A los doce nidos de cigüeña blanca (Ciconia ciconia) que teníamos censados en la comarca burgalesa de la Riojilla burgalesa, hemos de añadir uno más. Recientemente se ha instalado sobre un silo a las orilas del río Tirón, en Belorado. Por lo tanto, esta primavera hay trece nidos de cigüeña blanca. Podemos decir que todos ellos están, inicialmente, ocupados. Hay alguno que nos ofrece alguna duda. A mediados del mes de mayo haremos el censo de la productividad. A ver cuántos cigoñinos salen adelante. Ese será el momento para acreditar debidamente cuántos nidos están ciertamente ocupados. Por el conteo que hemos hecho estos días, parece que podemos contar con 12-13 parejas; o sea hay unas 24-26 cigüeñas adultas en la zona.
Se las ve fácilmente cazando animalillos en las verdes fincas de cereal de los alrededores. También andan por las orillas de los ríos, los sotos, y por la balsa de riego de Belorado. Del tamaño que tienen este año las lombrices adultas, podemos concluir que las cigüeñas no pasarán hambre. Son unas lombrices tan tremendas que deberemos compararlas con los gusanos neozeladeses que han invadido Gran Bretaña para descartarlos (P.S.: Tenemos que descartar completamente que se trate de los gusanos neozelandeses, en realidad unas planarias (Athurdendyus triangulatus) que se alimentan de lombrices. Asimismo debemos desechar que se traten de lombrices australianas (Megascolides australis), las más grandes existentes). En consecuencia, llegamos a la conclusión de que se trata de ejemplares adultos muy grandes de lombrices de tierra comunes (Lumbricus terrestris).
Con las lluvias de estos últimos días de abril, las lombrices han salido de la tierra y se encuentran ejemplares de más de medio metro de longitud y un centímetro de diámetro.
En el nido de Fresno de Río Tirón está instalada una pareja formada por un ejemplar adulto maduro y un ejemplar subadulto. No sabemos si conseguirán sacar adelante algún pollo. El año pasado no lo lograron aunque la pareja, en aquella ocasión, estaba formada por dos adultos maduros.
La abundancia de cigüeñas está brindando algún espectáculo de gran belleza. La pasada semana varios días se formó sobre Belorado una rueda de casi veinte cigüeñas; con su tamaño se hacen muy visibles y había gente que las admiraba boquiabierta. El mismo lunes, durante la celebración del mercadillo semanal, las parejas reivindicaban su presencia con un crotoreo tan audible que se imponía a todos los demás sonidos de la Plaza Mayor. En mi casa, al crotoreo siempre se le ha llamado "machacar el ajo"; de verdad que el lunes parecía que había una docena de cocineros locos machacando ajos sin parar en lo alto de las iglesias de Belorado. A ver cómo evoluciona esta colonia que se está convirtiendo en uno de los rasgos caracterizadores de la naturaleza beliforana.
Se las ve fácilmente cazando animalillos en las verdes fincas de cereal de los alrededores. También andan por las orillas de los ríos, los sotos, y por la balsa de riego de Belorado. Del tamaño que tienen este año las lombrices adultas, podemos concluir que las cigüeñas no pasarán hambre. Son unas lombrices tan tremendas que deberemos compararlas con los gusanos neozeladeses que han invadido Gran Bretaña para descartarlos (P.S.: Tenemos que descartar completamente que se trate de los gusanos neozelandeses, en realidad unas planarias (Athurdendyus triangulatus) que se alimentan de lombrices. Asimismo debemos desechar que se traten de lombrices australianas (Megascolides australis), las más grandes existentes). En consecuencia, llegamos a la conclusión de que se trata de ejemplares adultos muy grandes de lombrices de tierra comunes (Lumbricus terrestris).
Con las lluvias de estos últimos días de abril, las lombrices han salido de la tierra y se encuentran ejemplares de más de medio metro de longitud y un centímetro de diámetro.
En el nido de Fresno de Río Tirón está instalada una pareja formada por un ejemplar adulto maduro y un ejemplar subadulto. No sabemos si conseguirán sacar adelante algún pollo. El año pasado no lo lograron aunque la pareja, en aquella ocasión, estaba formada por dos adultos maduros.
La abundancia de cigüeñas está brindando algún espectáculo de gran belleza. La pasada semana varios días se formó sobre Belorado una rueda de casi veinte cigüeñas; con su tamaño se hacen muy visibles y había gente que las admiraba boquiabierta. El mismo lunes, durante la celebración del mercadillo semanal, las parejas reivindicaban su presencia con un crotoreo tan audible que se imponía a todos los demás sonidos de la Plaza Mayor. En mi casa, al crotoreo siempre se le ha llamado "machacar el ajo"; de verdad que el lunes parecía que había una docena de cocineros locos machacando ajos sin parar en lo alto de las iglesias de Belorado. A ver cómo evoluciona esta colonia que se está convirtiendo en uno de los rasgos caracterizadores de la naturaleza beliforana.
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