba a buscar agua a mi madre. Cuando la higuera fue talada, el arroyo se secó. Mis hijos nunca verán la enorme higuera. Nunca verán el arroyo. Cuando visito este pequeño valle de mi infancia, siento que la tragedia se abate sobre la tierra que pisan mis pies. Contemplo barrancos que me hablan de erosión del suelo. En la cara de los habitantes locales se refleja el hambre. La leña escasea, porque se han cortado los árboles. Por eso quiero luchar contra la tala indiscriminada de los árboles, la erosión del suelo, la desertización, la contaminación del agua; y también contra la pobreza, el hambre, la esclavitud de la mujer, condenada a caminar horas y horas en busca de leña para cocinar". Maathai no sólo protege el medio ambiente; su estrategia consiste en asegurar y fortalecer las bases para el desarrollo económico sustentable.
Creó el Programa Green Belt (Cinturón verde) para la reforestación y, junto con la reforestación, la liberación de la mujer y su educación. El movimiento, hasta el momento, ha plantado más de ¡100 millones! de árboles. Se ha extendido por toda África. El Programa es llevado adelante mayoritariamente por mujeres. Al recibir una paga por el trabajo de criar y plantar árboles, tienen mejores posibilidades de atender a sus hijos. En África todas las acciones de desarrollo tienen que ser encomendadas a las mujeres. Los hombres se gastan los recursos económicos, se los beben, los fuman o los gastan en prostitutas. La reforestación estabiliza las corrientes de agua, permite acceder a la leña cerca de los hogares y ello permite a las mujeres tener más tiempo libre para dedicarlo a su formación, a la agricultura y a sus hijos. El movimiento no ha dejado de crecer. Tanzania, Uganda, Malawi, Lesotho, Zimbabwe o Etiopía lo han iniciado con éxito. Su objetivo son MIL MILLONES DE ÁRBOLES PARA ÁFRICA. En la actualidad más de 900.000 mujeres rurales se esfuerzan por establecer viveros y plantar árboles. Ella lo inició. Ahora el movimiento debe continuar sin su presencia física. Siempre les acompañará su decisión, talento y fuerza de voluntad. STTL.

Bibliografía Wangari Maathai en español:

1.- EHLERT, Stefan. Wangari Maathai. Editorial Icaria. Intermón-Oxfam. Colección Encuentro. Barcelona, 2006. 156 Pp.

2.- MAATHAI, Wangari. Unbowed. 2006. Hay traducción española: Con la cabeza bien alta. Traductora Silvia Pons. Editorial Lumen. Random House. Mondadori, S.A. Barcelona, 2007. 406 Pp.

Webs de interés:

Wangari Maathai Foundation.

PNUMA. La campaña de Mil Millones de árboles. (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente).

UNESCO.org

greenbeltmovement.org

domingo, 25 de septiembre de 2011

Subiendo al convento de San Vitores (Fresno de Río Tirón. Burgos. España)

