Esta mañana ha amanecido saliendo el sol por el Este. Era un amanecer canónico, como debe ser. Hay días, como estos últimos con tormentas, en los que el Este está completamente cubierto y la luz del amanecer se cuela por el Oeste. La sensación es extraña. Son las primeras horas del día y la luz es similar a la del atardecer. La sensación es irreal, onírica. La impresión es similar a la luz que hay en las ciudades después de una tormenta; antes de que las personas vayan saliendo de sus improvisados refugios. La luz procede de los laterales más despejados, menos nubosos, las calles están vacías, parecen amaneceres pero la iluminación puede proceder del Oeste. Son luces teatrales, de focos dirigidos por mano humana para despistar. A veces tengo la impresión de encontrarme en un gran plató vacío, iluminado teatralmente.
Hoy no. Hoy la luz entraba desde el este y se expandía por toda la bóveda celeste. El cielo estaba completamente despejado, recién lavado. De estreno. Hacía mucho frío, pero seguro que al mediodía pasamos de los 28ºC. Son las cosas del verano. Las fotografías están sacados en Fresno de Río Tirón. Son del amanecer del sábado 9 de julio. Un día en el que el este, como puede verse, estaba cubierto de nubes y la luz del sol irradiaba desde el Oeste creando una sensación de irrealidad. ¡Good morning!
Hoy no. Hoy la luz entraba desde el este y se expandía por toda la bóveda celeste. El cielo estaba completamente despejado, recién lavado. De estreno. Hacía mucho frío, pero seguro que al mediodía pasamos de los 28ºC. Son las cosas del verano. Las fotografías están sacados en Fresno de Río Tirón. Son del amanecer del sábado 9 de julio. Un día en el que el este, como puede verse, estaba cubierto de nubes y la luz del sol irradiaba desde el Oeste creando una sensación de irrealidad. ¡Good morning!
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