Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

sábado, 11 de diciembre de 2010

La Conferencia de Cancún sobre el clima.

Ni me apetece escribir sobre esta Conferencia, la COP 16 y CMP 6, sobre el Clima. Otro estrepitoso fracaso. Después del relativo fracaso de la Cumbre por el Clima en Copenhague, se pusieron muchas esperanzas en la que en Cancún (Méjico) se iba a celebrar entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre del 2010. No sé lo que dirán las agencias de prensa esta tarde (la Conferencia se ha prolongado hasta este sábado día 11 para intentar configurar algún acuerdo), pero es evidente su fracaso. Es sumamente meritorio el esfuerzo de las grandes organizaciones conservacionistas, como Greenpeace, pero la incapacidad de los gobiernos para poner límites a las ansias expansivas de sus grupos económicos, deja palmariamente al descubierto la imposibilidad de evitar la emisión salvaje de gases de efectos invernadero a la atmósfera. En el año 2012 finaliza la vigencia del Protocolo de Kioto -ciudad en la que una parte sustancial de los países desarrollados y algunos emergentes firmaron un convenio por el que ponían fechas y cantidades a la reducción de emisión de gases de efecto invernadero- por lo que desde la ONU intentan cerrar un gran acuerdo mundial que permita la permanencia de límites a la emisión de los gases, de generación antrópica, que están provocando el cambio climático. Ha sido imposible concitar el acuerdo de los grandes contaminadores. ¿Qué mundo vamos a dejar a las generaciones futuras? Es una pregunta que me golpea el pecho como un puño. Quizás todos debamos tomarnos la problemática del cambio climático con mucho más rigor y exigencia. Las grandes asociaciones conservacionistas de ámbito mundial pueden, si cuentan con el respaldo civil suficiente, llegar a convertirse en el necesario contrapoder social frente al capitalismo de la economía de libre mercado. ¿O quizás, como afirma el admirado ecólogo Carlos Montes, no es posible resolver los grandes problemas medioambientales, entre ellos el del cambio climático, en tanto no se cambie el modelo económico mundial? Tengo la impresión de que este nuevo fracaso de la cumbre por el clima, una vez más, y van... parece darle la razón. ¡¡¡A las armas de la Paz, ciudadanos!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario