Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Llega la primavera también al norte, pero cayó un rascón.

Fotografía de rascón J.L. Beamonte.
Fotografía del aguilucho lagunero GOV Ximo.

Aunque el ciclón era de ciclogénesis explosiva y por aquí pasó el sábado 27 por la noche, tanto el sábado por la mañana como el domingo y hasta ayer martes incluso, los vientos están muy alterados. Soplan cálidos y racheados. A pesar de todo, ayer por la tarde hubo una ventana de buen tiempo y quedó una tarde preciosa. Así que, siguiendo nuestros programa de anillar paseriformes migradores, nos fuimos a anillar escribanos palustres. De paso teníamos curiosidad por saber si habían llegado golondrinas, porque ya hay avistamientos por la zona. Pero no. No vimos ninguna golondrina. Lo que sí había por encima de los carrizales era un grupo de unos cinco aguiluchos laguneros (Circus aeruginosus) en pleno cortejo: subiendo bajando en picado, volviendo a subir. Dejándose caer sobre otro, cruzándose. Muy hermoso. La primavera les ha llegado ya. Montamos las redes y no cayeron escribanos palustres no, ninguno. Cayó un rascón europeo (Rallus aquaticus). Más oído que visto, nunca habíamos tenido uno en mano. Macho, adulto. Estuvo muy tranquilo. Lo anillamos con anilla de acero en tibia y salió volando con las patas colgando. Precioso, estaba delgadico, aunque no pudimos verle ni músculo ni grasa por lo denso de su plumaje. Parecía que había pasado un mal invierno. Pero se marchó volando a toda mecha. El aire olía a primavera y el sol calentó toda la tarde.

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