Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

lunes, 22 de marzo de 2010

¡¡¡Viva la primavera!!!


Ahora que en la naturaleza todo está empujando por salir (las yemas rompiendo, las flores pugnando por abrirse paso, azores, ratoneros y aguiluchos realizando vuelos acrobáticos de cortejo), parece que quedan lejos las meditaciones transcendentales. Sin embargo casi todas las manifestaciones del Arte se dedican a representar aquellos momentos más tétricos y oscuros de la existencia humana. Muy pocas obras pictóricas y algunas obras musicales cantan a la alegría de vivir.
Otra mucha música es tétrica, religiosa, funeraria. Hay pintura que nos muestra el mundo visto por psicóticos y depresivos. ¡Qué decir de la poesía! ¡Qué pocos poetas vitalistas hay! La mayoría son románticos, postromáticos, prerománticos o romanticones. En general se van muriendo por las esquinas. El Arte occidental es un Arte para neurasténicos, neuróticos y depresivos. Hay que refundar el Arte. Un Arte que haga hincapié en la luz, la alegría, el amanecer, el sol, el viento cálido, la brisa balsámica. El oficio de difuntos, las canciones para los niños muertos, la música de funerales o los cuadros de guerras y fallecimientos han marcado toda una época histórica en la que las emociones y pulsiones dignas de ser representadas eran las dolientes, las de renuncia, las de olvido y desesperación. Rompamos las viejas tinajas y creemos un nuevo Arte de la Vida, la Libertad, la Luz, el Amor, la Esperanza. Para sentir la alegría de vivir basta con estar en el campo, hundir las raíces en la tierra y aspirar voluptuosamente el aire balsámico que nos trae las esencias de la Libertad. Veamos a los ciegos pájaros cortejándose como si el mundo se fuera a acabar y, sin perder la dedicación, sintámonos parte de todo ello.

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