Por la tarde nos fuimos a pajarear por otra parte. Nada está muy lejos, como se puede observar por la fotografía. En ella se ve el punto en el que se encuentran el río Retorto y el río Tirón. La foto está sacada desde la subida al convento de San Vitores y en ella se ve el soto y el bosque galería a solo unos centenares de metros. Pero la separación faunística es apreciable. A las especies propias del soto, las sustituyen aves de "secano". Durante la hora y pico que estuvimos subiendo y bajando por la ladera que se eleva hasta el convento, hasta el páramo, anotamos un macho de collalba gris (Oenanthe oenanthe), probablemente el último de la temporada; un bando compuesto por diez perdices rojas (Alectoris rufa); un macho de tarabilla común (Saxicola torquatus) en lo alto de un plantón crecidito de un pino. Por encima de nuestras cabezas cruzaban volando aves que combinan los varios hábitats de la zona: páramo y laderas de subida al mismo, de vegetación xerófila y matorral bajo con alguna repoblación de pino; fondo de valle de tierras agrícolas y matorral disperso; y los sotos fluviales. Así, nos cruzaban los habituales busardos ratoneros (Buteo buteo) de la zona, llegamos a contar seis distintos. Las cornejas (Corvus corone), de las que contamos siete que parecían deseosas de atacar al bando de perdices. Los inevitables papamoscas cerrojillos (Ficedula hypoleuca), que este fin de semana estaban presentes en todos los hábitats, perchaban en cualquier lugar: cables telefónicos y de luz, matorrales de las cunetas, arbolitos que bordean el camino, etc.
Junto al camino, otra de estas aves que cambian de un hábitat a otro, el pito real (Picus viridis). Saltó a nuestra izquierda, "relinchó" en un bosquete de encinas próximo y se dejó caer en una mancha de media docena de árboles "decorativos": falsa acacia y olmo. Allí se colocó en uno de los troncos y pudimos observarlo tranquilamente. Relumbraba su obispillo dorado. Y sus manchas rojas y verdes.
Las siete cornejas se unieron y sobrevolaban amenazadoras la bandada de perdices. Había en ella cuatro o cinco mucho más pequeñas que las demás. No sé si las cornejas son una amenaza para estas aves jóvenes pero, creo, que está abierta la veda y que se pueden cazar las perdices. O quizás todavía está vedada su caza, pero se abrirá en breve. Tengo la impresión de que ese precioso bando de casi una docena de perdices rojas será tiroteado sin compasión y deberá cambiar de refugio una y otra vez volando hasta la extenuación. Si para la primavera, para la estación reproductora, queda alguna será de milagro. En fin, son las cosas de la civilización y el progreso: reventar a cartuchazos a un ave silvestre, dura, fuerte, austera, adaptada evolutivamente a estos secarrales, pero a la que no le prueba nada bien el plomo.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Falco subbuteo. Fresno de Río Tirón (Burgos. España). Hobby. Spain.

Esta mañana temprano nos hemos ido a pajarear recorriendo las orillas pedregosas del río Tirón a su paso por Fresno de Río Tirón, localidad del norte de Burgos (España). La mañana ha empezado bien. Nada más llegar nos han recibido unas cuantas bandadas de jilgueros (Carduelis carduelis), que aquí llaman "colorín", que estaban animando la enramada con sus cantos líquidos. Poco después, ya calmada la zona y con nosotros tranquilamente sentados, han empezado a aparecer los papamoscas cerrojillos (Ficedula hypoleuca). Este fin de semana es el pájaro más abundante en este rincón castellano. Del tamaño de un gorrión, pero más estilizado, son innumerables. Decenas y decenas. Supongo que están en paso hacia sus cuarteles africanos de invierno. El papamoscas cerrojillo pasa esa estación en el oeste de África. Es infatigable, perchado en una rama o en los cables de la luz, continuamente se lanza a capturar insectos al vuelo. Es inconfundible con su librea marrón oscura, casi negra, y sus manchas blancas. Las hembras y los jóvenes son un poco más borrosos. Pero todos hacen los mismos gestos: a menudo levantan la cola y chasquean un ala hacia arriba.
La mañana ha amanecido nublada y con rastros de haber llovido durante la noche, pero el cielo se ha ido despejando y ha terminado siendo una mañana resplandeciente. En un arroyito lateral al cauce principal, una lavandera cascadeña (Motacilla cinerea) se afanaba cazando insectos o sus larvas entre los cantos rodados. Desde lejos se ha levantado una garza real (Ardea cinerea) que se ha instalado sobre las ramas de un sauce. Nos hemos puesto en marcha, con el sol ya calentando a fondo, y de los árboles próximos se han levantado dos cornejas (Corvus corone) y un busardo ratonero (Buteo buteo) bastante claro, que parecían volar juntos, pero, en realidad solo han coincidido en alejarse rápidamente de nosotros. De entre los altos sauces, una bandada de nueve palomas torcaces (Columba palumbus) se ha lanzado a volar. Jilgueros y verdecillos (Serinus serinus) nos iban abriendo la marcha e informando a todos de que llegaban unos seres humanos. Tengo la impresión de que están bastante perseguidos y machacados, porque no nos dejaban acercarnos ni a treinta pasos.
En esta foto hay un alcotán europeo. Si cliqueas sobre ella creo que lo podrás ver bien.

