Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

lunes, 28 de febrero de 2011

Los nombres científicos de la graja y del buitre leonado.

El buitre leonado, la más popular y abundante de las carroñeras ibéricas, recibe el nombre científico de Gyps fulvus. Como todos los nombres científicos, desde que los sistematizara el científico sueco Linneo, está compuesto de dos palabras. La primera, siempre escrita con mayúscula, es el género. La segunda, siempre con minúscula, nombra la especie. Los animales y las plantas no saben que se llaman así. Ni tan siquiera se han llamado siempre así. Los seres vivos se llaman así, porque las personas dedicadas a la Ciencia les han puesto ese nombre, buscando facilitar su identificación. Y buscando, sobre todo, que cualquier científico, en cualquier lugar del mundo, sepa de qué especie hablamos cuando nombramos científicamente a ese animal o planta. Los nombres comunes no sirven para este deseo, pues en cada país, en cada pueblo del mundo mundial, las personas dan nombres "populares" a los diferentes seres vivos con los que conviven. Para inventar sus nombres, las personas de Ciencia utilizan el griego y el latín, lenguas en las que, durante cientos de años, se han escrito los libros de Ciencias (de hecho Linneo firmaba sus obras como Carolus Linneus). Con palabras de esos idiomas mezcladas, y en latín y griego "macarrónicos" (hoy ya no quedan apenas científicos que sepan latín y griego correctamente) nombran características reseñables de esos seres vivos como el color, la forma, el parecido, sus costumbres. O los relacionan con la mitología griega, los dioses latinos, etc. Gyps viene del griego gups que significa buitre. Gups, a su vez, viene de guros que significa curvo, redondeado. Los griegos utilizaban esta palabra para designar al grifón, animal mítico compuesto de cuerpo de león, y alas y cabeza de águila. Grups, del que deriva guros, significaba redondeado con el sentido de afilado en referencia no a las garras, sino al pico, afilado y formidable. En griego clásico, buitre se decía gups, palabra muy próxima a grups, que tenía también el sentido de ave que se puede utilizar para predecir el porvenir. Por lo tanto el Gyps científico procede de la familia semántica griega gups o grups y lo mismo puede hacer referencia al pico temible como a ave de buen agüero.
En la civilización greco-latina, el buitre era ave adivinatoria consagrada al dios Apolo. Los presagios y los augurios se derivaban de los caractéres de su vuelo. De esta manera, para la fundación mítica de Roma, cuentan que Rómula y Remo utilizaron los buenos presagios producidos por el vuelo de los buitres. Remo, situado sobre la colina del Palatino vió pasar seis buitres, mientras que Rómulo, situado sobre el monte Aventino, vió pasar doce. Por lo tanto Roma fue edificada allí en donde los presagios se mostraron más favorables: sobre el Aventino. La verdad es que ahora Roma ocupa el Aventino, el Palatino, el Quirinal y todos los montes o colinas que rodean Roma y no parece que nadie haya hecho mucho caso de los presagios, buenos o malos, de las nuevas ubicaciones. Y todo va bien, o no, pero no depende de los buitres sino de Berlusconi.


En el imaginario cristiano recogido en los bestiarios medievales, el buitre se reproducía sin cópula. Esta facultad, tan virtuosa a los ojos de los autores medievales, tan desconfiados en todo lo relacionado con la sexualidad, junto al hecho de que a pesar de alimentarse de cadáveres se mantenía siempre limpio, le semejaba ¡a Cristo! (estos santos medievales estaban todos locos. Como ya se sabe la abstinencia sexual y la religión llevan a la locura), cuyo nacimiento también estuvo exento de coyunda carnal. Pero, contradictoriamente, otros autores situan al buitre como un pecador, precisamente por sus hábitos alimentarios, que les suscitaban repulsión.


Fulvus es palabra tomada por los científicos del latín. En latín fulvus significa "del color del león".
El castellano tomó este significado directamente para definir el nombre "oficial" de esta especie de buitre, y por ello se le denomina buitre leonado.

El peculiar córvido al que oficialmente en castellano se denomina graja, ha sido denominado Corvus frugileus por las personas de Ciencia. Escasísimo en España, únicamente lo podemos encontrar en la ciudad de León y alrededores. En esta zona parece que podemos contar con unas 1.800-1.600 parejas. Si bien alguna vez, aparece algún ejemplar o pequeña bandada en la localidad riojana de Casalarreina. Es córvido relativamente abundante en centroeuropa e islas británicas. ¿Por qué en España sólo se da en León? Hay varias teorías sobre ello, pero nada que podamos decir con más o menos certeza.

El nombre genérico Corvus, los científicos lo han tomado directramente del latín. En latín Corvus era la palabra utilizada para significar cuervo. El específico frugileus viene del latín, en donde significa "el que recoge granos". Esta costumbre del ave no había pasado desapercibida tampoco para los antiguos griegos. El nombre griego de esta ave era spermologos, que quería decir "el que picotea los granos esparcidos".


El nombre castellano graja, procede del latín Gracula, que significa charlatán. En Hispanoamérica, la palabra graja está relacionada a una idea de olor nauseabundo. Una mezcla de olor de sudor, producido tanto por animales como por plantas. En otros países (Francia, Portugal), sus nombres oficiales hacen referencia a la cabeza calva que tiene. En fin, un ave sospechosa.

Es sabido que en muchos lugares de España, a la corneja (Corvus corone) popularmente se la denomina "grajo" (que no es el macho de la graja, sino el masculino). En el sentir popular, el vuelo de esta ave también es susceptible de ser utilizado para hacer presagios. Siguiendo esta virtud, está el refrán "Cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo". El colmo del frío, para el que no hacen falta presagios pues lo tenemos ya encima, es cuando el grajo ni vuela.


El tiempo entre los pingüinos. La reproducción en las costas antárticas.

