Ejemplar de pingüino Juanito (Pygoscelis papua) en la que se pueden observar las adaptaciones de aletas y cuerpo.
2.- Adaptaciones anatómicas y fisiológicas.
2.1.- Al medio acuático. Cuerpo hidrodinámico. Huesos sólidos que le permiten evitar la excesiva flotación de otras aves. Alas transformadas en potentes aletas propulsoras. Patas palmeadas. Gruesa capa de grasa subcutánea. Plumas especializadas: cortas, muy rígidas y lanceoladas, cada una de las cuales posee un ramillete de pequeños plumones en la base. Cubiertas de una sustancia oleosa que debe ser aplicada por el ave, se mantienen impermeables y aislantes. Las plumas de la cola, muy rígidas, permiten no sólo su función de timón, sino la de apoyo en la pedestración. Presentan asimismo adaptaciones de su sistema ocular, con visión frontal estereoscópica, y córnea relativamente plana y adaptable mediante musculación específica, lo que les permite la correcta visión tanto en el aire como bajo el agua.
Ejemplar de pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae) en el que se pueden observar las adaptaciones de la cola, aletas y cuerpo.
2.2.-El sistema circulatorio presenta varias adaptaciones no sólo al medio acuático sino a las bajas temperaturas y al buceo. Presenta una adaptación en la distribución de venas y arterias que minimiza la pérdida de calor al realizarse el intercambio de calor en el interior del abdomen. Las piernas, muy cortas, dejan exclusivamente las patas fuera del cuerpo protector. Tanto en las patas como en las aletas, esta adaptación impide el acceso al cuerpo de la sangre venosa enfriada en patas y aletas, sino que, previamente a su entrada en el abdomen recoge todo el calor de la sangre arterial, la cual, gracias a este mecanismo, cuando llega a patas y aletas está ya refrigerada. Minimizándose de esta forma el intercambio de calor con el exterior y la pérdida o disipación del mismo.
Ejemplar de pingüino De barbijo (Pygoscelis antarctica) en el que se puede observar la posición frontal de los ojos que permite la visión estereoscópica.
2.3.- Al buceo. Todos estos Pygoscelis (el Juanito, el de Barbijo y el de Adelia) son consumados buceadores, si bien no llega ninguno de ellos a los 265 metros de profundidas del pingüino emperador (Aptenodystes forsteri). Sin embargo presentan adaptaciones que les permiten mantenerse debajo del agua hasta 10 minutos. Son adaptaciones que suponen vías alternativas a la respiración metabólica y muscular en presencia de oxígeno, sustituida por una respiración en ausencia del mismo o con muy bajas tasas de oxigenación. La respiración se convierte en anaeróbica lo que les permite buceos más profundos y de mayor duración. Por un lado presentan mayor capacidad de regular los incrementos del pH de la sangre, debidos a la disolución de dióxido de carbono en la sangre a medida que aumenta la presión. Por el otro, presentan una bioquímica muscular que les brinda mayor resistencia a altos niveles de ácido láctico, que se acumula en la sangre cuando se respira de forma anaeróbica y que genera fatiga muscular. Asimismo, los niveles de hemoglobina y de mioglobina son más altos en los pingüinos que en otras aves no buceadoras, lo que les permite una mayor captación fisiológica de oxígeno antes de cada inmersión.
Un momento delicado, para el que parecen no estar preparados, es el de la muda. La realizan en el mes de marzo, inmediatamente después de la crianza y antes de partir con la llegada del invierno. En ese momento, sus plumas pierden impermeabilidad y capacidad de aislamiento, con lo que las aves deben quedarse en tierra sin comer y realizando el enorme esfuerzo metabólico y energético preciso para generar el nuevo plumaje, llegando a perder hasta el 45% de su peso tras de 34 días de muda. Parece que se trata de un carácter adquirido en momentos más clementes, y heredado hasta nuestros días sin modificación evolutiva alternativa. A pesar de todo, tengo la impresión de que no les va nada mal. Según datos recientes, de estas tres especies de pingüino, la población reproductora en la Peninsula Antártica era de un millón y 24 colonias del de Adelia (Pygoscelis adeliae); 594.000 parejas en 103 colonias del de barbijo (P. antarctica); y 24.016 parejas y 42 colonias de Juanito (P. papua).
Imagen del dorso de pingüino Juanito en la que se pueden apreciar tanto el cuerpo hidrodinámico y las aletas como la presencia de sustancia oleosa sobre las plumas.
Imagen del salto "delfinado" de tres pingüinos De barbijo, forma de natación favorecida por el cuerpo hidrodinámico y el movimiento de las aletas.
Esta bueno
ResponderEliminarme gusto *u*
ResponderEliminarmuy buena informacion gracias me salvaron para una tarea
ResponderEliminarputo inresponsable
Eliminarque boberia
ResponderEliminarcallate puto idiota esta pagina estachida
Eliminarme gusto mucho sigue asi
ResponderEliminargrcias
ResponderEliminargracias a Dios que me salvaro por la tarea
ResponderEliminarsoy NICOLAS BATLLE
ResponderEliminarque chido
ResponderEliminarmegusto mucho
ResponderEliminarputos idotas
ResponderEliminarTu pinche cola
Eliminarpinche pagina pendeja todos son putos lo que escriban
ResponderEliminarcallate pendejo
Eliminarme cago en vuestra..... verga madre
ResponderEliminarcallense dejen de decir groserias
ResponderEliminarsi quieren decir groserias vallanse a otro lado
ResponderEliminarGraciaaas :) me sirvió mucho.
ResponderEliminares muy largo
ResponderEliminary tonto
no encontre lo que queria
ResponderEliminarBien, pero más breve
ResponderEliminarla 2.3 no dice nada importante
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