Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

domingo, 13 de marzo de 2011

FUKUSHIMA. Accidente nuclear.

Momento de la explosión del sábado en el reactor Fukushima 1. Fotografía de El País.
Aspecto que presentaba el edificio del reactor Fukushima 1 después de la explosión de este sábado 12 de marzo del 2011. (Fotografía sacado de la edición digital de El Mundo).



Vaya por delante que tengo la impresión de que la única manera que hay de paralizar la expansión exponencial de las demandas energéticas a escala mundial o regional es la de contención en el consumo. Todo lo demás es entrar en una escalada que pone a los pies de la demanda nuclear no sólo la libertad y los derechos de los ciudadanos sino incluso sus vidas. Japón es una buena muestra de una sociedad que no está dispuesta a limitar sus demandas energéticas y parar darles respuesta ha instalado más de 50 centrales nucleares. Para ellos, las renovables no son alternativa viable para atender un consumo cada día más desbocado. Pues bien, el acidente de la central nuclear de FUKUSHIMA pone de relieve una vez más la peligrosidad inherente a esta opción energética, y el impacto que un incidente nuclear tiene en la vida de miles de personas. Después de ser el primero (y único) país que ha sido bombardeado con bombas atómicas (sendas bombas reventaron Hiroshima y Nagasaki en 1945) se ha reconciliado con la energía nuclear y basa una gran parte de su estrategia energética en reactores nucleares para producción de electricidad. El tsunami del pasado viernes ha provocado una explosión que el sábado destruyó las instalaciones del reactor nuclear Fukushima 1 al ocasionar una fuga de hidrógeno, que se ha acumulado bajo unas estructuras de acero sobre el reactor, y que finalmente ha explosionado liberando a la atmósfera gas radiactivo. La explosión produjo cuatro heridos, pero más de 160 personas han sufrido directamente efectos perjudiciales para su salud por exposición a radiación. El gobierno ha ordenado la evacuación de 140.000 a 200.000 personas en un radio de 20 kms alrededor del reactor Fukushima 1 y de 10 kms alrededor del Fukushima 2. Se ha producido una auténtica crisis nuclear, si bien la gran conurbación de Tokio se encuentra a unos 240 kms al sur. Para proceder a revisiones y evaluar el impacto que sobre la seguridad de las mismas ha podido tener este gran terremoto, otras once plantas nucleares de generación de electricidad han sido cerradas ayer en Japón. Se ha declarado la alarma nuclear y las Agencias internacionales de control nuclear califican el accidente de muy grave, lo que podría llevar a una situación de pánico internacional. La explosión este sábado del reactor Fukushima 1 ha demostrado una vez más, como ocurrió en Chernobil, que esa posibilidad, negada tajante y repetidamente por los científicos pronucleare, es real. Los reactores nucleares pueden explotar. Es cierto que, hasta el momento, no se trata de explosiones atómicas, sino de explosiones de hidrógeno que destruyen los reactores o sus instalaciones y liberan material radiactivo a la atmósfera. No parece probable que, de momento, seamos testigos de un episodio de "síndrome de China", pero la peligrosidad de este tipo de fuente energética afecta a cientos de miles de personas obligándolas a abandonar sus casas, trabajos y vidas. ¿Merece la sociedad ser sacrificada de manera tan radical en el altar sacrosanto e inviolable de la producción energética?

Solidaridad pueblo japonés.