Cuando se acerca el final del verano antártico, que, como mucho, en las zonas más favorables de la Península Antártica, finaliza en este mes de marzo, tengo un recuerdo para las aves que se desplazan cada año hasta aquellas soledades para dedicarse a la reproducción. Especialmente recuerdo a los pingüinos. En concreto a las tres especies cuya reproducción pude seguir en mi visita a la zona: Juanito (Pygoscelis papua), de Adelia (P. adeliae) y de Barbijo (P. antarctica). Su aspecto rechoncho y patoso en tierra a veces nos hace sonreir y olvidamos la vida extremadamente dura que viven. El éxito reproductivo de algunas de estas especies es una dramática carrera a vida o muerte contra el reloj. Cuando los pingüinos llegan a tierra, a finales de octubre o principios de noviembre, recién comenzado el verano antártico, el suelo todavía está cubierto de nieve y hielo. Sin embargo, todo su proceso reproductivo necesitan realizarlo sobre la tierra limpia. Para ello, mientras unos localizan y ocupan rápidamente las primeras rocas que los rayos del sol dejan al descubierto, otros se echan sobre la nieve (quizás sobre las ubicaciones de sus antiguos nidos) para intentar acelerar su fusión. De esta manera, mientras unos inician en la primera semana del mismo noviembre su cortejo e incluso su cópula y comienzan a empollar los huevos, otros inician el proceso quince o veinte días más tarde. Esta diferencia resultará crucial para la supervivencia de los pollos.
Durante los tres o cuatro meses que dura el verano en las costas de la península antártica, los pingüinos deben realizar los ritos de cortejo, preparar el nido, defenderlo de los demás, realizar la cópula, poner los huevos, empollar, sacar la pollada adelante pescando y alimentándola, hacer la muda total de las plumas del cuerpo (proceso en el que llegan a perder un 45% de su peso pues no pueden pescar durante los días que dura, que pueden llegar a 34), y marcharse con las crías del año (también mudadas y suficientemente engordadas) para pasar el invierno en latitudes más benignas.

Rito de cortejo del pingüino de barbijo (Pygoscelis antarctica) sobre las rocas limpias de nieve. El cortejo no puede llevarse a cabo hasta que el macho ocupa y enseñorea un espacio libre de nieve en el que acumula pequeñas piedras para configurar un escueto nido.


Un macho de pingüino de barbijo recién llegado, que ha ocupado una roca limpia de nieve, espera la llegada de la hembra.



Pingüinos Juanito (Pygoscelis papua) empollando ya, en los nidos construidos con piedrecillas, defendiéndolos de quienes buscan piedras para a su vez construir su nido. Las luchas territoriales y de defensa del nido son de una violencia inesperada en aves de este aspecto, pero a menudo terminan con el "invasor" cubierto de sangre, perseguido con saña por todos los machos que se han sentido importunados. Las aves que no son capaces de construir su nido, no pueden reproducirse. El drama no se limita a esto pues, incluso en las que llegan a reproducirse, sus huevos y pollos pueden ser objeto de predación por gaviotas (Larus dominicanus) y págalos (Catharacta antarcticai y C. maccormicki). Frente a ello opondrán su capacidad para repetir dos y hasta tres veces la puesta, pero esos pollos de mediados de diciembre apenas llegarán preparados al final del verano y morirán con los primeros fríos. Incluso los que superen esta fase, podrán ser objeto de predación por focas y orcas. Verdaderamente la vida de tan"graciosos" animalitos tiene los días -y las horas- contados. A pesar de ello su éxito reproductivo es notable y las parejas de alguna de estas especies se pueden contar por millones.

Mujeres veterinarias.

El lunes pasado, después de la charla que di en el paraninfo de la facultad de Veterinaria de la Universidad de León (España), nos fuimos al "Húmedo" (barrio antiguo de León) a tomar unos "cortos" (vasitos de cerveza) con "tapas" (comidas breves que acompañan al hecho de beber). En el grupo íbamos trece personas. De ellas tres chicos y el resto mujeres. A mi lado iba la profesora responsable de estos cursos, la cual me contó que cuando ella terminó la carrera, recién licenciada, al ir a inscribirse para hacer sustituciones a personal fijo, en bajas, vacaciones, etc. el responsable veterinario de la zona le dijo textualmente que "él no quería mujeres en su partido (haciendo referencia a la zona veterinaria que le correspondía gestionar)". Y no le contrató ni le permitió inscribirse en esas listas para ser convocada cuando fueran necesarias sustituciones. Y no era un tipo mayor, ella tenía 22 o 23 años y él 32. No hace tanto tiempo. No sé cuántas personas de las que estudian veterinaria en León son mujeres y cuántas son hombres. Pero me da la impresión de que el porcentaje (10 a 3) en nuestro grupo de joviales bebedores debe ser representativo del existente en la Facultad. ¿Todavía habrá quien impida el paso a las recién tituladas o Belén, María, Judith, Graciela, etc. son una fuerza de la Naturaleza que arrasará con todo y, especialmente, con todos?

El AVE por Tierra de Campos. Infraestructuras y paisaje.