En lo alto una falconiforme alternaba picados y planeos. Los prismáticos nos han permitido verla con todo detalle. Era un alcotán europeo (Falco subbuteo) sobrevolando con bastante tranquilidad la zona. No podía verle bien qué hacía con los planeos y los aleteos, pero por fin he visto perfectamente que cazaba libélulas con las patas y las devoraba al vuelo. Picaba para atraparlas y luego las devoraba planeando más tranquilo. Cuando he comparado mis notas con la Guía de Aves de Svensson ( 2ª edición. Ediciones Omega, Barcelona 2010), he encontrado, en la página 119 dibujada ¡exactamente la misma escena que acababa de ver en directo! Un alcotán alimentándose de libélulas al vuelo. " En un día calmado de verano", dice la guía al pie de la imagen. Aquí ya era otoño, pero el día estaba calmado y completamente despejado.
La biodiversidad se completaba con multitud de lagartijas grandes y pequeñas de la especie ibérica (Lacerta hispanica), ranas comunes juveniles, libélulas verdes preciosas. De insectos voladores ni te comento, los insectívoros tenían la comida asegurada para varios días. Un buen sitio para preparar el salto hacia África que tienen que dar muchas de estas pequeñas avecillas. El alcotán no se alimenta exclusivamente de insectos. Recuerdo un atardecer de septiembre en el que estaba colaborando con un anillador experto anillando golondrinas (Hirundo rustica) en el seno del Programa europeo Swallow. Mirábamos inmensas bandadas de golondrinas preparándose para echarse a dormir en los carrizales junto a los que las esperábamos con las redes japonesas extendidas. Un alcotán que viajaba junto a los bandos, se lanzó y capturó a una golondrina que devoró sin dejar de volar. Finalmente él también cayó en las redes. Pudimos comprobar las grandes garras y las largas uñas, como de acero negro, perfectas para cazar al vuelo. De allí se marchó para África con una anilla en el tarso. También aquí, sobre los tejados de Fresno he visto en un mediodía de julio, canicular, cómo un alcotán capturaba a un vencejo al vuelo. Me pareció que después un gran grupo de estas aves le persiguió y lo alejaron de la zona. Poco a poco hemos ido saliendo del bosque galería y nos hemos encaminado hacia casa. Nos rodeaban los cantos y reclamos de currucas capirotadas (Sylvia atricapilla) y algún verderón (Carduelis chloris). Y, por supuesto, desde los cables de la luz, papamoscas cerrojillos continuaban sus vuelos y contorsiones aéreas para capturar insectos. Una bonita mañana.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Avecillas viajeras desde mi ventana.

Ahora mismo estoy viendo diez o doce mosquiteros ibéricos (Phylloscopus ibericus) o comunes (Phylloscopus collybita) alimentándose en los árboles que hay en el jardín. Corretean a una velocidad endiablada de rama en rama, de hoja en hoja. Como no puedo distinguir con certeza de qué especie se trata no sé si están llegando a se están marchando. En cualquier caso algunos seguro que están de paso. La entrada principal del edificio están flanqueada por tres o cuatro nogales americanos cuyas hojas deben estar llenas de insectos, porque los mosquiteros están enloquecidos. Saltan, se revuelven y se cuelgan para estudiar el envés de las hojas. Se lanzan hacia otras ramas. desde luego hacen honor a su genérico de Phylloscopus. Auténticos escrudriñadores de hojas. Las fotos las he sacado desde las ventanas del currelo. Los árboles están amarilleando. El mosquitero común inverna en el entorno mediterráneo y sus pasos postnupciales hacia el sur, en esta zona, son de septiembre a noviembre. El mosquitero ibérico ha pasado en la Península ibérica el verano y ahora está marchando hacia África. Cuando estuvimos estudiando el avión zapador (Riparia riparia) en el Parque de las Aves del Djoudj, en Senegal, en invierno, eran comunes allì. Sus pasos postnupciales por esta zona se centran entre septiembre y noviembre. Pero éste llega hasta África después de haberse reproducido aquí o más al norte de Europa, mientras que el común se queda a pasar el invierno en el entorno mediterráneo y se le puede ver todo el año.
Unos y otros llevan ya varios días por aquí, quizás desde la semana pasada. A menudo se posan en las mismas ramitas papamoscas cerrojillos (Ficedula hypoleuca) que las utilizan como perchas para saltar desde ellas y capturar insectos al vuelo. Este año hay muchos papamoscas, no sé si es que este sitio es bueno para los insectos y se concentran aquí, o es que hay muchos papamoscas. La verdad es que el espectáculo es muy variado y de sesión continua. La pena es que últimamente tengo bastante currelo, pero hoy me he venido con la cámara de fotos y los prismáticos para invadir un poco con más detalles su intimidad. Ha sido un "recreo" divertido que he aprovechado para hacer unas fotos de los nogales.




