Ahora mismo estoy viendo diez o doce mosquiteros ibéricos (Phylloscopus ibericus) o comunes (Phylloscopus collybita) alimentándose en los árboles que hay en el jardín. Corretean a una velocidad endiablada de rama en rama, de hoja en hoja. Como no puedo distinguir con certeza de qué especie se trata no sé si están llegando a se están marchando. En cualquier caso algunos seguro que están de paso. La entrada principal del edificio están flanqueada por tres o cuatro nogales americanos cuyas hojas deben estar llenas de insectos, porque los mosquiteros están enloquecidos. Saltan, se revuelven y se cuelgan para estudiar el envés de las hojas. Se lanzan hacia otras ramas. desde luego hacen honor a su genérico de Phylloscopus. Auténticos escrudriñadores de hojas. Las fotos las he sacado desde las ventanas del currelo. Los árboles están amarilleando. El mosquitero común inverna en el entorno mediterráneo y sus pasos postnupciales hacia el sur, en esta zona, son de septiembre a noviembre. El mosquitero ibérico ha pasado en la Península ibérica el verano y ahora está marchando hacia África. Cuando estuvimos estudiando el avión zapador (Riparia riparia) en el Parque de las Aves del Djoudj, en Senegal, en invierno, eran comunes allì. Sus pasos postnupciales por esta zona se centran entre septiembre y noviembre. Pero éste llega hasta África después de haberse reproducido aquí o más al norte de Europa, mientras que el común se queda a pasar el invierno en el entorno mediterráneo y se le puede ver todo el año.
Unos y otros llevan ya varios días por aquí, quizás desde la semana pasada. A menudo se posan en las mismas ramitas papamoscas cerrojillos (Ficedula hypoleuca) que las utilizan como perchas para saltar desde ellas y capturar insectos al vuelo. Este año hay muchos papamoscas, no sé si es que este sitio es bueno para los insectos y se concentran aquí, o es que hay muchos papamoscas. La verdad es que el espectáculo es muy variado y de sesión continua. La pena es que últimamente tengo bastante currelo, pero hoy me he venido con la cámara de fotos y los prismáticos para invadir un poco con más detalles su intimidad. Ha sido un "recreo" divertido que he aprovechado para hacer unas fotos de los nogales.
El papamoscas cerrojillo también es migrador transahariano. Concentra sus pasos aquí de mayo a octubre. En los árboles de este jardín se le lleva viendo desde primeros de septiembre. Muy abundante. Aquí se están cebando para seguir el viaje. Hay días que hay una concentración mayor. Parece como si sedimentaran. En este final de verano no ha habido tormentas ni grandes ventoleras que justifiacran esa sedimentación, pero sí ha habido notorias tormentas magnéticas que han sido muy notables en varias fechas (han supuesto alteraciones sensibles en las telecomunicaciones de los servicios de emergencia, crepitaban las radios y se notaban rayas y "nieve" en los televisores) coincidentes con las grandes protuberancias solares que se han producido.
Unos y otros llevan ya varios días por aquí, quizás desde la semana pasada. A menudo se posan en las mismas ramitas papamoscas cerrojillos (Ficedula hypoleuca) que las utilizan como perchas para saltar desde ellas y capturar insectos al vuelo. Este año hay muchos papamoscas, no sé si es que este sitio es bueno para los insectos y se concentran aquí, o es que hay muchos papamoscas. La verdad es que el espectáculo es muy variado y de sesión continua. La pena es que últimamente tengo bastante currelo, pero hoy me he venido con la cámara de fotos y los prismáticos para invadir un poco con más detalles su intimidad. Ha sido un "recreo" divertido que he aprovechado para hacer unas fotos de los nogales.
El papamoscas cerrojillo también es migrador transahariano. Concentra sus pasos aquí de mayo a octubre. En los árboles de este jardín se le lleva viendo desde primeros de septiembre. Muy abundante. Aquí se están cebando para seguir el viaje. Hay días que hay una concentración mayor. Parece como si sedimentaran. En este final de verano no ha habido tormentas ni grandes ventoleras que justifiacran esa sedimentación, pero sí ha habido notorias tormentas magnéticas que han sido muy notables en varias fechas (han supuesto alteraciones sensibles en las telecomunicaciones de los servicios de emergencia, crepitaban las radios y se notaban rayas y "nieve" en los televisores) coincidentes con las grandes protuberancias solares que se han producido.
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