Todos hemos de suponer, otra cosa sería completamente incomprensible, que las infraestructuras se han planificado. Hemos de suponer también que se han tenido en cuenta variables como seguridad, riesgo, conectividad. El pasado martes, volvía yo de León hacia Burgos después de la conferencia que di en la noche del lunes en el paraninfo de la facultad de Veterinaria de la Universidad de León y, mientras a la izquierda, a lo lejos se veían las espectaculares crestas de los Picos de Europa cubiertas de nieve, en ciertos tramos no se podía ver el imponente cresterío porque un montículo artificial de quince o veinte metros de altura lo impedía. El paisaje de Tierra de Campos ha sido transformado en aras al progreso y al desarrollo. Bueno, bien, vale pero ¿será el desarrollo de todos? Se ha consituido en una barrera entre las tierras llanas de León y Palencia y las tierras altas de la lejanía. La mostruosa espina dorsal del desarrollo es la construcción artificial de elevación de la plataforma del AVE Palencia -León. Las grandes infraestructuras, la conexión, son obviamente unas características del desarrollo. Sin embargo, por la carretera, durante hora y media, apenas nos cruzamos con diez o doce coches y otros tantos camiones. (Un Audi con aspecto de coche oficial nos adelantó a unos 200 km/h, por cierto). Pienso, por lo tanto, que esos datos de la demanda y el número de usuarios se habrán tenido en cuenta a la hora de planificar esa monstruosidad. El desarrollo por sí mismo no es nada. El desarrollo a corto plazo -número de mano de obra durante las obras- a menudo dificulta el desarrollo real a medio y largo plazo. Han de ser componentes del desarrollo real a largo plazo el confort, el bienestar, la búsqueda de mayor equilibrio territorial y de mayor integración social. Es aquí en donde tengo dudas de que este tipo de infraestructuras gigantescas verdaderamente supongan desarrollo y progreso, o son meramente empresas sumamente rentables en su construcción (privada) pero ruinosas en su mantenimiento (público). ¿Interés general? Ya hemos comentado aquí alguna vez que el AVE no integra territorios ni contribuye al equilibrio territorial; el AVE únicamente enlaza extremos dejando desatendida toda la zona intermedia. Pero sigamos suponiendo que las infraestructuras se planifican con criterios de interés público y no sólo atendiendo a los intereses privados de las constructoras. No sólo eso, sino que en la página web oficial de ADIF (gestora de las construcciones del AVE, del ferrocarril, de las estaciones, etc.) se dice expresamente que la obra del AVE entre León y Palencia "busca minimizar su impacto visual, sonoro y paisajístico", y añade: se trata de conseguir un medio de transporte "auténticamente sostenible y respetuoso con la naturaleza". ¿Sostenible? ¿Se podrán retirar esos millones de toneladas de tierra si algún día no hacen falta?¿Producirá el tren la propia energía que lo impulsa? ¿La tierra arrancada de otros lugares para construir esos inmensos terraplenes será sustituida por algo o se habrán limitado a dejar un gran agujero? ¡Sostenibilidad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre!
Para conseguir que la construcción de las grandes infraestructuras se conviertan en un buen elemento, al servicio del interés común, para incrementar el bienestar de las personas, su planificación ha de ser el resultado de una visión multidisciplinar y dialogante. Dialogante entre las personas pero también dialogante con el medio natural, las características visuales, las características culturales de la zona. La llanura de la Tierra de Campos era un problema para darle caña al tren, así que han levantado todo el recorrido quince o veinte metros por medio de esa mostruosa cordal. Sin la condición de ser resultado de una visión multidisciplinar y dialogante; sin la participación de todos los agentes interesados, las infraestructuras quizás sean un buen elemento pero no tan satisfactorio como pudieran ser.

Si se produce mucho diálogo entre los agentes, se obtienen resultados que integran muchos intereses. El resultado no es únicamente conservacionista, sino que se integran muchos intereses distintos. Es fundamental que se pongan encima de la mesa los factores que juegan en la resolución final del contexto espacial integrando todos los elementos. ¿Se ha tenido en cuenta el paisaje para diseñar y planificar esa vía férrea? ¿Se ha dejado participar al paisaje? No a un paisaje como resultado de acciones, sino al paisaje como desarrollo, el paisaje como lo que construimos entre todos porque a todos nos afecta, al paisaje como agente activo. Una visión integral del paisaje, en sus diversas perspectivas, debería haber tenido su papel en la planificación: perspectiva ecológica, cultural, visual, económica, urbanística. ¿Se han tenido en cuenta estos puntos de vista? Tengo la impresión de que no. De que entre todos los puntos de vista posibles para actuar sobre el medio y construir nuevos paisajes, únicamente se ha tenido en cuenta la perspectiva económica cortoplacista. Se ha construido un nuevo paisaje, como no puede ser de otra manera, el paisaje cambia y se modifica, para atender exclusivamente a los constructores. Hay muchos otros requerimientos democráticos exigibles para transformar el paisaje común. Y si no, lo veremos. Veleile velequilo.



El futuro de la rana ágil en nuestras manos. Orduña (Bizkaia. País Vasco. España. Spain).

Joseba Egiruren, al que hasta ahora citaba siendo él la J de la "pareja de naturalistas S&J", me envía una nota y unas fotografías que no solo me autoriza a publicar sino a desvelar el secreto de la "pareja de naturalistas S&J". La "S" es Sonia de la Fuente y la "J" es Joseba Egiguren, pareja y naturalistas residentes en Urduña (Orduña), (Bizkaia. País Vasco. España). Copio la nota que me ha enviado Joseba por medio de su mujer: " Casi medio centenar de puestas de rana ágil (Rana dalmatina) han sido localizadas en las cercanías de la charca Larrinzar, en Orduña, creada el pasado mes de diciembre precisamente para afianzar la población de este escasísimo anfibio anuro. Más de una docena de estas puestas han sido halladas en el interior del propio nuevo pozo, y el resto, en su entorno más cercano. Se trata de la primera vez que se cuantifica este grupo de individuos que sobrevive a duras penas entre cultivos y caminos, en una zona de campiña entre el núcleo urbano de Orduña y La Muera, y que no había sido detectado hasta este invierno. Charca Larrinzar (Orduña. Bizkaia).
Estos datos avalan la idoneidad y la oportunidad de actuaciones recientes, como la creación de charcas donde las ranas puedan realizar sus puestas, en lugares donde incluso no se tenía la seguridad de su presencia. La de Orduña es la única población de esta especie que sobrevive en el Territorio Histórico de Bizkaia, y el 90% de las puestas localizadas en este municipio están en la nueva charca de Larrinzar y sus proximidades.

Puesta de rana ágil. Charca Larrinzar (Orduña. Bizkaia).

En consecuencia, la gestión que hagamos del entorno en el que habita es la clave de la supervivencia de esta rana parda. Hoy más que nunca, el futuro de la rana ágil en Bizkaia está en nuestras manos". Enorme éxito de la iniciativa.


jueves, 24 de febrero de 2011

Mario Sáenz de Buruaga para la reflexión.

