Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

martes, 11 de mayo de 2010

Anillando en la colonia de los treinta y cuatro nidos.

Foto 4.- Por fin, nuestro escalador de plantilla llega hasta el nido de garza real.

Foto 3.- Una vez se llega a lo alto de la escalera (en este caso 6 metros), se empieza a escalar por el tronco.
Foto 2.- La primera parte del árbol se sube con la escalera, asegurada por un compañero.

Foto 1.- Oteando los nidos situados en las copas de los árboles.




Ayer por la tarde se abrió una nueva ventana de buen tiempo. Hoy ya está lloviendo así que paso la tarde en casa escribiendo esta entrada. Nos fuimos al bosque a anillar pollos de garza real (Ardea cinerea). Hacía sol y la temperatura era agradable. Teníamos los árboles con nido señalados, de manera que fuimos a por los nidos árbol a árbol, pero la mala climatología de las semanas pasadas nos volvió a mostrar su peor cara. Si el sábado encontramos pollos muertos, ayer identificamos por lo menos cuatro nidos derribados días pasados, alguno de ellos con los huevos todavía dentro pero muertos. A pesar de subir y no encontrar nada en otros, nuestro escalador de cabecera consiguió, poco a poco, bajar cinco pollos de dos nidos. Preciosos, algunos con unas patas tan largas y unos dedos tan finos y con unas uñas tan afiladas como garras de bruja de cuento infantil. Anillamos durante un par de horas y a las siete y media nos retiramos para que los adultos pudiesen entrar a los nidos con la última ceba del día. Fue una tarde perfecta. Tranquila, trabajando a carril, charlando de nuestras cosas. En bosque estaba lleno de pájaros y trabajamos todo el tiempo rodeados de los reclamos del mosquitero musical, el pinzón, el pito real, el reyezuelo listado, y una decena más de aves forestales. Una bonito marco sonoro (aunque invisible) para una tarde laboriosa y feliz. Mañana os pongo las fotografías que saqué. 801811

No hay comentarios:

Publicar un comentario