Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

sábado, 2 de abril de 2011

¿Es el deseo de salir al campo un atavismo animal?

Cuando empieza a sentirse la primavera, el corazón se ensancha y se siente que ya hemos superado una época difícil. Sentimos el deseo de salir al campo y disfrutar de los olores primaverales, de las brisas. Del suave aire templado. La sensación de la brisa sobre la piel es profundamente relajante. Con los primeros días templados, ayer fue el primero de esta primavera en Vitoria (País Vasco. España), llegamos hasta los 22ºC, se activa nuestro organismo. Desde hace varios días, antes de amanecer, ahora mismo que son las 07:30 horas de un sábado y es todavía de noche, resuenan entre los árboles los potentes cantos de mirlos (Turdus merula), currucas capirotadas (Sylvia atricapilla) y petirrojo (Eritachus rubecula). Sus cantos nos llenan de una inexplicable satisfacción. Los campos, las praderas, los caminos de montaña se llenarán hoy y mañana de prsonas normales que, literalmente, se lanzarán al monte a respirar a pleno pulmón. Tengo la impresión de que estos impulsos son mucho más profundos y entrañables que una mera moda o el intelectual deseo de introducir en su vida sedentaria una medida higiénica. Tengo la impresión de que son la manifestación del más íntimo reducto del ser animal de la humanidad. Al fin y al cabo, el ser humano ha evolucionado desde hace muchos millones de años en relación con la Naturaleza y su medio ambiente. El ser humano, a pesar de que algunos sean muy patosos, está perfectamente adaptado a los fenómenos naturales. Allí, en lo más profundo, mucho más adentro que la consciencia, sabemos que, una vez más, hemos superado una estación difícil y pronto llegarán los días de plenitud de la primavera y el verano y los días de abundancia del otoño. Nuestro código genérico nos lo está diciendo. Por eso rugimos de satisfacción y nos lanzamos al campo, porque nos sentimos vivos, y, quizás, para buscar alguna presa. O alguna hembra.

1 comentario:

  1. Por si fuera interesante o útil para ti, he publicado el siguiente blog:
    http://plantararboles.blogspot.com
    Es una guía breve y práctica para que los amantes del campo y la montaña podamos sembrar/plantar árboles, casi sobre la marcha, aprovechando las semillas que nos dan los árboles de la región y los esquejes que de ellos podemos hacer.

    Salud,
    José Luis Sáez Sáez

    ResponderEliminar