A menudo en este blog nos mostramos muy críticos con la actuación de los japoneses en general ante la Naturaleza, por el desprecio que demuestran ante la creciente ola de conciencia conservacionista mundial. En el debate sobre el mantenimiento de la biodiversidad, el pueblo japonés ha puesto sistemáticamente por delante sus propios intereses como devoradores de atún rojo, de carne de ballena, de carne de delfín, etc. desarrollando grandes operativos en contra de estas especies con matanzas tan gigantescas que ponen en peligro la supervivencia de muchas de ellas. Pues bien, a pesar de todo ello, en un momento como éste, en el que el pueblo japonés se enfrenta a una catástrofe natural de importancia descomunal tengo la impresión de que no sería de biennacidos si no tuviéramos un recuerdo emocionado para todas aquellas familias asoladas por la tragedia. El seísmo del viernes, acompañado del tremendo tsunami, ha producido alrededor de 2.500 víctimas mortales. Nuestro recuerdo a todas ellas y nuestra solidaridad emocionada con sus familiares.

sábado, 12 de marzo de 2011

Phalacrocorax (atriceps) bransfieldensis. Cormorán antártico. Aves de la Antártida 3/11.

En el área que denominamos genéricamente Antártico o mares australes, y que comprende no sólo todas las tierras emergidas al sur del paralelo 60ºS sino también otras tierras e islas más o menos alejadas del continente antártico como las Malvinas, las Georgias del Sur, las Kerguelen, las Sandwich del Sur, la Tierra del Fuego, Cabo de Hornos, etc. podemos distinguir unas diecisiete especies y subespecies de Cormoranes. De las cuales unas diez u once tienen azules las órbitas de los ojos. La identificación por este carácter, así como por la cresta o por las carúnculas amarillas, sería imposible si no fuera porque fronteras biogeográficas invisibles pero impenetrables las separan. Así pues, de acuerdo a este criterio, todas las fotografías de esta entrada corresponden al Cormorán antártico, denominado científicamente Phalacrocorax bransfieldensis, perteneciente a la Superfamilia atriceps. En nuestra expedición a la Antártida vimos tres especies distintas de cormoranes. Dos en islas del canal de la Beagle, que hace de frontera entre Argentina y Chile en el extremo sur de Sudamérica. Allí vimos y fotografiamos la especie Phalacrocorax atriceps, al que llaman Cormorán Imperial también perteneciente a la Superfamilia atriceps. Tenían también párpados azules y carúnculas amarillas. Y la especie cormorán magallánico o de las rocas Phalacrocorax magellanicus, de párpados y carúnculas rojas en una cabeza prácticamente del todo negra.
Grupo de cormoranes antárticos sobre las aguas de Bahía Paraíso.

El cormorán antártico, que es el que presentamos aquí, anida en la península antártica, en las islas Shetlands del Sur y en la isla Elefante. Aunque no se conocen sus desplazamientos, se sabe que en invierno se retira a latitudes más norteñas. Se trata de una especie que no es demasiado abundante, c. 11.000 parejas reproductoras; pero que parece estable, no apareciendo níngún riesgo inminente en su horizonte.

Colonia de nidos bajo una cornisa en farallones de Bahía Paraíso.
Se alimenta de peces e invertebrados, especialmente crustáceos, que captura buceando.
Es una especie monógama, que anida en pequeñas colonias, congregándose algunas colonias junto a fuentes abundantes de alimento, sin embargo, a menudo se ven parejas solitarias o pequeños grupos. Hace sus nidos bajo cornisas o en lo alto de acantilados. Es un nido en forma de cono truncado, construido de musgos, líquenes, fanerógamas submarinas, algas, hierba, guano y barro. No desdeñando materiales de origen antrópico como sogas o cuerdas.
La puesta consta de 2-3 huevos verdosos y blanquecinos, que, depositados en el nido a finales de octubre o noviembre, despiertan las apetencias de gaviotas cocineras (Larus dominicanus) y págalos parásitos. Para minimizar esta depredación, los dos miembros de la pareja incuban turnándose y dejando únicamente breves espacios de tiempo la puesta al descubierto. La crianza dura de 40 a 45 días y los dos miembros de la pareja se encargan de la alimentación de los pollos. Como éstos no regulan térmicamente, la pareja debe protegerlos del excesivo frío o del excesivo calor cubriéndolos con sus cuerpos hasta que los jóvenes adquieran la termorregulación.

