Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

jueves, 11 de noviembre de 2010

La tremenda borrasca de ayer y antesdeayer.

Como corroboración de las tremendas imágenes de las borrascas y galernas que ha habido esta semana en el Cantábrico, olas saltando sobre los rompeolas, paseos arrasados, muelles barridos por la mar, traemos aquí otro dato. Ayer día 10 noviembre, a eso de las 14:55, una bandada de 13 gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) sobrevolaba el barrio de Zabalgana en Vitoria (España). En Álava hay unas pequeñas colonias reproductoras de gaviota patiamarilla en el sistema de los embalses del Zadorra y en Salburúa. No suman ni trece ejemplares entre las dos. Teniendo en cuenta que ya ha ocurrido en otras ocasiones parecidas, lo visto se tratará de gaviotas desplazadas desde la costa cantábrica, empujadas por el temporal. El viento era muy fuerte desde el oeste y pudieron verse arrastradas desde la costa, quizás buscando un día un poco más tranquilo. A pesar de lo bien que vuelan, y que parecen disfrutar sostenidas en el aire de las grandes borrascas, tengo la impresión de que a lo mejor algunas prefirieron buscar tierras algo más clementes. En Vitoria, a esas horas llovía levemente, había un viento notable del oeste, pero nada comparado con lo que veíamos en la costa. Por otro lado, la costa cantábrica está a 50 0 60 kms, en línea recta, de Vitoria. El espectáculo era muy hermoso. Sobre estos cielos generalmente no muy ocupados de aves, ver trece ejemplares adultos de Michahellis volando entre las casas, era un bonito espectáculo. Ya sé que en las ciudades de la costa estáis hartos de ellas, pero aquí constituyen una refrescante novedad.

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