Mi amigo Manolo Mejías se fue esta primavera a ver cetáceos en el estrecho de Gibraltar con su familia y amigos. Iban siguiendo a un grupo familiar de orcas (Orcinus orca) compuesto por tres adultos y un juvenil, cuando se percataron de que éstas se acercaban a un barco de pesca artesanal que estaba pescando atunes rojos (Thunnus thynnus). Habían pescado uno enorme y estaban intentando por todos los medio izarlo a bordo. Mientras los pescadores se afanaban con las líneas y las grúas, la familia de orcas se agitaba alrededor del barco. Cuando, después de varias horas, los pescadores consiguieron izar por fin el pescado a bordo, únicamente subieron una enorme cabeza, de más de un metro de longitud. El resto se lo habían comido las orcas. Parece ser que los atunes entran en el Mediterráneo a unos 40 metros de profundidad, mientras, las orcas no pueden bajar más allá de los 30 metros. Pero algunas familias han aprendido que un atún enganchado a un anzuelo acaba siendo arrastrado hasta los 30 metros en su marcha hacia la superficie y ellas esperan velando en las proximidades de los barcos. El atún, a tenor del tamaño de la cabeza, debía ser tremendo: de más de 400 kilos. Los pescadores se quedaron con la cabeza, que no les servía para nada, pero su acción permitió a las orcas zamparse un buen botín. Tengo la impresión de que la Naturaleza se vengó del caso del atún de 147 kilos pescado en Gerona furtivamente y localizado por la Guardia Civil en Sevilla escondido en un camión del que hemos hablado aquí recientemente.
P.S.: Cuando esta mañana, después de escribir esta entrada, he ido a comprar el periódico me he encontrado con que el Diario de Cádiz, en su página 22 daba la noticia de que se ha completado un estudio sobre las orcas en el Estrecho. De él, la primera conclusión que se extrae es que la explotación industrial de la pesca del atún pone en peligro a los pescadores artesanales y a los de almadraba por la sobreexplotación a la que someten la pesquería. En segundo lugar se concluye que la sobreexplotación pone en riesgo también a las orcas del Estrecho pues se ha comprobado que un "grupo de orcas basa su alimentación en el atún rojo casi de forma exclusiva". Asimismo se ha constatdo que en el Golfo de Cádiz residen unas 40 orcas. La información, de EFE y fechada en Santa Cruz de Tenerife, está ilustrado con una preciosa fotografía en la que se ve a unos pescadores de almadraba extrayendo la cabeza y parte superior un atún devorado a medias por una orca. Me ha hecho gracia la coincidencia con lo que yo había contado aquí por la mañana. No he conseguido esa foto, pero os traigo otra, de la edición electrónica de ese periódico, que retrata a un grupo de orcas en el Estrecho de Gibraltar. Saludos a tod@s.
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