Dice Miguel Delibes de Castro en su Prólogo al libro Tejiendo la telaraña. Rotos y descosidos en la Naturaleza Ibérica, de Mario Sáenz de Buruaga (EDILESA. Trobajo del Camino (León), 2000. 175 Pp.) "Tengo la impresión de que los naturalistas, como colectivo, somos más bien enfáticos y aburridos cuando tratamos de comunicar nuestras cosas a los demás. Tal vez sea porque nos tomamos demasiado en serio lo que hacemos, sacralizamos en exceso nuestro tema de dedicación. Luchar por la conservación de lo vivo y silvestre se nos antoja tan, tan importante, que no admitimos bromas, ligerezas o medias tintas. Estamos en guerra; por tanto, ni un paso atrás. El sino del urogallo o el de los osos cantábricos es tan dramático (y realmente lo es) que nos parece sacrílego hablar de ellos con una media sonrisa. Pero eso nos encierra en nuestro propio mundo, nos aísla de los demás, intentamos convencer haciendo una literatura para convencidos. Pienso, por eso, que se trata de un error, que Mario lo sabe, y que así nos lo ha demostrado con sus telarañas. (...). Nunca se reviste de los ropajes de sumo sacerdote oficiando un sacramento, sino que demuestra en todo momento ser una persona normal ejerciendo el sano (y también normal) derecho a comentarlo todo y a denostar lo que le parece mal".
Me he sentido tan definido, fotografiado casi, en lo que Miguel Delibes de Castro escribe que tengo que pedir perdón a los lectores, siquiera sean eventuales, que pueda tener este blog por haberme revestido, alguna vez, de manera involuntaria, con los ropajes de sumo sacerdote. Estaba convencido de que lo único por lo que merece la pena luchar en estos primeros años del siglo XXI es por la Naturaleza y la conservación de los seres vivos, por lo que quizás he cometido el pecado de ser enfático y aburrido. Lo siento. Prometo enmienda y voy a estudiar el libro de Mario Sáenz de Buruaga para intentar encontrar ese punto central virtuoso en el que se presente la realidad de una Naturaleza saqueada y en peligro, de una manera tal que si no enfática y aburrida como hasta ahora, por lo menos tenga la capacidad movilizadora de lo verdadero. Recomiendo a todos este libro; el cual, aunque recoge artículos periodísticos publicados en la revista Biológica entre los años 1996 y 2000, es decir que alguno tiene más quince años, sigue siendo un ejemplo de cómo se pueden tratar los urgentes temas de la biología de la conservación "sin perder la humanidad ni el sentido del humor".

jueves, 17 de febrero de 2011

El padre de la "biodiversidad" premio Fronteras del Conocimiento de Ecología.

La Fundación BBVA, del Banco de Bilbao, ha otorgado uno de sus premios "Fronteras del Conocimiento" al biólogo estadounidense Edward O. Wilson. Los premios internacionales "Fronteras del Conocimiento", dotados con 400.000 euros anuales, pretenden reconocer y significar ante la sociedad a aquellas personas, investigadoras, que llevan sus respectivas Ciencias un poco más adelante. Se trata de reconocer a aquellas personas que están en la frontera entre lo ya conocido y lo nuevo por conocer. Que empujan, ampliándolas, las fronteras del conocimiento. El canadiense Daniel Pauly, presidente en esta ocasión del jurado que ha premiado a Wilson en el apartado de Ecología y Biología de la Conservación, ha resaltado cómo en sus obras Wilson han sabido unir la cultura científica con la cultura humanística. Wilson, de 81 años y catedrático emérito de la norteamericana Universidad de Harvard (no confundir con la de Softvard), es un biólogo muy conocido por los estudiosos de todo el mundo. Se presentó ante el mundo científico mundial con su magnífica aportación (elaborada con el matemático prematuramente desaparecido Robert MacArthur) a la biogeografía de las islas. Estudio que revolucionó el tema de las reservas naturales; las cuales a partir de ese momento pudieron ser estudiadas como auténticas islas en un mar de devastación. Ahí se presentaron al mundo los instrumentos teóricos que permitieron iniciar una nueva era en la creación de espacios naturales protegidos. Éstas aportaciones huibieran sido suficientes para inscribir su nombre en letras de oro en el panteón de los grandes científicos de trascendencia mundial. Pero no acabó ahí. Experto en las hormigas, ha desarrollado una nueva ciencia, a la que se denomina Sociobiología, que pretende reconocer en los seres humanos la parte que, como seres sociales, compartimos con otros seres vivos. A ello ha añadido la invención de la palabra "biodiversidad" (biodiversity) que tan útil está resultando para explicar qué es la riqueza de la vida. Por todo ello se le considera fundador también de la ciencia denominada Biología de la Conservación.
Por si fuera poco haber puesto en marcha tres o cuatro ciencias nuevas (Biología de la Conservación, biogeografía de las islas y sociobiología, por lo menos), ha sabido conjugar magníficamente su saber como científico puntero con la capacidad de divulgación, con la capacidad de crear escuela, con la capacidad de movilizar a las personas en aras a conseguir resultados en la conservación. Hay varios libros de él traducidos al castellano. Uno de los primeros fue El científico, pero son muy conocidos La naturaleza Humana, Las Hormigas y la Biología de la conservación. Muy recomendables los cuatro aunque difíciles de encontrar. Más difíciles son Sociobiología y Consilience. Aunque hay muchos más. Congresos, Foros, jornadas científicas, debates, polémicas, libros de divulgación, a nada de ello ha rehúsado y a sus vastos conocimientos científicos ha unido una enorme capacidad de compromiso. Enhorabuena. Un hombre admirable al que la Fundación BBVA ha sabido resaltar ante sus coetáneos. Estupendo.

Japón suspende la caza de ballenas en la Antártida.