El día 13 de noviembre por la tarde, estando fondeados en la isla de la Media Luna, en las Shetlands del Sur (62º36'S 59º55'W), mientras desembarcamos vamos observando cómo un págalo persige con saña a un cormorán que viene de pescar y regresa a la colonia. El cormorán se sumerge, el págalo falle los ataques pero sigue insistentemente. Se posa sobre el agua. Levanta el vuelo y gira en círculos hasta divisar de nuevo al cormorán emergiendo. Se lanza sobre él. El cormorán se sumerge, el págalo falla el ataque, levanta el vuelo, vuela en círculos, lo divisa recién emergido, se lanza una vez más sobre él. El cormorán vuelve a sumergirse, etc. Más de diez veces. Al final parece que, en esta ocasión, el págalo abandona. Quizás le molesta nuestra cada vez mayor proximidad; otras veces hemos visto que no abandona hasta que el ave atacada, exhausta, regurgita el alimento ingerido.

Colonia de nidos en lo alto de acantilados en Hidrurga Rocks. Junto a ellos pasa un pingüino de Adelia (de espaldas).

Algunos nidos parecen torres, construídos temporada tras temporada, cada año encima de los restos supervivientes del año anterior.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Paloma antártica (Chionis alba). Aves de la Antártida 2/11.

La paloma antártica (Chionis sp.) presenta dos especies (alba y minor), de las cuales sólo la alba reside y se reproduce en la Península antártica. De hábitos muy antropofílicos, no desdeña buscar su alimento entre los restos que puedan encontrarse en la cubierta de los buques. Se la puede encontrar en los acantilados de las islas Georgia del Sur, Orkney del Sur, Shetlands del Sur y en la Península Antártica hasta los 65º S. No anida por encima de la latitud de las islas Malvinas. Gracias a utilizar los barcos como plataformas móviles, se han encontrado ejemplares divagantes que llegan hasta las costas de Sudafrica e incluso hasta Europa.
Es un ave omnívora que se alimenta de desechos de pescado, krill, restos de presas de pingüinos, etc. Tampoco desdeña, si se da la oportunidad, de alimentarse de huevos y pollos de otras especies. También se aprovecha de todo tipo de residuo como carroñas, heces, algas, invertebrados e incluso basuras humanas. a menudo, la manera más fácil de verla es rondando las colonias de pingüinos picoteando los restos de krill de los excrementos, e incluso alrededor de focas y leones marinos alimentándose de restos de heces, placentas, piel desprendida, e incluso intentando picotear en las heridas abiertas, muy corrientes en estos animales en época de reproducción.

La hembra es muy fiel al macho, al territorio y al lugar de anidamiento, siendo común repetirlos todos los años. Generalmente cría en las proximidades de colonias de pingüinos o de cormorán, teniendo un ciclo de cría de octubre a marzo. La puesta se produce en diciembre y hasta enero son empollados los huevos, entre enero y febrero los pollos permanecen en el nido, y vuelan en marzo. Para anidar emplean nidos construidos acumulando restos vegetales y de otro tipo (algas, musgas, valvas de moluscos) en una cavidad.

Usualmente ponen 2 0 3 huevos, siendo el rango máximo 1-4. La incubación dura de 28 a 32 días y la alimentación de klos pollos hasta el vuelo de 50 a 60 días. Como se puede comprobar, también en este caso, una alteración en las fechas de puesta puede dar al traste con todo el proceso si no queda tiempo material para sacar adelante la pollada antes de marzo.


Globalmente no está amenazada, y la población se considera estable si bien se conocen casos en el pasado de ejemplares muertos por envenenamiento al alimentarse de restos contaminados con productos químicos, pues todo lo come.