El papamoscas cerrojillo también es migrador transahariano. Concentra sus pasos aquí de mayo a octubre. En los árboles de este jardín se le lleva viendo desde primeros de septiembre. Muy abundante. Aquí se están cebando para seguir el viaje. Hay días que hay una concentración mayor. Parece como si sedimentaran. En este final de verano no ha habido tormentas ni grandes ventoleras que justifiacran esa sedimentación, pero sí ha habido notorias tormentas magnéticas que han sido muy notables en varias fechas (han supuesto alteraciones sensibles en las telecomunicaciones de los servicios de emergencia, crepitaban las radios y se notaban rayas y "nieve" en los televisores) coincidentes con las grandes protuberancias solares que se han producido.




Los grandes viajeros de la Naturaleza ya se han puesto en marcha. Les deseo el mejor viaje.


jueves, 22 de septiembre de 2011

Bienvenida al otoño.

No me gusta que la literatura relacione siempre el otoño con la melancolía. ¡Si es la estación de la belleza madura! de la maravillosa fruta, de la uva moscatel, del vino nuevo, del patxarán y las setas. Los bosques vistiéndose de dorado y ocre componen, probablemente, las imáenes más bellas de la Naturaleza. Se echa a dormir, se viste con su mejor traje de noche, se cubre de pan de oro y nos invita a acostarnos con ella. ¡Ahí es nada!
Por eso, para dar la bienvenida a la estación que más dones y regalos derrocha. Para reconocerle su prodigalidad; y para alejarme de la melancolía, hoy os traigo aquí un poema alemán antiguo. Fue escrito hacia 1720 por Salomo Franck, poeta oficial de la corte del duque de Weimar. A este poema puso música Johan Sebastian Bach en la cantata "Weichetnur, Batrübte schatten" (Disipaos, tristes sombras), con número de catálogo BWV 202. Según diversos autores, como Vega Cernuda, fue compuesta para la celebración de una boda de primavera y añaden que debió nacer por encargo de una familia de la alta burguesía, con buena situación económica y cultural. No tenía yo la impresión de que Bach fuera un compositor caro, pero según esto parece que sí. No sé, a mi me parecía que era un inmenso músico en el cuerpo de un hombre humilde.
Esta entrada va dedicada para ti, mi belleza madura y serena. ¡Contra los agoreros de la melancolía otoñal reivindiquemos la eterna primavera del amor! ¡Qué mejor para festejar la llegada del otoño que alegrarnos como se canta a la primavera! Para soprano, oboe, cuerdas y bajo continuo.
¡Disipaos, tristes sombras!
¡Heladas y ventiscas, aplacaos!
Es del agrado de Flora
consentir que en los corazones
impere solo la alegre felicidad,
pues con ella llegan las flores.
El mundo se renueva,
montañas y valles
son reunidos por la Gracia con redoblada belleza;
los fríos días ya se han ido.
Febo cabalga con corceles veloces
a través del mundo renacido.
Sí, porque le complace
convertirse él mismo en amante.
De ahí que Amor busque su propio placer
cuando la púrpura ríe en las praderas,
cuando el esplendor de Flora se manifiesta en toda su majestad,
y cuando en su reino,
igual que ocurre con las bellas flores,
también los corazones triunfan ardorosamente.
Cuando las brisas de la primavera
vagan y soplan por los campos multicolores,
suele también Amor andar a hurtadillas
para contemplar sus propios adornos,
los cuales, según se cree, se manifiestan
siempre que un corazón besa a otro.
Y en eso consiste la felicidad,
en que por un alto regalo del destino
dos almas consigan una joya,
en la que brillan la salud y la prosperidad. (.../...)