No me lo puedo creer. Estoy absolutamente "chocado". Uno de los puntos negros de la maravillosa Antártida, junto a la pesca furtiva y a las amenazas de las industrias extractivas, era la caza "científica" de ballenas que Japón hacía cada año para abastecer al mercado local de carne de ballena. La falsedad evidente de denominar "científica" a la caza de más de mil ejemplares al año que acababan en el mercado, como demostraron dos militantes japoneses de WWF, hacía que la comunidad internacional desconfiara de Japón como potencia conservacionista. Las proclamas de Nagoya o cualquier reunión que sobre cualquier asunto de conservación tuviera cerca a Japón, rápidamente despertaba suspicacias y desconfianzas. Dicen los portavoces de Greenpeace que Japón abandona la caza de ballenas porque ha dejado de ser rentable. La demanda de carne de ballena ha caído en Japón, y ha perdido sentido el seguir cazando en la Antártida un producto que nadie quiere. Los portavoces japoneses, sin embargo, admiten haber parado la caza, pero lo achacan a la persecución continua de los barcos de la Organización Conservacionista Sea Shepherd (Pastor del Mar). Esta ONG lleva más de tres años luchando contra la flota nipona en la Antártida, con acciones peligrosísimas que todos conservamos en la retina. La Sea Shepherd ha realizado unas declaraciones en las que manifiesta que este año, han hostigado de tal manera a la flota japonesa que ésta únicamente ha podido capturar entre 30 y 100 cetáceos, cuando la cuota "de interés científico" de Japón era de 1.000 ejemplares anuales. Está claro que el cambio de gustos de los consumidores japonenes, unido a la decidida apuesta, de las ONG's y países comprometidos, contra las acciones japonesas han conseguido este triunfo histórico.
Sólo quedan como piratas del mar, ladrones de biodiversidad, asesinos de cetáceos, Noruega (sí ellos, tan rubitos y peinaditos) e Islandia. La presión de las ONG's para conseguir que cambien los hábitos alimenticios y culturales de estas tribus, de apariencia civilizada, unida a la presión internacional y a su desprecio por la opinión pública, han de llevarnos hasta la moratoria total de la caza de cetáceos. Bastantes mueren ya arrollados por los grandes buques o enredados como "pesca fantasma" entre las redes abandonadas, para, encima, tener que soportar pescas "científicas" o "tradicionales". Una buena noticia, que no ha regalado nadie a la maltrecha biodiversidad, sino que ha sido arrebatada con mucho esfuerzo y duro sacrificio por personas concretas militantes de Organizaciones Conservacionistas independientes. ¡Olé sus tachines! Homenaje a los Sea Shepherd. A los capitanes de sus buques y a los voluntarios que han luchado a brazo partido -con sus propias manos, bloqueando los timones, lanzando bombas de humo o malolientes a las cubiertas de los buques balleneros, convirtiéndose en escudos humanos situando sus fuerabordas entre los arpones y el cuerpo de los cetáceos- y con una difrencia de medios abismal contra los monstruosos buques factorías japoneses. Honor a los voluntarios.


miércoles, 16 de febrero de 2011

¡Qué bonito es el amor!

La mayor atención que se está prestando a la rana ágil (Rana dalmatina) en algunas localidades del noroeste de Álava y del sudoeste de la provincia de Vizcya nos están permitiendo visiones como las de las fotografías que hoy te enseño. La pareja de naturalistas S&J sorprendieron a la pareja de rana ágil entregada a los esfuerzos copuladores. Pero en alguno de los lugares nuevos que han sido preparados por algún Ayuntamiento bien asesorado para ofrecer a la rana ágil lugares en los que frezar, ya empiezan a verse resultados. No cabe duda de que el esfuerzo de algunas personas empieza a tener resultados observables. Como esta puesta de rana dalmatina. Ambas fotografías han sido tomadas este pasado fin de semana por la pareja de naturalistas S&J.

¿Saldrá la rana ágil de la situación de vulnerable que tiene en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas? No estaría mal, porque bastante difícil es la vida de esta ranita parda. Según cuentan, unas engordan tanto, tanto, se hinchan tanto, tanto cuando ven cerca a un buey que acaban reventando. Otras, unas traidoras, se convierten en príncipes si alguien ¡las besa en la boca! Tengo la impresión de que cuando en el bosque, junto a las charcas, a veces se oiga la canción de algún sapo cansionero, sapo de la noche, a lo mejor lo que estamos oyendo es la voz de algún macho de rana ágil reclamando por una hembra. Jalái sea asín.

Hay gente pa tó.

En uno de esos programas de telebasura de Telecinco o de la Sexta, una de las contertulias se defendía de las acusaciones que le hacían los demás porque le gustaban algunas cosas singulares. Ella, poniéndose gallita exclamó: "Ya ves esos ingleses tan raros que se dedican a mirar a los pájaros y son felices". Hacia 1812, según recuerda en su Autobiografía, Charles Darwin, tras la lectura del Selbourne de White, "Me interesó mucho observar las costumbres de los pájaros e incluso tomé notas sobre la cuestión. En mi simpleza, recuerdo que me preguntaba por qué no todos los caballeros se hacían ornitólogos".
"I took much pleasure in watching habits of birds, and even made notes on the subject. In my simplicity I remember wondering why every gentleman did not become an ornitologist".

Hay gente pa tó, en efecto. Pero la observación de pájaros (birdwatching) no hace daño a nadie y nos hace felices a muchos. "¡Va por usté, don Carlos!".

martes, 15 de febrero de 2011

Un ejemplo de lo dicho.