En sus migraciones, además de las cubiertas de los barcos, utiliza como zonas de reposo los icebergs. La denominación que se le da en castellano de "paloma" antártica parece fundamentada en su carácter confiado que le lleva a acercarse al hombre. Y a que, al igual que las palomas domésticas, está todo el día picoteando en el suelo a la busca de porciones alimenticias.

Sin embargo su denominación inglesa es Pale-faced Sheathbill (algo así como "pico enfundado de cara pálida"), en el caso de la Chionis alba y Black-faced Sheathbill (algo así como "pico enfundado de cara negra) en el caso de la Chionis minor. En ambos casos se han buscado los carácteres anatómicos más conspicuos, en este caso referidos a la cara, en lugar de más o menos justificadas actitudes o hábitos, a pesar de que, como dice la Britannica, "suggest the pigeons in general appearance".


No cabe duda de que, además de su librea blanca que da respaldo a su denominación científica, el aspecto antómico más relevante es el poderoso pico con las carúnculas arrugadas y el antifaz rosa, como se puede observar en las imágenes de estos ejemplares adultos.

Es una ave relativamente abundante, se calculan en más de 10.000 las parejas reproductoras en la Península antártica. Es visible desde el propio canal del Beagle, desde la bocana del puerto de la ciudad argentina de Ushuaia, en donde la podemos observar rondando las colonias de leones marinos. Hasta la base ucraniana Académico Vernadsky situada en los 65º 15' S. En concreto, en las cubiertas de nuestro buque el Ushuaia se posaron las primeras Palomas antárticas durante la travesía del Mar de Hoces (Pasaje de Drake), en plena nevada.

Los págalos. Aves de la Antártida 1/11.

El págalo o skúa es un ave marina similar a una gaviota oscura, marrón, muy grande y maciza. Los págalos parásitos antárticos, que en la zona se denominan skúas, pertenecen al género Catharacta o grandes skúas. En el antártico se suelen diferenciar seis especies bien determinadas, aunque hasta hace muy poco tiempo, únicamente se admitían dos especies. De las seis especies, únicamente cinco anidan en la región. Si bien sólo dos de ellas anidan en la costa de la Antártida. Las otras tres especies australes hay que buscarlas en el sur de Chile, islas Malvinas o Cabo de Hornos, anidando en remotas islas solitarias. Como es natural nosotros no vamos a entrar en discusiones taxonómicas que, desde 1983, han dado lugar a un buen conjunto de clasificaciones. Vamos a fijarnos exclusivamente en las dos especies de la península antártica, que son las que pudimos fotografiar. Se trata del Pagalo polar (Catharacta maccormicki), que es monotípica es decir no tiene subespecies; y el Págalo antártico o pardo, denominado Catharacta antarctica. La cual presenta dos subespecies. Todas las formas de las skúas son aves marinas, que se alimentan fundamentalmente de productos del mar, directamente o indirectamente, pero que predan sobre huevos de otras aves marinas y sobre ejemplares juveniles de las mismas. El cleptoparasitismo constituye para los págalos de la Antártida un importante medio para conseguir alimento. Nosotros vimos en Bahía Paraíso cómo una skúa se lanzaba una y otra vez sobre un cormorán imperial que se dirigía volando bajo, a ras de la lámina de agua, hacia su colonia. El cormorán cayó al agua o se tiró, protegiéndose del ataque a base de bucear y no salir del agua. El cormorán buceaba largos ratos, y cada vez que asomaba la cabeza de debajo del agua, la skúa se le lanzaba como una flecha. No le permitía salir ni a respirar. Los buceos del cormorán eran cada vez más cortos. Pero la skúa no cejaba en su acoso, hasta que consiguió que le entregara, ya completamente exhausto, un bolo alimenticio que transportaba en su estómago. Su dieta propia, no producto del cleptoparasitismo, son pequeños peces, crustáceos y cefalópodos. Anidan en pequeñas colonias de límites imprecisos, a menudo cerradas a otras aves marinas. Ambos adultos participan activamente en uno u otro aspecto del ciclo reproductivo. Maccormicki, el págalo polar, recorre largas distancias en sus migraciones, a menudo llega hasta el norte del pacífico. Pasa el invierno austral recorriendo los mares inmediatamente al norte del ecuador, recientemente se le ha localizado en el Atlántico, pero es desconocido si también ocurre lo mismo al norte del Océano Índico. Por lo que hay en marcha varias investigaciones.
Son aves con las extremidades palmeadas, pero terminadas en uñas rapaces, como puede verse en la primera fotografía. Son predadoras y carroñeras. Ocupan en la Antártida, el nicho ecológico de las aves rapaces del resto de continentes. Atacan una y otra vez a aves adultas y saquean huevos y crías de los nidos. Hacen coincidir su periodo de crianza con el de los pingüinos, pudiendo, de esta manera, alimentar a sus propios pollos con los despojos de los de los pingüinos. Consideran algunas pingüineras como propias impidiendo el acceso a ellas de otras skúas. Por ello, se dice que tiene hábitos salteadores y depredadores: roba la comida a otras aves y también, cuando se presenta la ocasión, expolia los huevos y los pollos de sus nidos.
Su vuelo es directo y potente, con una silueta en el aire que recuerda a una rapaz de mediano tamaño. Protegen de tal forma sus nidadas que son capaces de atacar a las personas que se acerquen demasiado a las mismas. Anidan bastante al interior del continente, por lo que están todo el día buscando comida y retornan a sus nidos para alimentar a los pollos al caer la tarde.


