Roberto Íriz Pérez, de 42 años, responsable de la empresa Desinfecciones Triple D e inventor de un sistema para ahuyentar cigüeñas, asegura que "el resultado es muy positivo, ya que las cigüeñas han desaparecido de tejados en los que había decenas de ellas". Cojonudo. Es tan simplicio que "busca el apoyo de alguna institución para financiar el proyecto". Así que ya sabemos: dinero público para apoyar a un pajaricida. De todas formas, lo más asombroso es que tanto la prensa local como regional e incluso las televisión pública vasca EITB, han dedicado espacios y programas elogiosos a quien no hace más que perjudicar a unas especies de aves (la maquinita de marras también espanta aviones comunes Delichon urbica) que han tenido la desgracia, por algún chasco evolutivo, de cruzarse en el camino del hombre. Tanto tonto de remate. Habría que hacerles un homenaje.
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