Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

lunes, 28 de febrero de 2011

Mujeres veterinarias.

El lunes pasado, después de la charla que di en el paraninfo de la facultad de Veterinaria de la Universidad de León (España), nos fuimos al "Húmedo" (barrio antiguo de León) a tomar unos "cortos" (vasitos de cerveza) con "tapas" (comidas breves que acompañan al hecho de beber). En el grupo íbamos trece personas. De ellas tres chicos y el resto mujeres. A mi lado iba la profesora responsable de estos cursos, la cual me contó que cuando ella terminó la carrera, recién licenciada, al ir a inscribirse para hacer sustituciones a personal fijo, en bajas, vacaciones, etc. el responsable veterinario de la zona le dijo textualmente que "él no quería mujeres en su partido (haciendo referencia a la zona veterinaria que le correspondía gestionar)". Y no le contrató ni le permitió inscribirse en esas listas para ser convocada cuando fueran necesarias sustituciones. Y no era un tipo mayor, ella tenía 22 o 23 años y él 32. No hace tanto tiempo. No sé cuántas personas de las que estudian veterinaria en León son mujeres y cuántas son hombres. Pero me da la impresión de que el porcentaje (10 a 3) en nuestro grupo de joviales bebedores debe ser representativo del existente en la Facultad. ¿Todavía habrá quien impida el paso a las recién tituladas o Belén, María, Judith, Graciela, etc. son una fuerza de la Naturaleza que arrasará con todo y, especialmente, con todos?

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