En esta fotografía podemos observar un skúa, en vuelo sobre una zona de pingüineras. Estábamos en el mes de noviembre y tanto skúas como gaviotas estaban ya inquietas porque llegaba su estación de cría (no pueden retrasarla demasiado pues en caso contrario no dará tiempo a sacar los pollos adelante antes del invierno) y todavía había tanta nieve que los pingüinos apenas si habían comenzado las cópulas, faltando algún tiempo pues para la puesta y el nacimiento de los pollos de éstos. Skúas y gaviotas se podían ver privados de alimento suficiente para sus pollos, si no comenzaba pronto la puesta de los pingüinos. Los expertos naturalistas que nos acompañaban nos dijeron que ese invierno del 2009 no acababa de marcharse y que era el año, de los últimos 10 años, en el que más nieve había todavía en el mes de noviembre. Esa alteración climática podía tener consecuencias dramáticas para toda la cadena trófica alada de la península antártica.




Como he dicho son migratorias. Investigándose en la actualidad sus zonas de invernada. En estas dos últimas fotografías pueden observarse págalos reunidos en una laguna de agua templada, en la Bahía Balleneros de la Isla Decepción (por cierto, isla en la que se encuentra la Base Antártica española "Gabriel de Castilla"), en las que se puede ver que llevan en las patas anillas identificadoras de lectura a distancia. Responden a una investigación actualmente en marcha, precisamente sobre los desplazamientos estacionales del págalo polar de los que se piensa que le transportan hasta el otro extremo del planeta.










sábado, 5 de marzo de 2011

Las adaptaciones de los pingüinos del género Pygoscelis.