Cuando ya parecía que la sociedad había conseguido parar una iniciativa del Ayuntamiento de Málaga para urbanizar a saco una zona denominada Arraijanal, una propuesta de "desarrollo" vuelve a generar graves dudas entre la ciudadanía. Lo de menos es que la polémica se remonte a hace muchos años, que haya un PGOU que delimita esa zona como para usos de equipamiento de carácter general y de ciudad, lo de menos es que la llegada de un gran inversior ha vuelto a poner en solfa los acuerdos tan trabajosamente construidos. Lo de menos, en fion, es que se trate de un proyecto a desarrollar en Málaga. Lo traigo aquí como modelo. Lo traigo aquí como argumento en el que sustentar lo que he dicho en entradas anteriores. No se puede descansar, en cuanto los grupos conservacionistas locales se confían, porque el proyecto ya ha desaparecido del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)y se sustituye en el mismo con actuaciones mucho menos especulativas, vuelve a despertar el pelotazo urbanístico. Lo de menos son las personas, el hecho es que esta es la forma de actuar en multitud de Ayuntamientos españoles.
Una zona con grandes posibilidades para el disfrute ciudadano, un espacio libre litoral libre, una de las últimas zonas de la costa mediterránea sin urbanizar, queda abandonada, sucia, en situación lamentable. Y frente a las demandas locales que solicitan rehabilitar los ecosistemas del enclave, lo que permitiría dar continuidad a una zona de paraje natural, con zonas húmedas,

aparece Mr. Marshall, del que da igual el nombre porque todos son iguales, y se ofrece para una gran operación de "desarrollo" que, como no puede ser de otra manera, utiliza el enganche del deporte, de la naturaleza, de lo sostenible, para urbanizar y cubrir de hormigón esa parcela (da igual de dónde, da igual cuál sea el Ayuntamiento). En este caso, la propuesta es construir un estadio para 65.000 espectadores, una ciudad deportiva con pistas de tenis, diez campos de fútbol, un parque acuático, y, como no podía ser de otra manera, "un centro oceanográfico" sostenible. A cambio recalifica una enorme extensión de terreno en el centro de la ciudad y pega un pelotazo de más de 36 millones de euros.



Frente a una operación de tal envergadura, parecen argumentos poco sólidos los de "recuperación, naturalización y mejora con plantación de especies autóctonas, habilitar zonas de cultivo, restaurar los mecanismos ecosistémicos, enlazar los diferentes núcleos con corredores biológicos", etc. Y sin embargo así es la cosa. O nos tomamos en serio que la naturaleza tiene sus derechos que nos benefician a todos, o acabaremos viendo cómo todos los Mr. Marshall que en el mundo hay pasan otra vez de largo, después de haber arrasado los pocos espacios naturales que van quedando. ¿La culpa? De nadie, por supuesto. ¿La responsabilidad? de los que no cuentan con la participación de la sociedad civil para definir el futuro de las ciudades y se aferran al desarrollismo más cutre y casposo.



Hay amores que matan. Con mi dinero, no.

El comentario anterior, el que he hecho sobre el turismo en la Antártida, me ha recordado un asunto que viene coleando desde hace tiempo. El de si es bueno que todo el mundo pueda entrar en los espacios protegidos; si es conveniente o no el dar publicidad a los lugares en los que hay tal o cual especie o se debe conservar en secreto, sólo para ornitólogos "serios", etc.
Hay naturalistas, alguno muy significado, que consideran que hay que dejar fuera de las Reservas y Espacios Protegidos a toda persona no experta. Pero también hay naturalistas, algunono menos importante que los anteriores, que son partidarios de que se informe a la ciudadanía, con el máximo detalle posible, sobre los tesoros naturales que se conservan en parques, reservas o espacios protegidos. He leído artículos, blogs, tweets, etc. en los que, desde una especie de aristocratismo del experto que se sitúa muy por encima del "comúndelospequeñosydespreciablesmortalesaficionados", se hacen comentarios despectivos sobre las personas que visitan, por ejemplo, unos humedales cercanos a la ciudad. Es más, se achaca el que los visite tanta gente "inculta la pobre", a, precisamente, su cercanía a la ciudad o a la facilidad de acceso a los mismos.
Para mí esto es un grave error de perspectiva sobre el que conviene reflexionar. En primer lugar, hemos de considerar que esos espacios naturales no están ahí por sí mismos, sino porque alguna persona, generalmente político, ha decidido que ese espacio se conserve. Pues bien, de la misma manera, el mismo político o su sucesor, pueden decidir que ese espacio se urbanice. En segundo lugar, si nadie valora y resalta los "tesoros" naturales que hay en un espacio, lo normal es que su conocimiento quede en el secreto de los científicos "serios" que se echarán las manos a la cabeza cuando una excavadora arrase con el lugar. Hay que conseguir que todas las ciudadanas y todos los ciudadanos conozcan y se enorgullezcan de los seres vivos que albergan esos espacios. Es verdad que a menudo, los únicos seres vivos que se consideran conservables son especies emblemáticas o de honda raigambre popular, condenando a otras, como levaduras, hongos, bacterias o musgos, al desconocimiento y, con él, a su destrucción. Bien, de acuerdo, pero una cosa ha de llevar a otra. Empezando por animales, plantas o insectos emblemáticos, se abrirá una puerta para acceder a otros reinos más herméticos. Lo que es importante es sustituir la tecnocracia por la participación. La clave es aceptar la participación de más agentes activos en la toma de decisiones.

