Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

domingo, 27 de marzo de 2011

La primavera. Le printemps. Spring. Lerma (Burgos. España). Spain.

Ya he cambiado la fotografía que encabeza este blog. A la heladora fotografía de un mar rodeado de montañas nevadas que representaba el invierno, la sustituye una fotografía de un paisaje típicamente primaveral, con sus almendros en flor, los tallos de los cereales de secano verdeando, los chopos todavía sin cubrir de hojas. La fotografía está obtenida, por Charo Zárate, el pasado sábado día 26 de marzo en los páramos de Lerma, en la provincia de Burgos (España). A continuación va una parecida. Los árboles están con las yemas reventando. Los álamos de las orillas de los ríos ya amarillean, con sus yemas a punto de abrirse. Para que la vida siga, tienen que unirse almendros, flores insectos. Los almendros llevan ya varias semanas florecidos. Todo el aire a su alrededor se llena del olor de sus flores, del zumbido, adormilado todavía, de las abejas. Es evidente que el ciclo de la vida no se detiene, pero tengo la impresión de que los fríos del invierno lo tranquilizan, lo serenan, casi lo paralizan. Ya está aquí la primavera para recordarnos que la vida seguía ahí, bullendo invisible, esperando los primeros rayos del sol. A los primeros calores, aunque todavía queden días de frío y lluvia por delante, la vida responde brillante.
Estas hemosas flores de almendro, si los insectos son suficientes para polinizarlas, se convertirán en tremendos almendrucos que nos alegrarán los postres dentro de bien poco. Esperemos que tantos insecticidas, biocidas y pesticidas, empleados en la agricultura no maten a todos los insectos, y nunca tengamos una "primavera silenciosa".

No hay comentarios:

Publicar un comentario