Los rasgos climáticos son los que hacen única a la Antártida y especializan a su fauna. Todos ellos se derivan de su ubicación polar. Es el continente más frío, más ventoso y más seco de la Tierra. Toda la vida se desarrolla en el mar, excepto durante el breve lapso de tiempo del verano austral. La temperatura media durante el verano en la costa es de 0º C. Los vientos pueden llegar a ser brutales, por encima de los 200 km/h, y rebajar la sensación térmica 15 o 20 grados. En la costa la lluvia puede cuantificarse entre los 200 y los 600 mm anuales, lo que nos permite calificarla de clima árido o semiárido. Pues bien todas estas características han hecho de los pingüinos unas aves sumamente evolucionadas para adaptarse a estas condiciones. Vamos a hacer un breve planeo sobre las adaptaciones de los pingüinos del género Pygoscelis que vimos y fotografiamos en nuestro viaje al continente desconocido.
Ejemplar de pingüino Juanito (Pygoscelis papua) en el que se puede observar la adaptación de la cola.
1.- Adaptaciones etológicas y fenológicas.- Son migrantes que se instalan en la Antártida durante el verano, regresando al mar o a las islas subantárticas más septentrionales en invierno. Llegan a sus costas en los últimos días de octubre o primeros de noviembre y la abandonan a finales de febrero o marzo, con las crías. Limitan su nidificación a las zonas costeras libres de hielo, disputándose los lugares apropiados de esa superficie, que supone, aproximadamente, un 5% del total de las costas. La pareja se turna en la incubación. Forman nidos sobre la roca, que les permiten recoger calor del suelo insolado y que no se congelen los huevos. Los pichones en general no son alimentados por regurgitación de alimento ingerido, sino previa transformación de éste en un aceite concentrado en el estómago, lo que les permite estar lejos del nido durante más tiempo sin peligro de digerir los alimentos de los pollos. Los juveniles no reproductores ayudan en el cuidado de las "guarderías" mientras los adultos cazan. La identificación entre los progenitores y los pollos se realiza mediante voces. Como los pollos no pueden termoregular, los cuidados parentales se prolongan durante cuarenta días por lo menos.

Ejemplar de pingüino Juanito (Pygoscelis papua) en la que se pueden observar las adaptaciones de aletas y cuerpo.

2.- Adaptaciones anatómicas y fisiológicas.
2.1.- Al medio acuático. Cuerpo hidrodinámico. Huesos sólidos que le permiten evitar la excesiva flotación de otras aves. Alas transformadas en potentes aletas propulsoras. Patas palmeadas. Gruesa capa de grasa subcutánea. Plumas especializadas: cortas, muy rígidas y lanceoladas, cada una de las cuales posee un ramillete de pequeños plumones en la base. Cubiertas de una sustancia oleosa que debe ser aplicada por el ave, se mantienen impermeables y aislantes. Las plumas de la cola, muy rígidas, permiten no sólo su función de timón, sino la de apoyo en la pedestración. Presentan asimismo adaptaciones de su sistema ocular, con visión frontal estereoscópica, y córnea relativamente plana y adaptable mediante musculación específica, lo que les permite la correcta visión tanto en el aire como bajo el agua.

Ejemplar de pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae) en el que se pueden observar las adaptaciones de la cola, aletas y cuerpo.
2.2.-El sistema circulatorio presenta varias adaptaciones no sólo al medio acuático sino a las bajas temperaturas y al buceo. Presenta una adaptación en la distribución de venas y arterias que minimiza la pérdida de calor al realizarse el intercambio de calor en el interior del abdomen. Las piernas, muy cortas, dejan exclusivamente las patas fuera del cuerpo protector. Tanto en las patas como en las aletas, esta adaptación impide el acceso al cuerpo de la sangre venosa enfriada en patas y aletas, sino que, previamente a su entrada en el abdomen recoge todo el calor de la sangre arterial, la cual, gracias a este mecanismo, cuando llega a patas y aletas está ya refrigerada. Minimizándose de esta forma el intercambio de calor con el exterior y la pérdida o disipación del mismo.
Ejemplar de pingüino De barbijo (Pygoscelis antarctica) en el que se puede observar la posición frontal de los ojos que permite la visión estereoscópica.