Tengo la impresión de que si hace sólo cuarenta años, como mucho, los humedales se consideraban como espacios degradados e insalubres y lo "progresista" era desecarlos; y hoy lo más "cool" es conservarlos, a lo mejor, si se pasa la moda, volveremos a oir voces que reclamen su desecado por razones de salud pública, contra los mosquitos, contra el reúma, por el progreso, etc. Ninguna de las victorias en la conservación es defintiva, por ello es preciso que cada ciudadano se convierta en un agente activo de conservación y defienda con uñas, dientes y votos, estos espacios. Ello, en mi opinión, sólo es posible si lo conoce, lo valora y está orgulloso de ello. Así que abramos los espacios y las especies al conocimiento general no vaya a ser que de tanto amor como tenemos a los espacios protegidos, queramos protegerlos tanto, que los aislemos de la gente común, dejándolos desprotegidos. Hay amores que matan. Porque de ello se aprovecharán, destruyéndolos, convirtiéndolos en polígonos residenciales de chalés por supuesto sostenibles, para, por supuesto, amantes de la naturaleza, los tiburoncillos de siempre. Por cuatro perras. Sólo las firmes barreras de la opinión pública pueden impedir estos desmanes. No olvidemos que, en última instancia, estas recalificaciones urbanísticas son competencia de los políticos a los que debemos votar. No se trata de ser consultados e ignorados después, que suele ser la tónica habitual. Es un imperativo democrático que las organizaciones de la sociedad civil y los ciudadanos y ciudadanas interesadas por la Naturaleza asuman una cuota creciente de influencia y decisión en la gestión pública de su área de interés. Hemos de abogar pues por la corresponsabilidad, la autogestión, la información exhaustiva y el fortalecimiento de los colectivos de ciudadanos como parte de la protección pública a la que están obligadas por ley las administraciones. Por ese motivo es legítimo reclamar una presencia activa de las personas, los movimientos locales, vecinales, aficionados y vecinos y vecinas en las políticas públicas de conservación.

lunes, 14 de febrero de 2011

El turismo en la Antártida.


Yo he estado en la Antártida como turista. Parece que hay que pedir perdón por haber viajado hasta allá sin un motivo más honorable que la insaciable curiosidad. Son abundantes los artículos que se escriben para señalar los peligros del turismo antártico y prevenir de que lo peor está por llegar. Sin embargo, hasta ahora, el impacto de la industria turística sobre la Antártida ha sido inapreciable. En un continente más grande que Europa se hacen unos desembarcos en diez o doce puntos señalados y no se pisa el resto del continente. Es como si viniera un turista a Europa, desembarcara en las playas de Bretaña, las fotografiara con lágrimas de emoción en los ojos, y a continuación embarcara de nuevo y se marchara. ¡Qué grave impacto para la Naturaleza europea!
El efecto conjunto de toda la industria turística desde su origen en 1958 ha sido mucho menor al producido por las bases científicas permanentes, las estaciones de verano, los buques de abastecimiento de esas bases, etc. Y, sin duda alguna, muchísimo menor que el impacto producido por la explotación pesquera. O la amenaza que representan las presiones constantes de compañías petrolíferas y mineras que quieren echar mano de los inmensos depósitos que se supone se albergan en las entrañas del continente helado.
¿Por qué entonces esa preocupación por el número de turistas que viajamos a la Antártida? No tengo la respuesta, pero supongo que algo tiene que ver el que el concepto de "turista" esté tan degradado. Sin embargo atravesar el Pasaje de Drake, con olas de siete o diez metros, los aullantes 50's, dormir en una litera de 70 cm de ancho, viajar entre icebergs que pueden destrozar el casco del buque (el buque MS Explorer se fue a pique en 2007 con apenas una brecha de 25 por 10 cms producido por el choque con un iceberg), desembarcar con 15 o 20 grados bajo cero, etc. son hazañas más propias de "viajeros "que de "turistas".
Mi experiencia fue que el grupo de científicos y de guías que nos acompañaba mostraba una extraordinaria preocupación, muy apropiada, para que no dejáramos ni rastro de nuestro paso por aquellas soledades. Y el grupo fue muy respetuoso con ello, a pesar de que a menudo encontrábamos basura reciente abandonada por científicos que consideraban aquello como su laboratorio privado. Nuestro interés también era científico, de curiosidad por los procesos naturales. De observación respetuosa de una fauna incomparable. Por supuesto nos llevamos con nosotros y sacamos de la Antártida todos esos residuos ajenos.
Dicen las estadísticas que a la Antártida no viajan más que viejos forrados de pasta (el 71% de los turistas tienen más de 50 años; sólo un 29% es de inferior edad). Vale, es falso, como todos los estereotipos, casi una tercera parte de los viajeros es gente joven. Pero, entre todos ellos, he encontrado magníficas personas amantes de la Naturaleza, que llevaban años luchando por Ella, y que por fin cumplían un sueño largamente acariciado. Estos turistas son auténticos amantes de la Antártida que ponen en conexión la labor científica allí desarrollada con la opinión pública. Se convierten en embajadores de la Antártida y, sobre todo, se confirman como infatigables defensores del estatus extraterritorial de la Antártida. Tengo la impresión de que esta opinión pública motivada valdrá su peso en oro cuando, llegado el momento de debatir sobre la continuidad del Tratado Antártico o sobre la explotación de los recursos minerales, presionen firmemente a sus politicos para que no se dejen arrastrar por los cantos de sirena del desarrollismo arrasador.

Premio a la constancia. Las cigüeñas blancas recuperan pacíficamente la torre de la iglesia de San Vicente.

Hace unos meses, una joven y, quizás por ello, despistada cigüeña blanca (Ciconia ciconia) tomó tiera en plena nevada en la torre de la iglesia de San Vicente, en lo alto de la colina de Vitoria (España). No le pronosticamos ningún buen futuro, pues los párrocos católicos de las iglesias vitorianas aborrecen a las cigüeñas y, como muestra, señalamos que en años anteriores habían tirado abajo los nidos de las cigüeñas que tuvieron la osadía de construirlos (y emparejarse y fornicar sobre ellos) en esas mismas torres. Pues bien, hoy había tres parejas en esa misma torre y han construido los nidos y están emparejadas habiendo realizado los habituales ritos de cortejo. Les deseamos el mayor de los éxitos y que, con su constancia, consigan mantener su derecho a compartir con el ser humano los acantilados artificiales. Defendamos la universal fraternidad de todos los seres vivos. ¡¡Suerte!!

domingo, 13 de febrero de 2011

Fresno de Río Tirón (Burgos). Un fin de semana científico. Milanos, focas y censos de la SEO.

