Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

jueves, 11 de agosto de 2011

Incomprensible.

Roberto Íriz Pérez, de 42 años, responsable de la empresa Desinfecciones Triple D e inventor de un sistema para ahuyentar cigüeñas, asegura que "el resultado es muy positivo, ya que las cigüeñas han desaparecido de tejados en los que había decenas de ellas". Cojonudo. Es tan simplicio que "busca el apoyo de alguna institución para financiar el proyecto". Así que ya sabemos: dinero público para apoyar a un pajaricida. De todas formas, lo más asombroso es que tanto la prensa local como regional e incluso las televisión pública vasca EITB, han dedicado espacios y programas elogiosos a quien no hace más que perjudicar a unas especies de aves (la maquinita de marras también espanta aviones comunes Delichon urbica) que han tenido la desgracia, por algún chasco evolutivo, de cruzarse en el camino del hombre. Tanto tonto de remate. Habría que hacerles un homenaje.

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