2.3.- Al buceo. Todos estos Pygoscelis (el Juanito, el de Barbijo y el de Adelia) son consumados buceadores, si bien no llega ninguno de ellos a los 265 metros de profundidas del pingüino emperador (Aptenodystes forsteri). Sin embargo presentan adaptaciones que les permiten mantenerse debajo del agua hasta 10 minutos. Son adaptaciones que suponen vías alternativas a la respiración metabólica y muscular en presencia de oxígeno, sustituida por una respiración en ausencia del mismo o con muy bajas tasas de oxigenación. La respiración se convierte en anaeróbica lo que les permite buceos más profundos y de mayor duración. Por un lado presentan mayor capacidad de regular los incrementos del pH de la sangre, debidos a la disolución de dióxido de carbono en la sangre a medida que aumenta la presión. Por el otro, presentan una bioquímica muscular que les brinda mayor resistencia a altos niveles de ácido láctico, que se acumula en la sangre cuando se respira de forma anaeróbica y que genera fatiga muscular. Asimismo, los niveles de hemoglobina y de mioglobina son más altos en los pingüinos que en otras aves no buceadoras, lo que les permite una mayor captación fisiológica de oxígeno antes de cada inmersión.


Patas de pingüino Juanito (Pygoscelis papua). El color naranja permite reconocer la presencia de circulación sanguínea en ellas.

Un momento delicado, para el que parecen no estar preparados, es el de la muda. La realizan en el mes de marzo, inmediatamente después de la crianza y antes de partir con la llegada del invierno. En ese momento, sus plumas pierden impermeabilidad y capacidad de aislamiento, con lo que las aves deben quedarse en tierra sin comer y realizando el enorme esfuerzo metabólico y energético preciso para generar el nuevo plumaje, llegando a perder hasta el 45% de su peso tras de 34 días de muda. Parece que se trata de un carácter adquirido en momentos más clementes, y heredado hasta nuestros días sin modificación evolutiva alternativa. A pesar de todo, tengo la impresión de que no les va nada mal. Según datos recientes, de estas tres especies de pingüino, la población reproductora en la Peninsula Antártica era de un millón y 24 colonias del de Adelia (Pygoscelis adeliae); 594.000 parejas en 103 colonias del de barbijo (P. antarctica); y 24.016 parejas y 42 colonias de Juanito (P. papua).


Imagen del dorso de pingüino Juanito en la que se pueden apreciar tanto el cuerpo hidrodinámico y las aletas como la presencia de sustancia oleosa sobre las plumas.

Aunque son pocas especies, el número de individuos se mantiene muy elevado. Soportan rigurosas e impredecibles condiciones climáticas y tienen periodos muy breves para sus ciclos reproductivos, pero sus adaptaciones etológicas, fenológicas, anatómicas y fisiológicas les permiten un alto éxito poblacional lo que supone un enorme éxito evolutivo.


Imagen del salto "delfinado" de tres pingüinos De barbijo, forma de natación favorecida por el cuerpo hidrodinámico y el movimiento de las aletas.

Se trata de pingüinos de talla mediana los cuales parecen no encontrarse en peligro como especies a pesar de que las diferentes actuaciones humanas en la Antártida inciden negativamente sobre ellos. Después de un par de decenas de años tras de la firma del Tratado Antártico (1959) algunas poblaciones llegaron a doblarse. En la actualidad se aprecia un cierto declive en las poblaciones de Juanito, posiblemente como resultado de la sobrespesca de las especies sobre las que predan. En el caso del de Adelia, se piensa que sus pollos son extremadamente vulnerables al cambio climático, especialmente a las alteraciones del clima que producen mal tiempo y nevadas, incluso en periodo veraniego, las cuales pueden llegar a cubrir los nidos en los que se encuentran. Sin embargo no parece haber amenazas en el horizonte del de barbijo. Ójala.

miércoles, 2 de marzo de 2011

La tomadura de pelo del precio del petróleo.