Este fin de semana en Fresno de Río Tirón, localidad de la española provincia de Burgosa a la que suelo desplazarme a menudo para disfrutar de la belleza del campo y de la compañía humana de calidad, ha sido estupendo. No sólo porque ha hecho muy buen tiempo para los que vamos de la ciudad, quizás demasiado seco para los que andan ultimando el laboreo de la tierra para el final del invierno, sino porque he coincidido allí con dos estudiantes de veterinaria enamorados de los animales. El viernes por la tarde, al anochecer fuimos a hacer un conteo de milanos en una localidad de la Bureba, próxima. No contamos muchos, pero disfrutamos de un verdadero espectáculo cuando se desplazaron sobre nosotros catorece milanos levantados probablemente de algún otro dormidero próximo.
El sábado dedicamos todo el día a preparar una conferencia que sobre fauna antártica voy a impartir en la Facultad de Veterinaria de León (España). Así que toda la mañana y parte de la tarde me trasladé, aunque esta vez sólo en espíritu, una vez más a aquellas tierras en las que he sido tan feliz. Volvía a repasar decenas o centenares de fotografías y gracias a la ayuda de una colaboradora experta multimedia, creo que va a quedar un power point de presentación muy aparente.
Por la tarde, al anochecer, nos trasladamos hasta otra localidad de la Bureba (comarca burgalesa próxima) a observar otro dormidero de Milano real (Milvus milvus), cuyo seguimiento tengo asignado. Al llegar a la zona habitual, nada. Un único milano, posado en una zona que otras veces había funcionado como predormidero, levantó el vuelo cuando un todoterreno le entró por debajo, y desapareció. Seguimos buscandoo y, por fin, alrededor de las seis y media, cuando el sol había caído, descubrimos un árbol, un chopo de copa redondeada, cargado de milanos. Se destacaban perfectamente en la enramada contra un cielo visible pero ya muy velado. Por eso las fotos son muy oscuras, pero os juro que ahí hay 21 milanos reales durmiendo.Si pincháis la primera fotografía los podéis ver en el árbol central.
Foca cangrejera (Lobodon carcinophaga). Fotografía de la colección antártica de Charo González de Zárate, que está incluída en la presentación de la conferencia. Noviembre 2009.
De nuevo el domingo ha vuelto a amanecer un día precioso (por lo menos para los paseantes). Hoy teníamos el compromiso de escoger los ocho tramos de un recorrido de participación en el censo de la SEO denominado SACRE de invierno. Hemos salido a las 10 de la mañana pensando que sería un paseo higiénico y saludable. Tres horas después hemos vuelto a casa doblados, agotados Con cinco o seis tramos seleccionados que creo servirán, pero con los que no cubrimos más que dos o tres de los hábitats diferenciados existentes en la cuadrícula que me ha correspondido. Hemos vuelto con más preguntas que soluciones. Mañana se las plantearé a la responsable para ver cómo hay que resolverlas.El día se ha ido oscureciendo, y por la tarde han estallado nubes cargadas de agua y ha llovido. En efecto, el tiempo, para los que vamos de la ciudad, se ha estropeado, pero tengo la impresión de que a los agricultores les vendrá muy bien un poco de agua.
De vuelta en casa miro hacia atrás y veo un fin de semana de camaradería, seriedad científica, comunión con la Naturaleza y con las gentes que la aman. ¿Alguien da más? En poco más de 48 horas hemos recorrido la Bureba, nos hemos acercado hasta la Antártida y hemos escogido los mimbres con los que tejeremos nuestros recorridos para el SACRE de invierno. No está mal ¿no?

lunes, 7 de febrero de 2011

Buenas noticias de conservación. Rana dalmatina, rana ágil.

Algunas fotos son de la Rosario. Otra no.
Hace mucho, mucho tiempo trajimos a este blog la noticias de que algunos ayuntamientos del noroeste alavés y sureste vizcaino habían iniciado una serie de actividades para conseguir la fijación de la rana ágil en sus territorios. La rana ágil, rana dalmatina, está calificada como especie en peligro en el catálogo español de especies amenazadas. Y como vulnerable a la modificación de su hábitat en el vasco. No fuimos los únicos en hacernos eco de aquella noticia: periódicos diarios vascos, múltiples blogs y blogueros, acuerdos municipales, noticias internas de asociaciones naturalistas, hubo una proliferación de publicaciones jaleando las diversas iniciativas municipales.

Nosotros las jaleamos y mucho porque nos preocupaba extraordinariamente que un anfibio que prácticamente sólo se da en estas zonas (norte de Burgos, sur del País Vasco y norte de Navarra), un anfibio endémico, estuviera en peligro de extinción por una mala gestión de sus hábitats, nos parecía una muy mala noticia. Pero al saber que las instituciones, con el poder que sobre la opinión pública tienen y, sobre todo, con el poder económico que con cuatro cuartos (muchos miles para una persona sóla) pueden crear nuevos hábitats, nos pareció una noticia magnífica y esperanzadora.
La rana dalmatina, rana ágil, está en peligro de extinción. Es una de las denominadas ranas "pardas". Vive entre las hojas caídas de los árboles, pero, como una gran cantidad de especies de anfibios, necesita el agua para reproducirse.

Pues bien, la reproducción se ha iniciado. La primera fotografía es una puesta de rana ágil. Hemos de suponer que aparecerán puesta de rana ágil en los diferentes embalses, charcas naturales, y zonas húmedas de esta zona en las que suele poner puestas habitualmente. Pero esta puesta es una puesta especial, pues ha comenzado a poner en los nuevos hábitats que han sido construidos para ella. Como es natural no puedo decir el lugar, ni quién me lo ha "soplado" al oído. Pero una vez que se haga público, lanzaré un "¡enhorabuena!" estentóreo para quienes han luchado, convencido a muchos cabezotas, y convencido a las autoriadades municiples para hacer las obras. Quizás lo de "¡enhorabuena!" quede un poco demasiado suave. Así pues gritaré "¡¡¡ de puta madre!!!". El esfuerzo de unos pocos, lo podremos disfrutar unos muchos. Y una especie de difícil supervivencia habrá dado un paso más adelante para salir del catálogo de especies amenazadas. De los dedos fríos e irreversibles de la extinción.

Gracias.