Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

martes, 26 de enero de 2010

El factor humano II

En una expedición la convivencia es forzada y pasamos, todos los miembros de la expedición, prácticamente, 24 horas juntos. Nos levantamos, vamos al baño, desayunamos, nos trasladamos al trabajo, trabajamos, descansamos, comemos, etc. siempre juntos. Sólo al dormir cada uno se aisla en su propio mundo interior. Incluso algunos duermen en habitaciones compartidas. Así que roncan juntos. Esta convivencia tan intensa, en la que apenas queda una parcela para la intimidad, puede ser causa de roces y malosentendidos. En nuestro caso además se unían a ella otros dos factores que podían generar fricción. El grupo estaba formado por dos equipos de anilladores cuyos componentes habían trabajado juntos, pero que nunca habían convivido ni trabajado con los del otro equipo. En segundo lugar las diferencias de edad eran importantes pues junto a personas de más de 55 años había personas de 23. Estas diferencias de edad son importantes porque suelen suponer diferencias de sentido del humor, de claves de la vida, de percepciones en las interrelaciones, de expectativas, de ilusión, etc. En efecto hemos tenido algunos momentos de tensión. Una de los componentes lo ha pasado mal a ratos y aunque el resto de su equipo la hemos arropado, éstas son claves que se han de tener en cuenta en sucesivas expediciones. El factor humano, una vez más, es el factor crucial del éxito o el fracaso de una expedición. Nosotros, afortunadamene hemos podido solventar la crisis con sentido común y suavizando las discrepancias. El resto lo ha hecho la ilusión que todos teníamos.

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