La tremenda catástrofe que está afectando al Japón concentra todas las miradas del mundo, y por unos instantes, otros temas que han sido centrales en semanas pasadas, son enviados a la papelera. Uno de estos temas es el del precio del petróleo. Se ha estado diciendo que las gasolinas subían de precio por las crisis de los países árabes. Que el precio del crudo por la inestabilidad en la región del Oriente Próximo estaba subiendo a máximos históricos, por lo que el precio de la gasolina tenía, necesariamente, que ir detrás. Bueno, espigando aquí y allí, he llegado a un par o tres de conclusiones que ponen en solfa este tipo de presuntas informaciones que, en realidad, no son más que opiniones. Además bastante interesadas. En el mapamundi, los colores significan: verde Países de la OPEP, azul consumidores, amarillo países productores del Norte de Europa y morados productores no alineados.
No voy a insitir en que el precio de las gasolinas no los fijan las gasolineras en función del precio del petróleo o que el 60% de su precio son impuestos. Los precios de las gasolinas, como los precios de los demás combustibles derivados del petróleo, se fijan en función de la oferta y la demanda. Las productoras de gasolinas están trabajando todavía con el petróleo que acopiaron hace más de tres meses, cuando todavía no se habían iniciado los procesos de inestabilidad en Oriente Medio, por lo tanto, esas gasolinas no deberían experimentar ninguna subida hasta que se fueran elaborando con petróleo adquirido recientemente. Peo es que las cosas no son tan claras, porque las mismas empresas que elaboran y distribuyen las gasolinas son las mismas concesionarias de las explotaciones en los países de oriente medio y del resto del mundo. En mi opinión, estas empresas están interesadas en que exista un cierto nivel de confusión respecto al impacto del precio del crudo en el precio final de las gasolinas, porque su interés es subir cuanto más puedan el precio de las gasolinas independientemente de cómo evolucione el precio del crudo. Tanto el precio de las gasolinas como el precio del crudo sólo dependen de la ley de la oferta y la demanda. Los combustibles suben de precio si la demanda es muy alta, y ello arrastra, además al crudo a los mayores precios. En este momento los combustibles suben, no porque haya más o menos inestabilidad en la zona, sino porque China, India y Brasil consumen cantidades ingentes de combustibles fósiles, muy por encima de las que producen, para mantener sus ritmos de crecimiento industrial. Este hecho hace que gasolinas, gasóleos, gas, etc. se pueda poner en el mercado a precios máximos, pues siempre hay alguien dispuesto a pagar. Esta demanda intensa tira del precio de los combustibles y del crudo. Y tengo la impresión de que esta es la principal causa de la subida de los combustibles. Ni la crisis de Libia, ni la de Egipto, ni ninguna otra crisis regional están teniendo tanto efecto en los precios del crudo, como la demanda energética de las potencias emergentes. Por lo tanto, el precio del crudo y de los combustibles no es un valor que vaya a bajar en los próximos meses aunque se tranquilizara la situación política. A las empresas energéticas les interesa que todo esto quede muy confuso, y que parezca que el precio es un favor que nos hacen y que la culpa es de otros. Pues no, porque ellas mismas son las productoras
Sin embargo, si como parece, el sector industrial japonés, y en general todo los sectores económicos nipones, están paralizados o al ralentí tres o cuatro días más, el precio de los combustibles bajará. Notablemente, porque Japón es un país que no produce petróleo y por lo tanto es un enorme consumidor, y la bajada de su demanda se notará en el mercado mundial. ¿Qué tiene que ver Japón con las crisis de Oriente Medio? Pues nada, pero al bajar su demanda los precios buscarán su acomodo, y para seguir ingresando las mismas cantidades, las compañías petrolíferas deberán bajar los precios, incrementar su producción y buscar nuevos clientes a quienes vendérsela. La única manera de ver cómo bajan los precios es disminuir la demanda. Esto es muy difícil con carácter general habiendo economías en el mundo que desean crecer a cualquier precio, pero el caso de Japón pone de manifiesto los mecanismos de fijación de precios. Así que ni Libia, ni Egipto, ni Túnez, el precio del petróleo se altera por China, India y Brasil, pero para las compañías petrolíferas cualquier disculpa para subir los precios es buena.